La derecha, a favor de la amnistía
El PP copia en su enmienda a la totalidad el lenguaje ultra de Vox, sus latiguillos menos elegantes, y le roba su propuesta más montaraz
La derecha democrática está a favor de otorgar amnistías, también en democracias consolidadas. Así lo practicó el gaullismo francés con los militares golpistas de la OAS, a los que dio sucesivas medidas de gracia parciales. O el conservadurismo inglés, embarcado ahora en pasar la última pantalla de las turbulencias norirlandesas mediante una amnistía que complete las anteriores, dictadas desde el Acuerdo de Viernes Santo de 1998.
Si leen la enmienda a la totalidad —de la proposición española de amnistía— tramitada por el PP para la sesión parlamentaria de este miércoles, no reconocerán ni a un partido conspicuo ni a esas derechas democráticas. Su tosco estilo abunda en calificativos como “burdo”, “amenaza”, “regresión” o “reproche”. Incluye discordancias entre sujeto y verbo, sortea el punto-y-aparte y abusa del gerundio. Y postula ilegalizar partidos rivales, contra la trayectoria de la Transición y la encarnadura constitucional.
Es, así, un texto que copia el lenguaje ultra de Vox, sus latiguillos menos elegantes. Y le roba su propuesta más montaraz, una indigna pena para el votante conservador digno.
Una vez el partido de Fraga ha dejado claro en la calle su áspero desacuerdo con la medida, podría imitar a las derechas democráticas europeas, e intentar enmendar parcialmente la proposición de ley, en vez del abismal no a todo. Quizá así la mejoraría. O al menos pondría en más sofisticado apuro a la coalición gubernamental. Si hiciera como en Francia y Reino Unido: otorgar una gracia parcial, o someterla a requisitos de residencia, o condicionarla a compromisos de sus beneficiarios, como el de no reincidir en sus actuaciones pretéritas.
De una sola carambola se situaría además en un perfil más centrado, menos gemelo al de sus socios. Pero para eso se requiere albergar un certaine idée actual del propio país, como se enorgullecía en proclamar Charles De Gaulle. O atesorar una tradición pespunteada de cierta generosidad liberal, como intenta el partido tory mediante el concepto de compassion: compartir pasión, en vez de expandir inquina.
No lo pretende este PP. También militó contra los indultos, contra los que interpuso recursos judiciales, que ahora olvida. En las cuestiones catalanas su doctrina es palo, jamás zanahoria. Hasta un falangista de piel como Josemari Aznar fue menos torpe. Cuando hubo menester... de votos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.