El Gobierno no responderá sobre indultos a los independentistas porque no han sido juzgados ni condenados
El PP tacha a Delgado de “indigna, a quien no le importa España sino solo servir a su amo”
Todas las semanas Ciudadanos preguntará al Gobierno si va a indultar “a los golpistas catalanes” al dar por sentado que ese es el precio que va a pagar el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por seguir en La Moncloa. La respuesta probablemente siempre será la misma: no puede responder esa pregunta porque para ser indultado hay que ser juzgado y condenado. Esta ha sido la respuesta de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, que ha recibido en el Congreso duras descalificaciones del PP. “Es usted la persona más indigna que ha ocupado el Ministerio de Justicia; a usted no le importa España ni el Estado de Derecho sino solo servir a su amo para que siga volando en el Falcon”, ha dicho la portavoz de Justicia del PP, Beatriz Escudero.
A dos interpelaciones defendidas por Ciudadanos y el PP ha tenido que hacer frente la ministra de Justicia. Aunque los enunciados fueron diferentes, el hilo conductor de ambos ha sido la acción del Gobierno de Pedro Sánchez. Para las dos formaciones, el Gobierno ha pactado con los partidos independentistas su indulto a cambio del voto para mantenerse en el Ejecutivo.
La pregunta a Pedro Sánchez o a la ministra de Justicia sobre si van a indultar a los acusados independentistas por su actuación en los hechos de octubre del pasado año, que puede ser rebelión o secesión, va a ser permanente. Así lo ha avisado el portavoz de Justicia de Ciudadanos, Ignacio Prendes, en la interpelación que ha presentado a la titular de Justicia. Si no es él, será el líder de su partido, Albert Rivera, que ya interpeló a Sánchez sobre este asunto hace dos semanas. "Creemos que el Gobierno está preparando el indulto para quienes dieron el golpe de Estado en Cataluña. ¿Es el indulto a los golpistas por el precio de alquiler de La Moncloa? Si no responde ahora se la preguntaremos toda la legislatura. Se lo deben a los españoles”, ha advertido Prendes. El silencio será para Ciudadanos “un mal augurio”.
No hubo silencio pero sí una respuesta que no ha satisfecho en absoluto a Ciudadanos. “Estaba preocupado pero ahora estoy aterrado”, ha dicho Prendes tras escuchar a la ministra. La titular de Justicia ha considerado que le pedían un ejercicio de “justicia ficción” ya que no se puede hablar de indultos si no hay condenas. “La grandeza del Estado de Derecho es asegurar que todos los ciudadanos tengan derecho a un juicio justo. No importa de qué hechos se les acuse. La ficción política es poco recomendable para no caer en manipulación o mentira", ha dicho la ministra. Incluso sería cometer una ilegalidad si con anticipación se dijera que no se va a indultar a unas determinadas personas porque con la ley en la mano eso no puede anticiparse.
En estos momentos hay una proyecto de ley en marcha con enmiendas del PP para excluir del indulto los delitos de rebelión o sedición. “Ustedes quieren manipular por rascar votos”, ha respondido la ministra. Su actitud ha sido de centrarse exclusivamente en argumentos legales y no responder a las durísimas invectivas no tanto de Ciudadanos, en las formas, sino del PP. “Es usted un peligro para la democracia, es usted la siniestra mano movida por el señor Sánchez, usted solo quiere agradar a su mano, a usted no le importa España”, ha dicho la portavoz de Justicia del PP, Beatriz Escudero. Minutos antes el diputado Emilio del Rey también había calificado a la ministra de “indigna”. No ha entrado en respuestas personales sino que ha aludido al PP como “partido en descomposición” por la corrupción.
Sánchez insiste en que tiene margen para presentar sus presupuestos
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a defender este miércoles en la sesión de control al ejecutivo en el Congreso, que aún tiene tiempo suficiente para presentar "antes de que acabe el año" su proyecto de presupuestos para 2019. Y le ha recordado al líder de la oposición, Pablo Casado, que el anterior presidente del PP y del Gobierno, Mariano Rajoy, tramitó las últimas cuentas en abril, es decir le ha restregado que aún dispone de cuatro meses más de margen para cumplimentar ese trámite según ese calendario. Sánchez pareció olvidar por un momento el anuncio de ruptura de relaciones con Casado que le espetó en el mismo Congreso hace tres semanas y le volvió a ofrecer la opción de pactos de Estado si relega el actual clima de crispación. Casado respondió convocando un acto con otros partidos constitucionalistas y sin citar al PSOE al que no acudió en la práctica ningún otro partido con representación relevante.
"¿Está de acuerdo el Presidente del Gobierno con la opinión de Pedro Sánchez afirmando que, si no se aprueban los Presupuestos, o se anticipan elecciones o hay que someterse a una cuestión de confianza?", fue la cuestión que Casado lanzó a Sánchez con el objeto de conocer sus planes e ironizar sobre la distinción que formuló hace dos semanas la vicepresidenta, Carmen Calvo, para diferenciar una opinión del líder socialista cuando estaba en la oposición sobre su actual función en La Moncloa. Aquella distinción fue sobre la consideración de Sánchez en relación al posible delito de rebelión de los líderes independentistas en Cataluña.
En cualquier caso, el presidente Sánchez ha aprovechado para en la réplica recordarle a Casado que Rajoy no envió al Parlamento los presupuestos de 2018 hasta el mes de abril y para enfatizar que según ese "cronómetro" aún le quedan cuatro meses. Sánchez ha añadido que, en cualquier caso, mantiene su plan de llevar las cuentas antes de que acabe 2019: "Antes de final de año este Gobierno cumplirá y trabaja con ese plazo para presentar los presupuestos".
La afirmación del presidente no calmó a Casado. El líder del PP hizo mofa de la "disociación" de Sánchez y recordó: "Antes decía que veía clarísimo un delito de rebelión por parte de los independentistas y ahora le dice a la Abogacía del Estado que retire la acusación; o por eso antes decía que (el president de la Generalitat) Torra era un racista, supremacista y ahora intenta acordar con él la reforma del Estatut, por supuesto con referéndum incluido". Y finalizó con la idea sobre los presupuestos de que ahora no descarta prorrogarlos y gobernar con ellos mientras que cuando se aprobaron los tachó de "antisociales".
El presidente del PP le recordó a Sánchez que en su primera cita en La Moncloa le ofreció tres pactos de Estado y que sin embargo él ha preferido ahora pactar los presupuestos con Podemos, "subir los impuestos, el déficit y arriesgar el empleo" y hasta ofrecer 1.600 millones más para que la Generalitat de Joaquim Torra financie la construcción de estructuras catalanas de Estado. Casado le demandó al presidente que sea más responsable y opte por acordar más cosas con partidos como el PP que defienden la unidad de España frente a los socios del ejecutivo "que quieren romperla". Casado ha acabado exigiendo de nuevo que el presidente del Gobierno convoque elecciones, algo que hace prácticamente en todas sus intervenciones.
Fue en la respuesta a ese pasaje cuando pareció que Sánchez olvidaba por un momento el anuncio de la ruptura en sus relaciones con Casado cuando le conminó a volver a la moderación para participar en la negociación de unos presupuestos que piropeó como los "del sentido común". Sánchez recomendó a Casado que no tenga tanta prisa en precipitar unas elecciones y perderlas y le volvió a acusar de fomentar la confrontación y el agravio territorial. Y acabó con lo que pareció uno de esos consejos envenenados hacia los rivales: "Si usted continúa con la oposición de gesticulación y no hace una oposición útil, con sentido de Estado, lo pagará en las urnas".
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