El PP se vengará del PNV en la tramitación presupuestaria
Rafael Hernando asegura que ahora su partido “tiene las manos libres” para introducir enmiendas
El PP no ha digerido que el PNV apoyara los Presupuestos en e Congreso de los Diputados y una semana después facilitara el desalojo de Mariano Rajoy del Gobierno apoyando la moción de censura del PSOE. Ayer anunció que el nuevo escenario le deja “las manos libres” para presentar enmiendas a sus propios Presupuestos, que habían sido asumidos por el PSOE como condición del PNV para apoyar la moción. El partido tiene mayoría absoluta en el Senado para hacer estos cambios, que en el Congreso pueden ser revertidos con mucha dificultad.
El PP decidió ayer pasar factura al PNV por haber propiciado con sus votos que Mariano Rajoy fuese apeado del Gobierno. Si el domingo fue la vicesecretaria nacional de Estudios y Programas del partido, Andrea Levy, la que amagaba con modificar el proyecto presupuestario del Gobierno, este lunes fue el portavoz parlamentario en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, el encargado de explicar el castigo que su partido deparaba al PNV, que a su vez complicará al débil Gobierno de Pedro Sánchez . Hernando aseguró su partido está dispuesto a “mejorar” los Presupuestos en el Senado, donde ahora se tramitan, después de que el PNV “ha roto la confianza” y el PP tiene “las manos libres” para hacerlo.
En un primer momento, el PP se mostró partidario de no intervenir como represalia en sus propios Presupuestos, que fueron aprobados en el Congreso con los apoyos de Ciudadanos, el PNV, UPN, Foro Asturias, Coalición Canaria y Nueva Canarias. Sin embargo, a medida que el partido ha ido tomando conciencia de su situación en la oposición y sus recursos parlamentarios, ha variado su estrategia.
El Grupo Parlamentario Popular en el Senado había afrontado en el fin de semana fuertes presiones de algunos senadores para introducir enmiendas para retirar los 540 millones acordados con el PNV para inversiones en el País Vasco.
“En este momento no tenemos una vinculación con el PNV porque ha roto la confianza con las distintas formaciones para sacar los Presupuestos”, justificó el portavoz de los populares en el Congreso. Con todo, señaló que la decisión se adoptará “en los próximos días”.
“Tenemos una semana de margen, y haremos algo sutil, que no pueda ser rechazado por nadie, en vez de un gran desplante, un desplantillo”, resumió una fuente de la dirección nacional que despacha a diario con Mariano Rajoy. El objetivo, aseguró este interlocutor, es enmendar aspectos concretos del proyecto que afecten al PNV pero no al conjunto de los ciudadanos vascos. Así se evitaría que los cambios afecten a las expectativas electorales del PP en el País Vasco y se facilitaría que otros partidos los dejaran llegar a buen puerto.
Estas enmiendas sumarian 70 de los 540 millones y no afectarían a las infraestructuras acordadas, como el AVE o los puertos. “Se trataría de aplicar algunas medidas que nos dejamos en la gatera o algunas intenciones que teníamos y que sabíamos que con el PNV posiblemente no salieran adelante”, precisó Hernando, quien aseguró que las enmiendas no afectarían a acuerdo con el PNV respecto a las pensiones.
Con la mayoría absoluta en el Senado, el PP tiene la capacidad de modificar los Presupuestos, aunque el Congreso tendría la última palabra. Cualquier modificación en el Senado implicará que el texto vuelva al Congreso y sea votado de nuevo. Los 134 votos del PP, más los tres de sus socios UPN (2) y Foro Asturias (1), suponen una barrera difícil de saltar. Pero el PP no dipone, ni con el apoyo de Ciudadanos, de fuerza para aprobar sus enmiendas. Para revertir las enmiendas en la Cámara baja, y sin el apoyo de Ciudadanos, sería necesario que la mayoría alternativa que apoyó la moción de censura una sus votos. Bastaría con la mayoría simple (más votos a favor que en contra).
Tanto el PSOE como Unidos Podemos, ERC, PDeCAT, Compromís y Bildu denostaron las cuentas de Mariano Rajoy. Ahora tendrían cambiar el sentido de su voto en los apartados afectados por las enmiendas para que el PNV mantuviera las inversiones acordadas con el PP, algo que resulta muy complicado. De lo contrario, el PP consumaría su propósito e impondría sus enmiendas. La maniobra del PP, desviando dinero hacia partidas más sociales, trata de situar a la alianza frente a sus propias contradicciones y su fragilidad.
El portavoz del PP en el Senado, José Manuel Barreiro, confirmó horas después que su grupo solicitaría una ampliación de plazo de cinco días para presentar estas nuevas enmiendas que no ha desvelódo y que no responden a “ningún interés en distorsionar los Presupuestos”. Barreiro justificó este cambio en que ahora “hay un entorno político totalmente diferente” despues de que el PNV haya “roto de forma unilateral” el consenso. El portavoz especificó las enmiendas no supondrán “una rotura con los pilares básicos” ni serán “en contra de nadie”.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, advirtió ayer que si las enmiendas del PP quieren variar las inversiones pactadas con el PNV será un “ejercicio de revanchismo y de venganza”, y recordó que el viernes habló con el expresidente Rajoy y no le transmitió “reproche alguno” por el respaldo de su formación a la moción de censura. El presidente del Esuzkadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar, confió en que el PP no haga cambios en los Presupuestos como “venganza”, mientras que el portavoz parlamentario del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, advirtió al PP de que, de ser ciertas las amenazas con relación a modificar las enmienda referidas a Euskadi, “sería una satisfacción de cinco minutos pero un negocio político bastante malo” que supondría “castigar a la sociedad vasca” y del que “ellos serían los responsables”.
Retraso de agenda
El PP también ha solicitado el aplazamiento de un punto del orden del pleno del Senado de hoy referente a las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos, al considerar que el Gobierno no ha nombrado un ministro de Hacienda que acuda al Senado a explicar su política económica. Con esta medida se amplía el plazo para que Pedro Sánchez nombre a un nuevo responsable, que no estaría obligado a acudir porque no es preceptivo. Barreiro incluso bromeó con la posibilidad de que Sánchez decidiera que fuera el ministro en funciones, Cristóbal Montoro, quien los defendiera.
El traslado a de la tramitación parlamentaria al siguiente pleno del Senado implica un retraso en el debate de enmiendas parciales, que podría posponerse a la semana del 18 de junio, desplazando la discusión en Pleno del dictamen más allá del 19 de junio previsto inicialmente. Al introducirse cambios en el proyecto, volvería al Congreso de los Diputados, donde del 26 al 28 de junio tendrían que ser votados de nuevo.
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