Hay que recordarlo

Soy uno de los nueve millones de españoles jubilados o en edad de jubilarse, uno de esos que vivimos bajo la dictadura con plena conciencia y nunca olvidaremos la inmensa alegría y esperanza con que recibimos la muerte del dictador. Por fin se acababa aquel largo tiempo de silencio y miedo y se abría una nueva etapa hacia la libertad por la que hubo que seguir luchando unos años aún, arriesgándose a ser detenido, torturado, expedientado, expulsado del trabajo o de los estudios. A riesgo incluso de la propia vida. Pero a Feijóo, que tenía 14 años el 20-N, le da pereza que hablemos de ello, y dice que solo es un truco del Gobierno. No debemos frivolizar ni minimizar —y mucho menos ensalzar— la dictadura que suprimió por la fuerza todos los derechos civiles y democráticos y que cortó de raíz cualquier atisbo de igualdad entre los hombres y las mujeres, sometidos durante 40 años a la voluntad personal de un dictador que logró mantenerse en el poder hasta su muerte. Solo evitaremos que algo así vuelva a pasar si lo recordamos nosotros y se lo contamos a los más jóvenes.

Luis de Luxán Meléndez. Porrúa-Llanes (Asturias)

Empleo sí, pero no solo

El editorial de EL PAÍS del pasado 4 de diciembre era contundente: Cifras de empleo extraordinarias. Que el empleo crezca en España cuando era algo inaudito hasta hace muy poco tiempo, que ese crecimiento lo haga asumiendo a la mujer como parte imprescindible de la fuerza de trabajo y que no solo crezca en el sector servicios, es sin duda una magnífica noticia. Pero, si esto no viene acompañado de avances revolucionarios en los derechos a la vivienda, la educación y la sanidad, estaremos cayendo en un resultadismo que puede hacer mucho daño a la democracia. Ahí está el porcentaje de jóvenes que no sienten apego por ella. Lo anterior quizás no cree más afección juvenil hacia la democracia, pero, sí ayudará a generarla. Solo la democracia puede salvarse a sí misma.

José Manuel García Ibáñez. Sevilla

Condicionados por la inflación

Como estudiante, la inflación no es solo un número que escucho en las noticias, la veo en mi día a día. Antes no necesitaba mucho dinero para poder salir con amigos o comprar lo que necesitaba. Ahora todo cuesta más, desde un café hasta el transporte. Esto nos obliga a cambiar hábitos: salir menos o buscar alternativas más baratas. Incluso el futuro se siente más impredecible, con la universidad y otros planes dependiendo de costes que no dejan de subir. La inflación no es algo lejano: moldea nuestras decisiones cada día.

Sara Escoriza Vivas. Viladecans (Barcelona)

Apoyo vergonzoso

Biden deja la Casa Blanca, no sin antes notificar al Congreso de EE UU el envío de 8.000 millones de dólares en armamento a Israel. Tal vez al mandatario, muy dado a la doble vara de medir, le parezca baladí los más de 45.000 civiles palestinos asesinados en Gaza, miles de ellos niños, por el ejército israelí con el apoyo armamentístico estadounidense, así como los ataques a hospitales, campos de refugiados y asesinatos de periodistas. Y el próximo 20 de enero toma el relevo Trump…

Francisco José Eguibar Padrón. Madrid