La huella del suizo enamorado de Doñana

Luc Hoffmann (Basilea, 1923-2016) fue un biólogo sagaz, silencioso, multimillonario, con los pies en la tierra y la vista en las aves acuáticas, su gran pasión. Vicepresidente del gigante farmacéutico Roche, dedicó su vida a la defensa de la naturaleza, fascinado por los pájaros.

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En 1963, Hoffmann utilizó su gruesa agenda diplomática para trazar un plan y convencer a Franco de que su idea de secar el humedal de Doñana era una barbaridad. Gracias a una colecta, el mecenas compró 10.000 hectáreas en el corazón de la reserva para donarlas al Estado español y convencer al dictador de que el desarrollismo, la agricultura y las fábricas de celulosa debían respetar esa joya. Y cantó —más bien susurró— victoria gracias a su amigo José Antonio Valverde, primer director de la Estación Biológica del Parque Nacional, con quien organizó las denominadas Doñana expeditions para descubrir el paraje a la comunidad científica internacional.

En 1973, junto a su cómplice Alan Johnson, llenó un islote en la Camarga francesa de falsos nidos construidos con cubos para engañar a los flamencos y animarles a que plantaran allí sus nidos. Et voilà. Al año siguiente, los flamencos regresaron y su colonia se tornó desde entonces estable en esas marismas saladas.

Estos días un documental sigue sus pasos y filma cinco de los humedales que Hoffmann ensalzó para difundir su tremendo valor ecológico, hoy amenazados: junto a la Camarga y Doñana, la región de Prespa en los Balcanes, el archipiélago de Bijagos en Guinea Bissau y el Banco de Arguin en Mauritania, este último vital para dos millones de aves migratorias llegadas desde Siberia, Europa y Groenlandia. “Tenía un aura especial, era muy rico y sin embargo dormía en casas humildes. Fue el primero que creyó en el desarrollo sostenible y no quiso separar nunca al hombre de la naturaleza, sino abrirle los ojos para que la defendiera. Por aquel entonces la gente lo tildaba de loco”, recuerda Stephan Rytz, director del filme.

El biólogo combinó su cargo en el Consejo de Administración de Roche con una trayectoria vital consagrada a la protección de la naturaleza. Eso sí, siempre con un papel discreto, tanto que casi eludió aparecer en el documental. “Fue su secretaria la que finalmente le convenció para dar su testimonio poco antes de morir”, revela Loïc Oswald, cámara de Orca Productions que ha recorrido Europa y África filmando los últimos dos años. Con la paciencia como mejor virtud —norma en los documentales de naturaleza, preñados de esperas infinitas— y dificultades técnicas para rodar con drones en humedales —zonas planas y sin relieve—, el equipo finalizará el rodaje el próximo otoño.

El científico, que escribió 60 libros, la mayoría relacionados con la ornitología, era incansable. En las reuniones de trabajo, solía escuchar con atención muda y solo antes de finalizar disparaba su análisis, casi siempre certero.

En 1961 fundó la organización conservacionista WWF (World Wildlife Fund) y una década después impulsó la Convención de Ramsar para la protección de 2.214 humedales alrededor del mundo, acuerdo ratificado por 169 países. En 1996 creó la fundación MAVA, con un formidable presupuesto anual de 65 millones para proyectos en defensa de la naturaleza, y que sin embargo echará el cierre en 2022, según dispuso el propio Hoffmann.

Al respecto, su hijo André Hoffmann, vicepresidente de los laboratorios, puntualiza: “La decisión de mi padre fue clara, ahora mis dos hermanas y yo tenemos que repensar nuevas ideas para desarrollar proyectos, quizás sobre la sobreexplotación del planeta”. Y añade: “Apoyamos este documental para asegurarnos de que las historias de éxito eran contadas. Creo de manera firme en el poder de influencia del debate público para cambiar las ideas de la gente y es crucial que preservemos el medioambiente”.

Juan Carlos del Olmo, presidente de WWF Adena, trabajó codo con codo con el mecenas en sus visitas a Doñana y destaca su apoyo reciente en la gran amenaza que hoy pende sobre el parque junto al nuevo almacén de gas previsto: la sobreexplotación del acuífero por el millar de pozos ilegales de los agricultores. “Hoffmann formó un tándem brutal junto a Valverde, fue un genio que impulsó una colecta internacional para comprar las hectáreas en Doñana y puso su tremenda agenda diplomática al servicio de la conservación del medio ambiente”, evoca.

Otro referente que le trató, Marco Lambertini, director general de WWF Internacional, recuerda: “Fue un visionario muy humilde, sin ego, que entendió la necesidad de crear una organización para denunciar el impacto sobre los humedales”, define. La otra productora del filme y directora de la fundación MAVA, Lynda Mansson, concluye: “Entendió que la preservación del hábitat de los pájaros no es construir una casita para ellos”.