Rajoy cree que el empeño de Puigdemont por el referéndum impide el diálogo
El presidente defiende la vía de la empatía frente a las "balizas rupturistas" para llegar más lejos juntos en la inauguración de un Parador Nacional en Lleida
El auge del turismo y los resultados de la colaboración institucional en ese sector puntero ha sido en esta ocasión la disculpa para que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, lanzara este jueves desde Lleida varios mensajes sobre el escenario convulso que se vive en Cataluña. El jefe del Ejecutivo central ha aprovechado así la inauguración de un Parador Nacional en el casco histórico de esta capital catalana para ensalzar de nuevo el valor de la colaboración institucional entre administraciones frente al "absurdo de poner balizas" por parte de los independentistas en Cataluña. Rajoy ha hablado también en su discurso de la "empatía" y el "sentido común" para trabajar pero luego ha precisado, en charla informal con los periodistas, que no tiene sentido intentar ningún diálogo con el presidente catalán, Carles Puigdemont, porque está solo empeñado en celebrar el referéndum ilegal del 1 de octubre y ha depurado a todos los moderados en su Gobierno.
Rajoy ha querido mostrarse tranquilo y con el control de la situación cuando los periodistas le han preguntado, tras la inauguración, sobre el cúmulo de problemas que se registran a diario en Cataluña. Realza la relevancia de que en España todas las instituciones funcionan y están preparadas para hacer su trabajo. El presidente del Gobierno ha recalcado que "el referéndum" de autodeterminación "no se a producir", que no va a haber esa consulta, que lo ha dicho numerosas veces ya pero que no piensa alzar la voz ni perder los nervios.
El dirigente popular no ve sentido a llamar en este contexto actual al presidente catalán, Carles Puigdemont, ni hablar con él por teléfono ni celebrar un encuentro porque cree que ha tomado una posición inamovible en la que solo reclama el referéndum. Rajoy ha considerado en ese sentido muy ilustrativo la purga y la caída de todos los consejeros del gobierno catalán de talante moderado. Sobre el intento de entrada este mismo jueves de la Guardia Civil en el Parlamento catalán y otros organismos para recabar información y documentación sobre la trama del 3% que afecta a la antigua CiU, el jefe de gobierno señaló no comenta actuaciones o resoluciones judiciales.
El PSOE exige al Gobierno que explique qué va a hacer
"En el PSOE no sabemos cuales son los planes del Gobierno. Y la ciudadanía tiene el derecho a saber qué va a hacer". Así se ha pronunciado este jueves la portavoz socialista Margarita Robles sobre la intención del Ejecutivo de Rajoy de buscar la inhabilitación de Oriol Junqueras en cuanto active el referéndum. "El Gobierno no puede limitarse a hacer conjeturas. Nada de lo que ha dicho se ha materializado. Le pedimos al Gobierno que tome la iniciativa política", ha dicho en el Congreso.
La disculpa de la puesta en marcha del anhelado Parador Nacional de Lleida, tras 13 años y más de 12 millones de euros de inversión, ha servido a Rajoy para hilar una serie de mensajes enaltecedores sobre la importancia del sector turístico para todo el país y la relevancia de esa industria puntera en la buena imagen exterior de España.
El presidente del ejecutivo ha ofrecido todo tipo de datos para sustentar ese argumento y los ha personalizado, finalmente, en el tirón del turismo específicamente en Cataluña, donde se registran 18 millones de visitantes al año y acumula el 23,8% de los turistas de todo el país. Rajoy destacó también que en el primer semestre de este año se ha contabilizado ya una subida del 11,6% de turistas sobre el año anterior y aventuró su optimismo sobre las previsiones para el verano, con un alza del 9% entre mayo y agosto, y un incremento del 10% del gasto turístico.
Rajoy ha querido enmarcar en ese contexto una serie de enseñanzas que el turismo puede proporcionar al país en estos momentos críticos ante el desafío independentista en Cataluña. Sin mencionarlo directamente, el presidente ha destacado que el turismo ilustra, para los viajeros y los anfitriones, sobre "lo importante que es abrirse al otro, lo necesario que es conectar con los demás, la obligación que tenemos de valorarnos y aprender y lo absurdo que es poner balizas entre nosotros".
