El acento neutro no existe y forzarlo es glotofobia
Sea de forma autoimpuesta o natural, la manera de hablar se suaviza cuando uno cambia de residencia y se rodea de personas con diferentes acentos
“Si intentas encontrar mi acento murciano, no lo vas a encontrar. (...) Desde pequeñito, yo tuve la idea de que el acento murciano... pues no era lo mejor”, afirmaba el youtuber TheGrefg en un corte del vídeo ‘50 cosas sobre mí’, publicado hace cinco años y que rescató el usuario @nosoymafranpe esta semana en Twitter. Grefg reproducía a continuación una nota de voz que le había enviado un amigo (este sí, con acento murciano) para mofarse de su forma de hablar. Naturalmente, las críticas no tardaron en aparecer. Más de un millón de usuarios han visto el tuit y entre los mensajes que lo comparten, muchos destacan que no hay mayor vergüenza que renegar de tus raíces. No sé si el youtuber sentirá desprecio por sus orígenes, lo que sí tiene es glotofobia, es decir, discrimina a causa de la forma de hablar.
A mí me pidieron "disimular un poco" mi acento andaluz en un podcast. Llevad el vuestro con orgullo, seáis de donde seáis. https://t.co/osG5T5F5bp
— Juan Luis Daza (@juanluisdaza82) February 7, 2023
“Viva la diversidad de acentos. Si tenéis un acento no lo tapéis, que es lo más bonito del mundo”, tuiteó @fitabaldominos citando el vídeo de TheGrefg. Otro usuario, @juanluisdaza82 contó una experiencia personal en la que le censuraron su habla: “A mí me pidieron ‘disimular un poco’ mi acento andaluz en un podcast. Llevad el vuestro con orgullo, seáis de donde seáis”. Eso mismo sufrió la escritora y periodista Sabina Urraca. Lo relató en el suplemento Ideas hace unos meses; “Me presenté al casting del grupo de teatro de la universidad. La casa de Bernarda Alba. El director me detuvo a la segunda frase. ‘¿A ti te parece que Angustias podría ser canaria?”. Desde entonces, como le ocurrió a Juan Luis Daza y a muchos otros, su deje canario se fue convirtiendo en el español neutro “de las noticias”, algo que, seamos sinceros, es totalmente artificial.
Sea de forma autoimpuesta o natural, la manera de hablar se suaviza cuando uno cambia de residencia y se rodea de personas con diferentes acentos. Me ha pasado a mí: nací en Murcia y, aunque mi acento no era tan marcado como el de algunos familiares y amigos, ahí estaba. Tras más de 10 años viviendo en Madrid y convivir con gallegos, asturianos, andaluces, riojanos, leoneses y castellanos, mi habla ha cambiado y ahora casi nadie sabe de dónde soy, mi murciano está oculto bajo capas de otros acentos.
Entre las cosas que podemos (o deberíamos) reivindicar en España está la riqueza de lenguas y, por qué no, de hablas y acentos. No hay nada más bonito y enriquecedor que escuchar el acento manchego de la cantautora Rozalén; las comparecencias de la ministra María Jesús Montero; las crónicas con deje canario de Nicolás Castellano en la Cadena SER; notar el murciano del cómico Miguel Maldonado; ver los vídeos de la gallega @grtamara en TikTok y los del escritor y traductor extremeño Aníbal Martín, que reivindica en Twitter el patrimonio lingüístico extremeño. Y no solo los españoles. ¿Hay alguien que lea las columnas de Leila Guerriero con acento neutro? Guerriero escribe con su forma de hablar, escribe en español argentino. Ese patrimonio hay que valorarlo como merece.
Uno de los clichés lingüísticos sobre los extremeños (y andaluces) es que «nos comemos letras», referido normalmente a la d intervocálica. Pero con la misma lógica podría afirmar que otras hablas «se comen» la h aspirada de higu o mohu, la b de lombu o lambel, o la i de quiciás.
— Aníbal Martín (@anibal_mb) February 8, 2023
Este miércoles, Aníbal Martín, tuiteó un ejemplo de glotofobia que viven los que hablan un español que suena diferente: “Uno de los clichés lingüísticos sobre los extremeños (y andaluces) es que ‘nos comemos letras’, referido normalmente a la d intervocálica. Pero con la misma lógica podría afirmar que otras hablas ‘se comen’ la h aspirada de higu o mohu, la b de lombu o lambel, o la i de quiciás. Es una chorrada como una casa, pero la llevo oyendo toda la vida”. “Tú sabes por qué a mí se me entendió en todo el mundo, ¿no? Por el acento”, decía el deepfake de Lola Flores en un anuncio de cerveza de hace unos años. Defendámoslos.
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