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PSOE y PP reconocen que no hay apenas margen para pactar la reforma municipal

Los negociadores reconocen que solo avanza el acuerdo sobre los sueldos

Anabel Díez

Salvar el pacto. Este es el grito del presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp)  y alcalde de Santander, Íñigo de la Serna ( PP), dirigido “a todos los partidos políticos” para que saquen juntos la reforma de la administración local, de la vida municipal, de los Ayuntamientos. Pero hay muchas probabilidades de que el llamamiento no pase de ser un deseo. PSOE y PP dan por rotas las negociaciones por la defensa respectiva de posiciones irreconciliables. Ambas partes sí encuentran bases para ponerse de acuerdo en los sueldos de los alcaldes. Sólo eso.

Han sido casi un par de meses de negociaciones discretas al más alto nivel del PSOE y del PP pero no ha habido acercamiento en los asuntos trascendentales. "¿Por qué llaman racionalización a lo que es privatización ?", se preguntó el domingo el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, en un acto con alcaldes socialistas de Castilla–La Mancha, encabezados por el de Toledo, Emiliano García –Page. El argumento de la eficacia, el ahorro y la racionalización, llevan al PP a defender el paso de las competencias y del control a favor de las Diputaciones de los Ayuntamientos menores de 20.000 habitantes. Los socialistas replican que las Diputaciones no son órganos con capacidad para prestar servicios por lo que necesariamente tendrán que ejecutarlos empresas privadas.

Además del corte a la autonomía de los Ayuntamientos pequeños, no se aprecia en los planes gubernamentales la clarificación de las competencias para que no tengan que prestar servicios que no les son propios sino que serían de las comunidades autónomas. Actualmente los Ayuntamientos los ejercen sin contraprestación económica. No se aclara tampoco el futuro de las 1.032 mancomunidades, encargadas de ofrecer servicios a varios Ayuntamientos; la intención del Gobierno es eliminar muchas de ellas, en tanto que el PSOE quiere hacer una evaluación de las mismas antes de suprimirlas.

La reducción del número de concejales, hasta un 30% según la tesis inicial, no parece que llegará a ser tan elevada por la propia presión de alcaldes del PP. No obstante, el asunto irrita especialmente a los socialistas, como se ha quejado Rubalcaba y no se cansan de hacerlo los interlocutores del PP en el PSOE: Gaspar Zarrías, responsable de Política Municipal y Abel Caballero, vicepresidente de la Femp, y alcalde de Vigo. Los de Ferraz, como ha hecho Rubalcaba, se desgañitan en el afán de que se sepa que “el 80% de los concejales no cobra nada, por lo que no tiene sentido suprimir su representación”. El secretario de organización del PSOE ha advertido: “No vamos a permitir que se criminalice a los concejales”.

Este es el clima de distanciamiento total que no han podido superar socialistas y populares pese a la buena disposición al diálogo con el que empezaron las conversaciones. Javier Arenas, vicesecretario general del PP y Manuel Cobo, responsable de Política Municipal, junto al presidente de la Femp, Íñigo de la Serna, no dan todo por roto pero del lado socialistas señalan que no hay razones para el menor optimismo “porque el Gobierno no se ha movido nada“, señala Zarrías. También lo siente así el vicepresidente de la Femp, el alcalde socialista de Vigo, Abel Caballero, y así se ratifica después de la reunión de ayer los portavoces de la Femp, convocados por Íñigo de la Serna. De manera oficiosa se transmite que podría salvarse un acuerdo sobre los sueldos, aunque tampoco hay cifras, salvo que el salario máximo sería el de un secretario de Estado, en torno a 62.000 euros anuales. No obstante, algunos alcaldes señalan que un secretario de Estado supera esa cantidad en casi 40.000 euros, por lo que no entienden muy bien por qué se lanza desde el Gobierno esa cantidad.

No es este el asunto, sin embargo, que más preocupa a los portavoces ya que quisieran que el proyecto abordara la financiación de los Ayuntamientos, algo que no parece tampoco que se cierre en esta fase de conversaciones. Sí se reconoce que Iñigo de la Serna sus buenos oficios y su tesón por tratar de convencer al Gobierno que modifique sus postulados y que el proyecto de ley que presente sea asumible por la mayoría parlamentaria, lo que ahora es imposible. El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, asegura que su partido lo ha intentado pero “el acuerdo es imposible porque el PP ha tratado de imponer su modelo".

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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