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ANATOMÍA DE TWITTER
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Jack Dawson sí cabía en la tabla

James Cameron ha dejado claro que, aunque volviera atrás, el protagonista de ‘Titanic’ moriría de nuevo.

Titanic
Leonardo DiCaprio, como Jack Dawson, y Kate Winslet, como Rose Dewitt Bukater, en ‘Titanic’.
Nuria Labari

“Parece broma, pero no lo es. National Geographic estrena este domingo un documental sobre TITANIC centrado en si Jack podría haber sobrevivido subiéndose a la tabla con Rose. James Cameron recreará con su equipo 4 situaciones y modelos diferentes para zanjar la discusión por fin”, anuncia @levmauc. Y no, no es broma. Han pasado 25 años desde el estreno de Titanic, y el debate sobre si su protagonista pudo o no haberse salvado sigue inundando las redes de memes y teorías. Tanto, que James Cameron y su equipo se han animado a realizar un análisis forense de las opciones de supervivencia que tenía. El documental se ha estrenado, y Cameron reconoce por fin que sí, que Jack pudo haberse salvado.

El estudio ha confirmado que la tabla que se ve en la escena final se hubiera hundido con los dos enamorados encima, pero ambos podrían haberla compartido dejando medio cuerpo fuera, aunque es difícil saber cuánto tiempo habrían sobrevivido. Con todo, Cameron ha reconocido que, si pudiera volver atrás, usaría una tabla más pequeña para evitar la discusión. Aunque la gran novedad es que el análisis demuestra que existió una opción sencilla para que Jack sobreviviese. Bastaba con que Rose, una vez a salvo, le prestara su chaleco salvavidas y que él se estabilizara y aguantara hasta que el rescate regresara. Cameron ha dejado claro que, aunque volviera atrás, Jack moriría de nuevo. “Es como Romeo y Julieta. Es una película sobre el amor, el sacrificio y la muerte. El amor se mide por el sacrificio”, ha dicho. Puede parecer una broma, pero de nuevo no lo es: la historia de amor del siglo (XX) termina con la muerte de uno de los amantes porque así es más romántica.

Porque claro, si salvas a Jack, te cargas el mito del amor. Y si quieres un amor al que no dañe el tiempo, lo recomendable es que muera en su punto álgido. Y como por sí mismo no muere, es necesario matar a uno de los protagonistas. Romanticismo sanguinario sí, pero eficaz. Nadie quiere ver a Romeo y Julieta casados, con hijos, enfadados o, peor aún, hastiados. Pero, desde mi punto de vista, lo más increíble es que James Cameron ha añadido que intentar salvarse iría en contra de la forma de ser de Jack, quien no habría querido hacer nada que pudiese poner en peligro a Rose. Una condena que conecta con un mito de “masculinidad tonta” tan supuestamente romántica como taquillera. Hay que ser muy idiota (o “muy hombre”) para pensar que la persona a la que amas estará más segura si entregas la vida por ella que si te salvas. Pero así es como funciona el mito masculino que llega hasta hoy.

Así, en la recién estrenada Avatar 2 (dirigida también por Cameron), los amantes azules —Jake Sully y Neytiri— sobreviven a su amor y aparecen casados y con cinco hijos. Cambia la representación del amor, pero no la masculinidad que atraviesa el ideal. El exmarine Jake Sully será un padre de familia rígido y anticuado que repite el mismo mantra durante toda la peli: “Un padre protege a su familia”. Una clase de protección ajena al cuidado y a la empatía que le hará maltratar a sus hijos y perder a uno de ellos. Pasan los años, cambian los espectadores, cambia hasta el amor, pero ahí siguen los pobres Jake y Jack, convencidos de que serán mejores hombres si están dispuestos a morir por los que aman. A cuidar, Cameron, queremos hombres dispuestos a cuidar. Apúntalo para Avatar 3. Y recuerda: Jack sí cabía en la tabla.


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Sobre la firma

Nuria Labari
Es periodista y escritora. Ha trabajado en 'El Mundo', 'Marie Clarie' y el grupo Mediaset. Ha publicado 'Cosas que brillan cuando están rotas' (Círculo de Tiza), 'La mejor madre del mundo' y 'El último hombre blanco' (Literatura Random House). Con 'Los borrachos de mi vida' ganó el Premio de Narrativa de Caja Madrid en 2007.

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