Para ser un poco más preciso en sus intenciones, Rajoy se ha agarrado al significado de la inauguración del recinto hostelero impulsado por la empresa pública en Lleida (donde ya hay otros tres) y ha señalado que "los catalanes conocen y valoran la importancia de Paradores porque cuando viajan por el resto de España escogen libremente alojarse en esos emblemáticos establecimientos".
El presidente ha remarcado que la puesta en marcha del nuevo Parador Nacional de Lleida es el "fruto de la colaboración y el entendimiento entre administraciones" y se convierte "en una imagen elocuente de lo mucho y muy bueno que podemos hacer juntos, de cómo nos podemos ayudar y apoyar los unos a los otros y que eso vaya en beneficio de todos, de cómo las mejores apuestas son las que lejos de poner distancia saben acercarnos".
El líder del PP ha reafirmado así su apuesta y la de su Gobierno "por el sentido común y la empatía, porque son las únicas que nos llevan a todos mucho más lejos, son las vías por las que hoy y sobre todo en el futuro va a transitar el mundo y pienso que ahí debemos estar todos".
Protestas, vídeos y guerra de placas
Mariano Rajoy ha efectuado este jueves su última visita a Cataluña de este conflictivo curso con la agenda del referéndum de autodeterminación en el centro del panorama político. El anterior viaje fue a finales de mayo para participar en las jornadas convocadas por el Círculo de Economía en Sitges. La excusa encontrada ahora ha sido la inauguración de un emblemático Parador Nacional, en el casco histórico de Lleida, en una zona algo degradada que se pretende rehabilitar con este tipo de operaciones urbanísticas. El alcalde de la localidad, el socialista Ángel Ros, se deshizo en elogios hacia todos los cargos públicos que han facilitado la puesta en marcha de esa obra tras tantos años y tantos esfuerzos. El ministro que impulsó el proyecto fue el también socialista catalán José Montilla, pero luego el parador ha sufrido todo tipo de inconvenientes, parones y trabas, desde presupuestarias a logísticas.
Las autoridades ensalzaron este jueves en el antiguo convento de El Roser la importancia para rehabilitar ese barrio y para el turismo de interior y gastronómico del país y de Cataluña este tipo de operaciones. ¿Todas las autoridades? No. Para empezar los consejeros de la Generalitat de Cataluña invitados declinaron acudir. En la misma entrada del Parador dos senadores de ERC de Lleida, Miquel Àngel Estradé y Xavier Castellana, aprovecharon la recepción a Rajoy para entregarle una copia del documental producido por Mediapro y titulado "Las cloacas de Interior". También le dieron otra al ministro de Industria, Comercio y Turismo, Álvaro Nadal. En ese saludo aprovecharon y les reclamaron que emita el documental TVE, la televisión pública española y que les diera su parecer sobre el vídeo en una sesión de control en el Parlamento. Rajoy recogió el regalo y no dijo ni se comprometió a nada.
En el exterior del recinto se concentraron algo más de un centenar de independentistas para reclamar el derecho a votar por la separación de España el 1 de octubre y para quejarse por la inauguración del Parador. Los congregados han reclamado su dimisión y han gritado consignas como 'Salvemos el Roser', 'Independencia' o 'El 1 de octubre votaremos'. Uno de los portavoces de la protesta, Llibert Rexach, cuestionó la obra inaugurada como una "humillación a la memoria histórica, a toda la gente que luchó y que sigue luchando". Los independentistas reivindican que ese edificio histórico no debería ser un hotel de lujo sino "un espacio para usos públicos, para la ciudad y lo que están haciendo es privatizarlo y dejarlo en manos de unos ciertos turistas de clase alta que no sabemos cuándo aparecerán".
Rajoy accedió al Parador y descubrió la clásica placa de inauguración, algo que no hace usualmente. Pasó rápido por el recibidor donde se conserva, por implicación directa del propio alcalde Ángel Ros, otra placa igual de reluciente y muy conflictiva que se ocultó en esta jornada. El convento de El Roser es un lugar emblemático de encuentro todos los 11 de septiembre para los colectivos nacionalistas. La placa recuerda por parte del Ayuntamiento de Lleida a todos los muertos en noviembre de 1707 por las libertades en Cataluña.
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