Los socialistas de Cataluña y Baleares, a favor de avanzar hacia el modelo de Urkullu
Rivera considera que su aplicación supondría "la desaparición del Estado moderno"
La propuesta formulada por el lehendakari, Iñigo Urkullu, de que el Concierto vasco inspire la reforma del sistema de financiación autonómica ha suscitado un amplio rechazo en los Gobiernos autonómicos —ocho comunidades gobernadas por el PP y el PSOE se manifiestan en contra— pero no así en los socialistas catalanes y en el Gobierno socialista de Baleares, que son partidarios a cambio de avanzar en una mayor descentralización. Las direcciones del PSOE, PP y Ciudadanos se oponen al planteamiento de Urkullu.
El lehendakari propuso en un artículo publicado este lunes en EL PAÍS tomar el sistema del Concierto vasco “como modelo de referencia” para “avanzar en un nuevo sistema descentralizado de financiación”, toda vez que en los próximos meses va a abrirse la discusión sobre la reforma del sistema de financiación autonómica. Se trataría, por tanto, de inspirar el nuevo modelo en el Concierto vasco, según el cual el Gobierno de Euskadi recauda todos los impuestos en esa comunidad, y posteriormente aporta al Estado por los gastos acordados en el Cupo. Ni Urkullu llega a proponer el Concierto para todos ni ninguna comunidad lo plantea en esos términos, pero los socialistas de Cataluña y Baleares sí son partidarios de avanzar en una mayor descentralización, en línea con el Concierto.
El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, es el más entusiasta de la idea. “Si saliesen los números tendría en mí a un defensor”, afirma el líder del socialismo catalán, informa Pere Ríos. “El PSC defiende la idea de que sea la Generalitat quién recaude todos los impuestos en Cataluña. En Alemania lo hacen los land y a nadie se le pasa por la cabeza que los emplearán en beneficio propio”, sostiene Iceta. “La ley dice que el cálculo del cupo ha de incorporar la solidaridad. Si hubiera un compromiso de pagar los gastos que hace el Estado en cada comunidad, por qué no seguir el modelo del Concierto vasco, si es justo, eficiente y equitativo”, se pregunta el candidato del PSC. El programa del PSC para las elecciones del 21-D propone la creación de un consorcio tributario formado por la Agencia Tributaria estatal y la agencia de la Generalitat que tenga la competencia para “gestionar, recaudar, liquidar e inspeccionar todos los impuestos”. Esto es, una gestión compartida.
Los partidos, en contra de la propuesta
Las direcciones del PSOE, PP y Ciudadanos no son partidarias de inspirar el modelo de financiación en el Concierto vasco.
El PSOE “respeta” pero “no contempla” la idea del lehendakari. El responsable de Economía de la ejecutiva, Manuel Escudero, apunta a las dificultades que este modelo multiplicado por 17 podría suponer para la lucha contra el fraude fiscal. El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, dijo también respetar la idea pero no será esa la línea de los populares. Mientras, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, criticó que extender el “cuponazo” “significaría la desaparición de la hacienda común española, de la solidaridad y, sobre todo, la desaparición del Estado moderno”.
En línea con Iceta y con Urkullu está la presidenta de Baleares, la socialista Francina Armengol, que comparte la idea de un sistema de financiación que dote a las comunidades autónomas “de una mayor autonomía fiscal, es decir, más capacidad de gestión de los ingresos, y de una mayor corresponsabilidad fiscal, que son dos elementos que también están presentes en el cupo vasco”, explica. Armengol quiere que las comunidades tengan más capacidad de maniobra, mediante el aumento “de la capacidad normativa, de gestión, de recaudación y de inspección” de los impuestos y, concretamente, “ceder a las comunidades un mayor porcentaje del IRPF”, indica.
En un terreno intermedio y una posición menos definida que Iceta o Armengol se sitúa Ximo Puig, el presidente valenciano, que no rechaza el planteamiento del lehendakari aunque tampoco se manifiesta a favor. Puig hace cuentas y subraya que “si el cupo es, para Urkullu, un sistema justo y solidario, que podría ser referencia para las autonomías de régimen común” para la Comunidad Valenciana “representaría multiplicar por dos los ingresos anuales por habitante”. Puig calcula que con un sistema como ese la Generalitat valenciana podría recibir hasta 12.000 millones de euros. Una sustanciosa cifra para la comunidad peor financiada.
Fuera de estos tres territorios, el resto de comunidades socialistas y las gobernadas por el PP —salvo Madrid, que ha eludido pronunciarse— rechazan una propuesta que creen no aseguraría la solidaridad entre comunidades. “La idea de la confederación ha sido siempre una ensoñación del PNV, que a efectos fiscales ya existe en País Vasco y Navarra. Pero ni políticamente ni fiscalmente es extrapolable al resto de España”, subraya el presidente asturiano, Javier Fernández, que compartió ayer criterio en la financiación con dos presidentes del PP, el gallego Alberto Núñez Feijóo y el castellanoleonés Juan Vicente Herrera. Los tres mandatarios se reunieron en Oviedo y coincidieron en su rechazo al Concierto para todos que provocaría que “los territorios más ricos tendrían más y los menos ricos, aún menos”, incidió Feijóo, informa Sonia Vizoso.
“Desde una perspectiva financiera, un concierto generalizado es un desconcierto”, enfatiza por su parte el presidente de Castilla- La Mancha, el socialista Emiliano García-Page. “Yo trabajo para que el sistema financiero refuerce los lazos de solidaridad y los derechos básicos”, apunta, “y hay sistemas mejores para ello que el Concierto”. En una línea similar se manifiesta su compañero de partido y presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, como también los Gobiernos de La Rioja y Murcia, del PP, informa Juan José Mateo.
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