_
_
_
_
Cartas a la Directora
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Sociedad anumérica

Los lectores escriben sobre el escaso conocimiento científico de algunos periodistas, la mirada masculina sobre la mujer, la diversidad lingüística y la salud mental

Fórmulas matemáticas en una pizarra.
Fórmulas matemáticas en una pizarra.Artturi Jalli

Estamos acostumbrados a que en España incluso personas teóricamente cultas muestren una profunda ignorancia respecto a temas de ciencia básica, pero hay veces en que sus manifestaciones rozan el esperpento. El otro día, por ejemplo, escuché en la radio que decían que los embalses de la Comunidad de Madrid habían ganado estos días dos hectómetros cúbicos, aclarando a continuación que eran 2.000 litros. Aunque cualquier escolar de primaria sabe —en la actualidad tengo mis dudas— que dos hectómetros cúbicos son ¡2.000 millones de litros!, pensé que se trataba de un lapsus. Sin embargo, en el programa siguiente se repitió el incidente en los mismos términos. ¿Nos imaginamos el ridículo de un ministro de Economía diciendo que las exportaciones han aumentado en 2.000 euros cuando realmente lo han hecho en 2.000 millones de euros? La ciencia es patrimonio de todos y su conocimiento y disfrute derecho y deber a la vez. Los medios de comunicación deberían ser ejemplo de un uso correcto de los conceptos científicos elementales, no de lo contrario.

Félix Gálvez Ponce. Arroyomolinos (Madrid)

Mirada masculina

Las mujeres somos listas, que no inteligentes. Espabiladas, que no resolutivas. Somos histéricas, dramáticas, obsesivas, celosas, depresivas, emocionales, lloronas, instintivamente maternales, egocéntricas, quejicas, el sexo débil, el sexo fatal, el sexo inferior, el segundo sexo, como diría Beauvoir. Se habla del espacio doméstico, pero no del espacio domesticado. Se habla del cuerpo sujeto, pero no del cuerpo sujetado. Se habla de la subyugación, pero no de la mujer subyugada. Se habla de la mujer dócil, pero no de la mujer docilizada. Todo se ve a través de los ojos del hombre, una mirada que ha hecho de la mujer, de su anatomía y de su vida, algo insignificante.

Rosa Segarra Montero. Valencia

Diversidad lingüística

Estamos en 2023 y todavía hay gente realmente sorprendida, molesta incluso, de que en España se hablen otras lenguas: están atónitos. Creían que solo las hablaban en el mercado las señoras de los pueblos. No creían, por ejemplo, que los niños las estudiaran en las escuelas, que leyeran novelas cultas escritas en ellas, que recurrieran a ellas para hablar con sus familias desde que nacieron, que las utilizaran para ejercer cualquiera de sus derechos en el Ayuntamiento de su localidad. Creen, de verdad, que el español es lo común para los demás, lo primero que a todos nos viene a la mente a la hora de expresarnos, porque claro, ¡estamos en España! ¿Cómo no puede uno en España pensar y hablar y sentir en español por defecto?

Julia Salas Ballesteros. Valencia

La soledad es mortal

Soy un enfermo mental y siento que contando mi historia puedo ayudar a mucha gente. He tenido muchos diagnósticos a lo largo de mi vida empezando por autista-asperger, seguido por un episodio delirante agudo, depresión y ahora, trastorno bipolar. A pesar de todos estos diagnósticos, puedo decir que he tenido una vida cumplida: carrera de informática, máster de psicología, hablo francés e inglés, y he tenido pareja durante seis años. Cuento todo esto para que, si alguien ha sufrido mis vivencias, se sienta menos solo porque la soledad, en el contexto de la salud mental, es mortal.

Joan Capell Gracia. Lleida

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_