El ‘síndic’ dice que no sabía quién le pagó el viaje a la final de Champions
Ribó, que admité que invitó a comer a Soler en una ocasión, comparece en la Audiencia Nacional en el 'caso 3%'
El defensor del pueblo catalán, Rafael Ribó, ha salido este martes de la Audiencia Nacional en silencio. El síndic de Greuges, en el cargo desde 2004, no ha querido responder a los periodistas que se agolpaban a las puertas del juzgado, donde ha acudido a declarar en el marco del caso 3% después de que la Fiscalía Anticorrupción le atribuyese un posible delito de cohecho impropio por haber viajado gratis a la final de la Champions de 2015 en un vuelo costeado por un empresario señalado en la trama, Jordi Soler. Según fuentes jurídicas, Ribó ha admitido ante el magistrado José de la Mata que no abonó el traslado en avión, pero ha alegado que no sabía quién lo pagaba. También ha dicho que llegó a invitar a comer a Soler en alguna ocasión.
A lo largo de su declaración, que ha durado unos 45 minutos, el defensor del Pueblo catalán ha asegurado que no sabía quién le pagó ese viaje privado a Berlín —al que también se sumó su hija y su expareja— y que nunca supo a qué se dedicaba Soler. Según su versión, consiguió plazas gracias a un amigo en común, Ramon Camp, exdiputado de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), que medió para ello. De hecho, ha contado que, tras volver a España, escribió un email al antiguo parlamentario para ofrecerse a pagar la parte que le correspondía. Un correo que dice que aportará a la causa.
Pese a ello, Ribó ya voló en 2009 con Soler. Según contó Camp cuando declaró como testigo ante De la Mata, se encontró al síndic tras la final de Champions que se celebró en Roma, que enfrentó al Barça y al Manchester United, y le pidió al empresario si el Defensor podía sumarse a la vuelta. Según fuentes jurídicas, Ribó ha dicho que después de ese primer viaje se produjo la primera invitación a comer en un restaurante.
La comparecencia de Ribó se ha producido, además, después de que el juez citara a Jordi Soler hace tres semanas. El empresario, que también confirmó que costeó el viaje, negó que sus compañías tuvieran ninguna relación con el síndic. Según su relato, simplemente accedió a que se sumaran a la expedición porque se lo pidió Ramon Camp, quien contó a De la Mata una versión similar. Ambos, además, detallaron una segunda comida con Ribó: una “cena de parejas”. El síndic, que acudió este martes a la Audiencia Nacional después de que el juez le diese la oportunidad de declarar voluntariamente como investigado, no habló en el Parlament de ninguna de las dos. En la Cámara apostilló: "Puedo decir categóricamente que yo, Rafael Ribó, no tengo ninguna relación con ninguna otra persona que hacía este viaje [más allá de Camp]".
Pero la Fiscalía Anticorrupción, que solicitó la imputación de Ribó, mantiene que este pudo cometer un delito de cohecho impropio. "No solo acepta ser invitado, sino que toma iniciativa para obtener un mayor beneficio al solicitar expresamente que también sea invitada su hija", explicó el ministerio público en un escrito, donde añadió varios mensajes hallados en el móvil de Soler. "El Rafael [Ribó] tiene una entrada proveniente del Barcelona y me pregunta si hay plaza para su hija", decía un mensaje que Camp envío al empresario, quien contestó: "Oki. Ahora ya somos 14 y 14".
Los informes de la Guardia Civil señalan que Soler, investigado en la trama del 3%, "agasajó" a altos cargos del Govern de Artur Mas y de CDC con entradas y viajes a partidos del Barça. Según los investigadores, entre otros, pagó el traslado a Berlín en 2015 para ver la final de la Champions entre el club catalán y la Juventus. Con ello, pretendía "obtener un trato favorable" de las autoridades, según las pesquisas del instituto armado, que señalan que esta operación le costó 39.300 euros. Además, se facturó a través de tres empresas de Soler —Electromecánica Soler, Grup Soler Constructora y Soler Global Service— que se encuentran bajo sospecha por supuestamente encubrir mordidas a Convergència a cambio de obra pública. Según fuentes jurídicas, Ribó ha explicado este martes que el síndic no tiene capacidad de adjudicación y que todas las contrataciones las aprueba la Generalitat.
En una comparecencia en el Parlament el pasado septiembre, Ribó admitió que voló gratis a la final y que fue un "error". "Hoy no lo aceptaría", añadió, antes de acusar a los diputados de arremeter contra él para "erosionar las políticas del país: la escuela, la lengua, el modelo de salud...". "¿Interesa el vuelo? ¿Interesa la corrupción? En absoluto", remachó.
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