PNV y PSE blindan su alianza pese a las discrepancias sobre Cataluña

PNV y PSE no quieren que la estabilidad institucional en Euskadi se vea afectada por la eventual aplicación del 155 en Cataluña. Ambas formaciones, cuya alianza se extiende al Gobierno vasco, a las tres diputaciones y a los Ayuntamientos de las capitales vascas, van a preservar el pacto de legislatura como la hoja de ruta a seguir en las instituciones vascas más allá de que afloren diferencias entre los partidos en torno a la intervención de la autonomía catalana.

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Pese a las presiones de EH Bildu y de Podemos, que reclaman al PNV que rompa la alianza con el PSE por permitir la aplicación del artículo 155, y del PP vasco que emplaza a los seguidores de Andoni Ortuzar a poner fin a su apoyo al Govern, los máximos dirigentes nacionalistas y socialistas están dispuestos a acabar la legislatura juntos. Como ya hicieran cuando redactaron el pacto de gobierno, PNV y PSE, conocedores de sus discrepancias políticas, y de que las tensiones pueden incrementarse, han optado por pactar sus diferencias y derivar a terceros foros su debate y resolución.

Unos y otros se dan libertad para criticar determinadas decisiones en otros ámbitos, y para defender sus respectivos modelos de país y además sin poner líneas rojas. Sucedió en el propio pacto de legislatura cuando el único límite que se marcaron ante los trabajos de la actualización del Estatuto que tiene que afrontar la Ponencia de Autogobierno a partir del próximo día 8, fue precisamente el respeto al ordenamiento jurídico vigente.

PNV y PSE quieren que aunque el debate político se caliente, Euskadi permanezca lejos de los peores efectos que acompañan al desafío independentista en Cataluña, como las turbulencias que sufre en el Ayuntamiento de Barcelona la alianza entre el PSE y Barcelona en Comu de Ada Colau. Tanto el presidente del PNV, Andoni Ortuzar como la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendía coinciden en que Euskadi no puede permitirse, en plena fase de recuperación económica, con crecimientos de la economía cercanos al 3%, y con unos índices de paro en franco retroceso, sufrir la inestabilidad política, quiebra social, o la salida de empresas que están afectando a Cataluña.

Aunque en el PNV ven con inquietud el apoyo del PSOE a la aplicación del 155, sus dirigentes disciernen entre la dureza que reclaman desde el PP, a la modulación de sus consecuencias que defienden los socialistas en función de las actitudes y decisiones del Govern. El propio lehendakari ha comprobado durante los contactos que ha mantenido con los gobiernos catalán y central para propiciar un escenario de elecciones autonómicas en Cataluña que las presiones son muy intensas tanto en el entorno de la Moncloa como en el del president Puigdemont.

Los socialistas vascos aprecian que el PNV se haya desmarcado del frente de partidos y sindicatos soberanistas (EH Bildu, ELA y LAB) que reclaman unidad de acción frente a lo que califican de “golpe de Estado” del Gobierno de Mariano Rajoy en Cataluña. Las vías de escape para las discrepancias serían, por una parte el debate partidista y por otra el Parlamento vasco, en el que ambas formaciones discutirán sus diferentes modelos de país en la Ponencia de Autogobierno. PNV y PSE-EE van a convivir en un contexto en el que también en Euskadi se van a manejar conceptos como el "reconocimiento como nación" y el "reconocimiento del derecho a decidir y su ejercicio pactado”, pero al contrario que en Cataluña, jamás desbordando el ordenamiento jurídico vigente. En su programa de Gobierno PNV y PSE pactaron identificar de forma clara las competencias exclusivas vascas y avanzar en "la profundización y mejora del autogobierno vasco en convivencia y solidaridad con el conjunto del Estado".