PP y PSOE aumentan sus recelos en una semana clave para España

Arranca la semana del rescate —ya había sido anunciado, pero este lunes fue formalmente solicitado y ahora empieza la última fase, frenética, para negociar las condiciones— y los dos principales partidos españoles la encaran divididos. Al menos en el tono, que este lunes quisieron endurecer (a pesar de que hace solo cuatro días se pusieron de acuerdo en un asunto de fondo: la aprobación del plan de austeridad europeo). El Gobierno, con mayoría absoluta, no necesita acercarse al primer partido de oposición y lo deja claro en cada intervención pública; el PSOE sigue desarrollando su estrategia a dos bandas: ofertas de pacto y, a la vez, palabras fuertes contra el Ejecutivo y su presidente.

El primero en abrir el cruce de acusaciones fue el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, al rechazar la que consideró una muestra de “oposición radical” del PSOE: el recurso de inconstitucionalidad presentado por los socialistas contra la amnistía fiscal. En opinión de Montoro, el PSOE pretende “sembrar inseguridad jurídica” para que el Gobierno no alcance la recaudación prevista con esa medida, una estrategia en la que la oposición “fracasará”, auguró el ministro, informa Efe.

La secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, también criticó ese recurso presentado por el partido de Alfredo Pérez Rubalcaba al recordar que “el PSOE sí hizo dos amnistías fiscales” (en 1984 y 1991), y calificó la actitud de los socialistas de “demagogia sin límites”. La número dos del PP aprovechó su comparecencia tras la reunión del comité de dirección —marcada por los ya habituales mensajes de defensa del euro— para afear al comisario de Competencia de la UE, Joaquín Almunia, unas declaraciones que, a su juicio, socavan la imagen internacional de España.

Cospedal opinó que las manifestaciones del comisario europeo, que había alertado de que el rescate conllevará una mayor vigilancia sobre España y su banca, son “bastante de Perogrullo”, porque “obviamente, si se da el dinero a las entidades financieras, las entidades tendrán que responder de ese dinero”. “Como siempre, sus declaraciones parecen encaminadas a ayudar a España”, señaló en tono irónico.

El PP quiso rebajar, además, las palabras del socialista Rubalcaba, después de que este hiciera hincapié en la aportación socialista al acuerdo alcanzado en Roma entre los Gobiernos español, alemán, francés e italiano para introducir cambios en la política económica. “El partido socialista hoy gobierna en Francia, pero nada más”, recordó Cospedal al respecto, tras lamentar que en España no haya mayor colaboración en materia económica. “Esperábamos una actuación del PSOE más acorde con lo que ha dicho su secretario general”, dijo.

La secretaria general del PP reconoció que el líder del PSOE ha abogado en estos meses por la vía del diálogo, pero volvió a hacer referencia a la herencia recibida de José Luis Rodríguez Zapatero, y arremetió contra Rubalcaba por rechazar la reforma laboral: “El PSOE pide pactos, pero cuando se le ofrecen, los rechaza”.

En realidad, PP y PSOE sellaron el jueves pasado un importante acuerdo: votaron juntos en el Congreso el pacto fiscal europeo, el acuerdo de máxima austeridad por el que los países se comprometen a encorsetar su déficit, con sanciones previstas si no se respeta ese tope. El PSOE trató de introducir una enmienda en el texto para que este reclamara, junto a la austeridad, políticas de crecimiento (que implican gasto, inversión); el PP se negó y, aun así, Rubalcaba decidió votar a favor. Lo único que logró el PSOE fue el compromiso de los populares de que hoy se sumarán a una proposición no de ley que pide políticas de crecimiento; pero será un mero gesto, porque las proposiciones no de ley no son vinculantes y el pacto de austeridad sí lo es.

A pesar de ese acuerdo del jueves —que fuentes del PSOE defienden como parte de su apuesta por acordar con el Gobierno los grandes asuntos en un momento crítico, y porque “los socialistas de todos los países de Europa lo han firmado también”—, la dirección del PSOE ejerció también ayer su estrategia más dura. La portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, presentó por la mañana ante el Constitucional el recurso contra la amnistía fiscal; y a mediodía el secretario de Organización, Óscar López, compareció para denunciar la “chapuza en toda regla”, la “gestión pésima” que está haciendo el presidente, Mariano Rajoy, con el rescate.

“España es un gran país con un mal presidente en un momento muy importante”, dijo López, que volvió a acusar a Rajoy de generar “desconfianza dentro y fuera de España”. “Ha quedado mal con rescatadores y rescatados por contar verdades a medias. La palabra de Rajoy empieza a estar en entredicho”, prosiguió López. Rajoy había anunciado por la mañana que habrá “medidas difíciles” en los próximos meses, y por eso el número tres del PSOE se preguntó: “¿Quiere decir eso que el rescate sí tenía contrapartidas?”.

Fuentes de la dirección socialista aseguran, no obstante, que las relaciones con el PP no han empeorado en los últimos días, y atribuyen las declaraciones cruzadas de ayer al enfado de los populares por la presentación del recurso contra la amnistía fiscal. “Es verdad que las formas hoy han sido un poco ásperas, sobre todo las del PP, pero nada está roto ni mucho menos”, subrayan.