Barcelona deja X… pero no del todo
El Ayuntamiento de la capital catalana mantendrá sus cuentas solo para emergencias, alertas meteorológicas y tráfico
Dice una de las frases más sobadas de todos los tiempos que menos de cinco contradicciones es dogma. Siguiendo esa relación causa-efecto, aquí estamos a salvo. Somos la veleta cuando sopla el viento, el junco cuando toca doblarse. Si un día (o muchos) se desea salir de X a la desesperada, al siguiente, cuando el Ayuntamiento de Barcelona anuncia que cierra 80 (¡!) cuentas institucionales en esa red, se sueltan gritos desesperados: “¿Dónde se miran ahora las actividades del distrito para colocar a la niña el fin de semana?”. “¿Cómo se sabe la charla semanal que dan en la biblioteca?”. “¿A qué cuenta se interpela públicamente para quejarse y lograr casito?”.
Aunque se disimule en público, no es sencillo mantener alto el pabellón de la coherencia. Seguro que la periodista Julia Otero se enorgullece cuando tuitea que se va “con la música (y la letra) a otra parte” y deja “por tiempo indefinido X”, pero por dentro sufre por ese millón de seguidores a los que abandona a su suerte. Al final, como explica Ramón Espinar en Bluesky —¡Vénganse! ¡Aún aguantaremos un par de meses más ahí!—, no solo se deja X; también se renuncia a “años de esfuerzo para construir un espacio propio en internet desde el que comunicar” que ahora toca reconstruir en otro lugar.
La cuestión es que el Ayuntamiento de Barcelona anunció este lunes que se va de X, con lo que se convierte en la primera gran ciudad española que toma una decisión semejante. “Los barceloneses y barcelonesas, y todo el mundo que nos visita, tienen derecho a recibir una información veraz y honesta que hoy, la red social X no garantiza”, escribió a las ocho de la mañana (con una sangrante coma entre sujeto, la red social X, y predicado, no garantiza, aquí corregida). La decisión se concretará en un decreto de alcaldía que firmará el alcalde, el socialista Jaume Collboni, y se hará efectivo a partir del viernes.
Pero el Consistorio ha introducido una salvedad: mantendrá activa la cuenta de @bcn_ajuntament como “canal de emergencia”. Lo dedicará “exclusivamente” a emergencias, alertas meteorológicas y afectaciones de la movilidad. Suma 266.000 seguidores, que probablemente continuarán y crecerán. En el camino abandonará a cerca de un millón de usuarios, repartidos entre perfiles muy activos, como @barcelona_cat, con 430.000, o muy exóticos, como @pladebarrisBCN (1.300 seguidores) o @BCNJustGlobal (1.400). Así que abandona el espacio construido durante años, pero no del todo. Cuando lo necesite, podrá tuitear, sin que nadie corra a reprocharle ¿¿pero tú no te ibas??
📢 Els barcelonins i les barcelonines, i tothom que ens visita, tenen dret a rebre una informació veraç i honesta que avui, la xarxa social X, no garanteix.
— Ajuntament de Barcelona (@bcn_ajuntament) January 27, 2025
Per això, l'alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, signarà un decret perquè l'Ajuntament tanqui els seus comptes a X. pic.twitter.com/30Ta4M0Lbz
“En comunicación de crisis, está claro que todavía no tenemos alternativa a X”, reflexiona la periodista Patrícia Plaja, premiada por la gestión comunicativa de los atentados de Barcelona y Cambrils en 2017, cuando era la responsable de comunicación de los Mossos d’Esquadra. Esos días, la cuenta institucional de la policía catalana en X marcó el ritmo informativo. Plaja considera que es una decisión inteligente mantener los perfiles del Ayuntamiento de Barcelona, por si ocurriese algo de manera “sobrevenida” que necesitase una comunicación en vivo. El resto de las redes sociales, insiste, no son igual de prácticas ni se dirigen al mismo perfil de seguidor (en X, se informa de una tacada a miles de periodistas). “A diferencia de otras redes, ni siquiera hace falta estar inscrito”, añade.
Y, pese a todo, a media tarde de este jueves, la publicación en X de @bcn_ajuntament se quedaba en 300.000 visualizaciones. Casi la misma repercusión del vídeo de TikTok reposteado por @elojoquetodolov, bajo el título “Tus amigas piden a todos los niños con los que te has liado un vídeo felicitándote”. Ojalá uno de esos en todas las fiestas del 40 y el 50 cumpleaños, ahora tan de moda. Sería una forma positiva y, con suerte larga, de celebrar la entrada en la verdadera edad dorada: con los ex cada vez más lejos y la jubilación cada vez más cerca.
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