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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Salarios que no permiten vivir, solo sobrevivir

Los lectores y las lectoras escriben sobre el empobrecimiento de los trabajadores, los prejuicios machistas, los políticos xenófobos y la falta de regulación en internet de los contenidos producidos por ‘influencers’

Desigualdad de la vivienda en Madrid

Para mucha gente en España el sueldo ya no sirve para construir una vida sino que apenas es una cuerda para no hundirse. Se trabaja más, se aceptan cosas inaceptables y aun así el dinero no alcanza ni para ahorrar ni para independizarse porque cuando el salario se gasta en lo básico, no queda espacio para el futuro. Mientras la vivienda se dispara, los precios de lo más cotidiano no dejan de subir y los sueldos se quedan atrás, existe otro mundo paralelo desconectado de la realidad social que se vive en España, hecho de chalets y coches de lujo, fruto del dinero que los empresarios dejan de pagar a los trabajadores. Así nace la “pobreza laboral”: gente con empleo que vive al límite, contando euros, posponiendo planes, apagando calefacción, renunciando al ocio, a la salud y al descanso. Cuando España convierte la supervivencia en un privilegio, ocurre lo inevitable: los trabajadores valiosos se marchan. Ya no por ambición, sino por dignidad, porque nadie debería tener que elegir entre trabajar en España o vivir de verdad.

Luis Mariano Moreno Ecija. Getafe

Sobremesa machista

Mi madre siempre me pide que no hable de política en la mesa. Pero me lo pide solo a mí. Si mi hermano se pone nostálgico de Franco no pasa nada. Si mi padre insulta a los socialistas no pasa nada. Este año me han dicho que haga “de tripas, corazón”. ¿Qué pasa si no quiero sentarme a la mesa en Navidad con quienes arremeten contra mis derechos? Creo que lo que mi madre intenta decirme es que las señoritas no deberían meterse en las conversaciones airadas de los hombres, o alguna patraña similar.

Laura Elías Fernández. Atienza (Guadalajara)

Nadie sin futuro

Después de ver el documental Flores para Antonio salí del cine tarareando No dudaría. Recordé que con la letra de esta canción comenzábamos las reuniones del grupo de sensibilización cuando trabajaba en Cáritas. Por ese tiempo, hace ya 20 años, como responsable de comunicación y sensibilización difundía la campaña de esta ONG, bajo el lema: “Nadie sin futuro”. Entonces no se cuestionaba este mensaje. Hoy observamos con incredulidad cómo algunos grupos, algunos de ellos políticos, deshumanizan a las personas migrantes. Recurro a la canción de Antonio Flores una y otra vez como un clavo ardiendo, deseando que este canto a la paz, a la vida y a la tolerancia les conmueva.

Ana Belén Pérez. Soria

La casa de la guasa

Desde hace días, en mi scroll diario de Instagram me salen publicaciones de gente encerrada en un reality dirigido por dos influencers. Por respeto a los lectores no voy a describir las imágenes, pero son escenas de humillación y violencia que en cualquier cadena hubieran provocado una caída de la publicidad y más de una denuncia. Al parecer, al emitirse este “espectáculo” por internet, no se le aplican las mismas reglas de juego que a los medios convencionales, con respecto a los horarios de protección, consumos, publicidad o restricción por edades. Si el autocontrol no funciona, ¿ha llegado la hora de poner alguna puerta al campo?

Manel Mora Aragón. Terrassa (Barcelona)

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