Borrell: “Esto no es ‘mass migration’ y las llegadas se mantienen controlables”
El ministro de Exteriores llamó el domingo a su homólogo marroquí y corroboró que no hay ningún cambio de actitud hacia la inmigración desde ese país
El ministro de Exteriores español, Josep Borrell, ha ratificado este lunes su postura sobre que no existe ni en Europa ni en España a día de hoy un problema masivo con la inmigración ni tampoco particularmente con Marruecos, el vecino del sur, y pese a las llegadas más descontroladas de las últimas semanas. "Esto no es mass migration", ha dicho Borrell varias veces en su comparecencia junto al ministro de Exteriores de Jordania, Ayman Al Safadi. Y le ha puesto como ejemplo de cómo debe sonreír el ministro jordano al escuchar esas quejas ahora en España cuando ese país de apenas 6,5 millones de habitantes lleva años lidiando con la guerra civil en Siria y ha acogido en total 3,5 millones de refugiados políticos sirios. Borrell ha indicado que habló el domingo con su colega en Marruecos, Nasser Bourita, y corroboró en esa conversación que "no hay ningún cambio de actitud" ni tampoco "descuido o inadvertencia" por parte de Marruecos a la hora de vigilar más sus fronteras sino un problema de mayor flujo de inmigrantes al cerrarse la vía Libia de entrada en Europa.
"Banalizamos la palabra masivos", ha destacado Borrell en su comparecencia junto al ministro jordano de Exteriores y para resaltar que ese país sí soporta desde hace años una crisis grave con un aumento de casi el 50% de su población habitual con la entrada de refugiados sirios. El ministro español también ha relativizado la situación ahora en España en comparación con el aluvión que registró Italia de 180.000 inmigrantes en el verano de 2016. Incluso la cifra cercana al récord que se podría producir este curso en España, de más de 20.000 inmigrantes, no le parece a Borrell "mass migration".
El titular de Exteriores ha recordado, además, que España tiene una renta per cápita muy superior a la que disfruta Jordania e insistió en que ahora, ante esta irrupción de este verano, el Gobierno de Pedro Sánchez ha solicitado y obtenido de la Unión Europea y de algunos países como Francia más ayuda y cooperación para encarar esta crisis. Borrell no ha ocultado que se esté produciendo ahora, en estos días y semanas de este verano, "un preocupante ritmo de crecimiento de la variable" de llegadas de inmigrantes pero ha achacado esa "derivada nada extraña" a un "aumento del número de llegadas debido al cierre de la ruta Libia".
Borrell ha rechazado que se tenga que culpar de este problema de la subida en las llegadas a España de inmigrantes automáticamente a una relajación de la situación en las fronteras en Marruecos por algún interés unilateral de ese país africano. El ministro ha informado de que en la noche del domingo mantuvo una conversación con su homólogo marroquí sobre el tema y este le ratificó que no se había producido "ningún cambio de actitud ni descuido o inadvertencia por su parte" y ambos concluyeron que esta circunstancia había que interpretarla como consecuencia de que la "presión migratoria aumenta de forma natural" al cerrarse la vía Libia de entrada por el mediterráneo central en Europa y desplazarse esos flujos hacia la zona occidental.
El ministro Borrell ha rebajado la gravedad del problema y lo ha intentado situar "en sus justos términos" incluso contemplando las advertencias sobre la posible relajación en Marruecos que ha plasmado la Unión Europea. El dirigente español ha indicado que esos documentos europeos no le dicen "nada" y ha reafirmado que incluso tras las más recientes avalanchas en Ceuta la situación de la inmigración "se mantiene en límites controlables".
El titular jordano de Exteriores ha aprovechado la rueda de prensa conjunta con Borrell para resaltar que su país es "el anfitrión de refugiados per cápita más grande del mundo" y ha precisado que pese a la entrada en su territorio de más de 3,5 millones de sirios solo el 10% de los mismos viven en realidad en campamentos porque el resto están repartidos por todo el país. Jordania tiene una tasa de paro del 18,4% y pese a ello ofrece a los refugiados sirios el doble de permisos de trabajo que personas censadas de ese país ahora en su territorio. Su mensaje ha acabado con una llamada a la ayuda y cooperación de España y toda la UE porque sostuvo que "invertir en refugiados es invertir en la seguridad de toda la región".
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