Hasta el ChatGPT sabe más de cómo evitar suicidios
El caso de las dos gemelas que se tiraron por la ventana de su casa en Sallent (Barcelona) nos recuerda todo lo que está fallando en una sociedad en la que se multiplican las autolesiones y suicidios de jóvenes
El ChatGPT y las herramientas de inteligencia artificial están creciendo tan rápidamente y el entusiasmo se extiende a tanta velocidad que choca comprobar cómo la humanidad va tan lenta.
Cuando el diputado Íñigo Errejón propuso en 2021 poner el acento en los problemas de salud mental, las carcajadas del PP en el Congreso se oyeron en todos los rincones. “¡Vete al médico!”, le llegó a espetar el popular Carmelo Romero en una de esas frases que —aunque viniera seguida de disculpas— pasan a la historia porque reflejan lo que los políticos tienen dentro de verdad, sin filtros. Como la “gente de bien” de Feijóo.
Aquella llamada de atención sobre los problemas de salud mental sigue luchando por abrirse paso y el Congreso aprobó el jueves por unanimidad un permiso laboral retribuido para familiares en situaciones de riesgo de suicidio, también iniciativa de Errejón. Bien hecho.
La realidad, sin embargo, lleva su propio ritmo y el caso de las dos gemelas que se tiraron por la ventana de su casa en Sallent (Barcelona) nos recuerda todo lo que está fallando en una sociedad en la que se multiplican las autolesiones y suicidios de jóvenes, y el acoso escolar sigue vivo generación tras generación a pesar de todos los protocolos. Los estudios confirman que buena parte de los adolescentes están desanimados, inseguros, con problemas de autoestima. El enganche a los móviles arrastra hasta casa, hasta la habitación y hasta altas horas de la noche la herramienta de acoso e infelicidad que asola a muchos de ellos. Y la pandemia solo ha ampliado el peligro.
“¿Se podía haber evitado el suicidio de Sallent, Barcelona?”, preguntamos al ChatGPT. Y la herramienta nos responde: “En general, es posible prevenir muchos suicidios mediante la identificación temprana de los factores de riesgo, la intervención temprana y el acceso a recursos de apoyo adecuados”.
Confirmado: la inteligencia artificial sabe lo necesario. Y lo sabe porque es obvio y porque lo habrá aprendido a partir del conocimiento existente de profesionales y protocolos. Pero que sea evidente no significa que lo hagamos posible y ahí es donde entran los gobiernos y autoridades, más entretenidos a veces en disquisiciones menores que en los problemas reales de la gente. Todo falló ante unas niñas de las que, según recogen los testimonios, se reían los compañeros del colegio, especialmente cuando una de ellas expresó su transexualidad. Sorprende la rapidez con que la Generalitat y otras autoridades negaron el acoso a las niñas. Ojalá todos hubieran sido más rápidos en identificar, intervenir y prestar apoyos adecuados. Hasta el ChatGPT lo sabe.
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