_
_
_
_

“Llegamos a fin de mes porque mi suegra nos pasa 500 euros”

Considera útil que los trabajadores públicos se movilicen y se conozcan sus historias Ha sobrevivido durante meses con su sueldo de 900 euros y el subsidio de su marido

Maria del Mar Beamonte, funcionaria
Maria del Mar Beamonte, funcionariaCarlos Rosillo

María del Mar Beamonte tiene 44 años y ha pasado casi la mitad de su vida trabajando para la Administración. Empezó a trabajar en un Ministerio hace 18 años, en un puesto que no ha abandonado. Su sueldo, dice, no llega a los 900 euros. “Y eso sin contar con los recortes que todavía están por venir”, afirma. Su nómina se ha reducido unos 100 euros con respecto a lo que cobraba hace unos dos años debido a los recortes iniciados en 2010 y culminados en el último paquete de medidas de Rajoy.

Acaba de salir de trabajar del complejo gubernamental de Nuevos Ministerios en Madrid, donde solo pasan los empleados que entran y salen en el cambio de turno. Horas antes, en la zona se ha poducido una concentración de funcionarios indignados por los recortes, algo habitual durante los últimos días. Su tono al hablar de las reducciones de su sueldo y de la situación de sus compañeros también muestra cierta indignación.

“Nos bajan el sueldo cuando peor están las cosas”, dice. “En los últimos meses la vida se ha puesto más cara. Sube el recibo del agua, de la luz, la hipoteca…”. María del Mar vive con su marido y sus dos hijos. Ha notado, según comenta, problemas para llegar a fin de mes y pagar los recibos mensuales.

Culpa en parte a los bancos de haber llegado a esta situación. “Ahora pago 700 euros de hipoteca”, explica, “pero porque renegocié las condiciones con el banco”. Le ha costado conseguirlo, pero ve esta concesión como un pequeño alivio, unque con sus contrapartidas: “Pago algo más de 100 euros menos cada mes, pero me han alargado la hipoteca cinco años”.

Hace algunos meses, reconoce, su situación era todavía peor. Su marido, que trabajaba en las artes gráficas, era un parado de larga duración. “Ha conseguido trabajo. Desde este mes trabaja como barrendero", afirma. "Es un alivio tener dos sueldos en casa, porque su prestación por desempleo no era muy alta y mi sueldo no da para mucho”. Su marido cobraba 426 euros.

Hipoteca, recibos, recortes en el sueldo, un miembro de la familia en paro… Si en casa de María del Mar consiguen llegar a final de mes es gracias a la ayuda de otros parientes: “Mi suegra, que está jubilada, nos pasa 500 euros al mes”, afirma agradecida. “De no ser por ella no lo conseguiríamos”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sabe que su situación no es única y que muchos trabajadores están igual o peor que ella. Por eso piensa que la movilización de los funcionarios es útil. “Como yo hay 40.000 personas. No conozco a nadie que no tenga a alguien en paro o con estos problemas”, dice mientras se despide. “Por eso es bueno que se conozcan este tipo de historias”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_