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Cartas a la Directora
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Propósitos de enero para la España vaciada

Los lectores escriben sobre el futuro de los jóvenes en las zonas rurales, las trabas administrativas a las que se enfrentan los demandante de asilo, el apoyo armamentístico de EE UU a Israel y el consumo de alcohol

Un hombre camina por las calles desiertas de un pueblo de la provincia de Soria, en Castilla y León (España).
Un hombre camina por las calles desiertas de un pueblo de la provincia de Soria, en Castilla y León (España).Nacho Izquierdo

Las personas que nacimos en ciudades pequeñas, como Palencia, en Castilla, tenemos una probabilidad muy alta de acabar en otro lugar, solo por haber nacido allí. He vivido en ocho ciudades y cinco países diferentes, pero nunca me acostumbraré a no emocionarme al leer un WhatsApp de mi familia: “la próxima será contigo” ante un roscón o un brindis. Siempre que estoy en el avión, cuando me voy, me pregunto: ¿y si vuelvo? Pero al ver el poco interés de nuestra comunidad para que los jóvenes volvamos a nuestra tierra y tengamos oportunidades profesionales de calidad, es inevitable pensar que esos próximos momentos con mi familia también serán digitales. Yo sé que ya no volveré, pero espero que enero, un mes de propósitos, sirva para que las comunidades envejecidas, la España vaciada, y la meseta de España, tengan como propósito buscar lo mejor para miles de jóvenes que se van cada año y no vuelven nunca, porque ¿cómo resistirán si no?

Mario Ortega Inyesto. Barcelona

Doble injusticia

Huir de la guerra y encontrar rechazo es una doble injusticia. Personas como Ahmed, un refugiado palestino de cuya historia se hizo eco EL PAÍS, han dejado atrás su hogar y sus seres queridos por culpa de un conflicto que no les deja opciones. Llegan a España buscando seguridad, pero aquí se enfrentan a un limbo administrativo que les dificulta acceder a derechos básicos como el trabajo o la vivienda. Me pregunto cómo podemos hablar de derechos humanos si no somos capaces de atender a quienes más lo necesitan. No es justo que alguien que lo ha perdido todo tenga que esperar meses solo para ser escuchado. España debería agilizar los trámites y tratar con dignidad a los refugiados. Estas personas no vienen a quitarnos nada; solo buscan un lugar donde vivir en paz.

Éric Gómez Fernández. Castelldefels (Barcelona)

No hay calificativo

Que Biden haya condecorado con la Medalla de la Libertad al chef José Andrés es inaudito y merecido. Sería admirable si la ceremonia no hubiera tenido lugar el mismo día en que el aún presidente refrendaba su apoyo militar a Israel con 8.000 millones de dólares más en armamento. Dicho ejército bombardeó al equipo del chef recientemente mientras prestaba servicio en Gaza, asesinando a siete miembros. No me imaginaba que, después de perder la presidencia frente a Trump, Biden iba a aprovechar sus últimos coletazos para recrudecer lo que cada día se parece más a un genocidio, para lo cual no encuentro calificativo.

Daniel Barroso Domínguez. Madrid

Dejar el alcohol

A mis 71 años y habiendo sufrido varias depresiones, estoy contenta de haber tomado la decisión de no beber más alcohol. Cuando bebía me sentía empoderada, alegre. Durante mucho tiempo era para mí inconcebible dejarlo, aunque creía que tampoco bebía mucho, un par de copas de vino, una cerveza... La presión social ligada a ese consumo en nuestra cultura es enorme y aunque sea adictivo, no lo vemos como tal. El efecto de empoderamiento que proporciona el alcohol es solo un engaño del cerebro porque en realidad deprime y empeora la salud mental.

Carmen Esplandiu Feliu. Estaon (Lleida)

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