No hay oportunidades más allá de los 35
Los lectores opinan sobre la ausencia de oportunidades más allá de los 35 años, la ley educativa, el derecho a abortar, y sobre el caso de Gabriel Plaza y los estudios de filología
La respuesta obvia sería sí, pero la real es un no tan grande como la pared contra la que vas a chocar cuando intentes alcanzar alguna oportunidad pasados esos dos malditos números. Cumplí 36 años y para la mayoría de instituciones, becas, ayudas y concursos, soy mayor. Se acabaron los beneficios en la cuenta del banco, el descuento en el transporte, los programas de talento profesional. Puede que en otros tiempos, a los 35 años la vida estuviera resuelta. Sin embargo, en 2022, lo más probable es que estés buscando un trabajo que te permita algo más que sobrevivir, no tengas un piso en propiedad ni un coche y es posible que, si decides aventurarte en el mundo freelance, estés cobrando en B porque tus ingresos no te permiten darte de alta como autónomo. Los jóvenes necesitan oportunidades, sí, pero los mayores de 35 seguimos siendo jóvenes y las necesitamos aún más porque nos son constantemente negadas. Nos encontramos en un limbo temporal que nos excluye: ni menores de 35, ni mayores de 45.
Lucía Cuesta García. Gijón
¿A quién le importa la educación?
No a los políticos que anteponen ideología, ruido mediático e intereses partidistas al necesario pacto educativo que todos (excepto ellos) reclamamos. Familias, alumnos, profesores y editoriales sufrimos otra nueva ley educativa, fruto de las prisas por dejar el sello de quienes gobiernan. En pleno curso escolar se han modificado los criterios de evaluación y promoción; en el mes de abril se publica el currículum de Secundaria y Bachillerato y prácticamente finalizado el curso muchas autonomías siguen sin concretar los contenidos a impartir. Que nadie se equivoque, la educación no interesa ni a los unos ni a los otros; solo importa camuflar el deterioro educativo, porque es mejor distraer y gobernar a analfabetos que formar a ciudadanos. ¡Qué triste!
Victoria Guerrero González. Alcalá de Henares (Madrid)
Es nuestro derecho
Les quedará la conciencia ultraconservadora y retrógrada más tranquila, pero imagino que saben que las mujeres seguirán abortando. Porque es su derecho. Se aborta por distintos motivos y ninguno es agradable. Pero es nuestro derecho. En España, todavía en los ochenta, no se podía abortar legalmente, pero sí ilegalmente. Había clínicas que practicaban los abortos con mayor o menor profesionalidad. En algunas incluso se trataba a las mujeres con poco respeto. Pero no importaba. Había que seguir estudiando, trabajando, viviendo… y ser madre no entraba en la ecuación. Tenemos que luchar para que no nos quiten ese derecho. No podemos ir hacia atrás.
Lola Pereira. Salamanca
¿Estudiar Clásicas?
Vista la repercusión que ha tenido el caso de Gabriel Plaza, quería aportar mi visión como profesora de Griego recién jubilada. Me siento muy identificada con este chico porque yo a su edad lo tenía tan claro como él y si pudiera compartir con él mi experiencia le diría que ha hecho la mejor elección, porque ser docente es la profesión más bonita que existe y formar parte de la “inmensa minoría” de profesores de “lenguas muertas” un privilegio, porque no solo te proporciona un medio de vida, sino también una forma de ser y de estar en el mundo.
Magdalena Hernández Ramírez. Albacete
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