Ir al contenido
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Alicia Keys o la hipocresía de las ricas interseccionales

Qué decepción me he llevado al descubrir que una cantante tan poderosa, que creía feminista, se haya prestado a blanquear la dictadura misógina saudí

Najat El Hachmi

Se diría que hay algo en la acumulación ingente de dinero que conlleva cierto grado de psicopatía. No hay que ser asesino en serie para entrar en tal categoría, según los psicólogos es cualquiera incapaz de ponerse en el lugar del que sufre, de conmoverse por el dolor de los demás. No sé si los ricos muy ricos nacieron así o si este sistema en el que se venera la capacidad monstruosa de inflar las propias cuentas fomenta este rasgo tan dañino. Escribo esto después de haber visto el documental Arabia Saudí: el reino al descubierto. En él se denuncian los múltiples abusos y vulneración de derechos que sufren quienes viven bajo el régimen de Mohamed Bin Salmán, ese príncipe supuestamente moderno agasajado y admirado por Donald Trump y a cuya vera se sientan tantos adinerados miopes ante la realidad sobre la que flotan sus millones. Vemos las terribles condiciones de esclavitud en las que viven los trabajadores inmigrantes en el país, entre ellos muchas empleadas del hogar, la violencia con la que se reprime cualquier manifestación u oposición y el encarcelamiento de mujeres en lo que es un auténtico Estado policial. Ojalá Rafa Nadal, que en su día dijo que en la petrodictadura no veía más que cosas buenas, le eche un vistazo al documental y se dé cuenta de lo terrible que es el país con el que trata.

Una de las voces del documental es la de una joven que tiene a su hermana en prisión y no consigue contactar con ella, no sabe en qué condiciones vive. ¿Su delito? Haber subido a redes sociales vídeos en los que defiende su derecho a ir vestida como quiera. Lo más sorprendente del caso es que alguna de las grabaciones que les han traído tantos problemas a ambas hermanas las hicieron en un concierto de celebración del día de la mujer en el que participó Alicia Keys. Qué decepción me he llevado al descubrir que una cantante tan poderosa, que creía feminista, se haya prestado a blanquear esa dictadura misógina. “Me inspira enormemente conectar de forma significativa con las mujeres increíbles que están allí para hablar sobre las narrativas culturales, creativas e innovadoras...”, dijo para justificar su contribución a la opresión de las saudíes, un lenguaje vacío que parece igualitario pero no es más que cacofonía queda bien. Keys es solo una muestra de la genuflexión de estrellas deportivas, artistas, empresarios y gobiernos ante Bin Salmán pero su caso es más grave porque es mujer, no blanca, “racializada”, interseccional y todo ese blablablá inútil.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Najat El Hachmi
Escritora catalano-rifeña, nacida en Beni Sidel (Marruecos) en 1979. Licenciada en filología árabe por la UB, ganadora del premio Ramon Llull con 'El último patriarca' (2008) y del premio Nadal con 'El lunes nos querrán' (2021). Autora del ensayo 'Siempre han hablado por nosotras'.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_