El TDAH y sus comorbilidades: la calidad de vida de los niños con hiperactividad
Es un trastorno del desarrollo de inicio precoz, polisintomático y evolutivo que se agrava con el paso del tiempo en caso de no detectarse y tratarse adecuadamente
¿Eres de los que crees que el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una simple alteración del aprendizaje que no provoca problemas importantes en la vida de las personas que lo padecen? Aquí entran en juego este trastorno y las comorbilidades. Hay quien piensa que siempre ha habido niños nerviosos o despistados y que es algo relacionado con la edad que se soluciona esperando a que los niños maduren. Esto no es así. El TDAH es un trastorno del desarrollo de inicio precoz, polisintomático y evolutivo que se agrava con el paso del tiempo en caso de no detectarse y tratarse adecuadamente. Es fundamental ser consciente de esto y conocer sus repercusiones reales. Además, hay que tener claro lo que se puede hacer para solucionarlo para superarlo de una vez por todas.
El día a día de un niño con TDAH
¿Te has parado alguna vez a pensar la repercusión que el TDAH genera en tu día a día? En tu hogar, en tu trabajo, en tu ánimo, en tu salud... Hay muchos estudios que analizan la repercusión de esta patología en la calidad de vida de los pacientes y sus familias. Merece la pena conocer algunos de ellos para entender la importancia de este tema. Hay un estudio, por ejemplo, que compara las repercusiones del TDAH con las del asma. ¿Quién crees que genera más problemas? El trastorno tiene unos efectos mucho más perjudiciales en los índices de calidad de vida que el asma. Hay varios motivos, pero se pueden resumir en dos:
- En primer lugar, casi cualquier persona es capaz de identificar los síntomas del asma como tos y dificultad respiratoria. Esto facilita mucho su detección y tratamiento.
- Segundo, debido a que es muy frecuente y provoca brotes repetitivos, la inmensa mayoría de los profesionales sanitarios están perfectamente formados para atender este tipo de casos.
También hay otro estudio que llama la atención. A lo mejor piensas que los chicos con TDAH con hiperactividad o impulsividad son los que tienen peores repercusiones sobre su calidad de vida. Sería lógico, pero parece ser al contrario. Cuando los síntomas son exclusivamente atencionales, suelen pasar desapercibidos, no se identifican, no se consulta por ellos y no se tratan porque no se diagnostican. De una u otra forma, las principales consecuencias de este trastorno afectan a las áreas del rendimiento mental, ya sea en el ámbito escolar durante la infancia y la adolescencia o en los aspectos laborales en la edad adulta.
¿Qué áreas afecta el TDAH?
En los primeros años, está demostrado que en el TDAH se producen problemas en el proceso de desarrollo del lenguaje, así como en el inicio del desarrollo de la lectura y la escritura. Son más frecuentes las repeticiones de curso, la necesidad de apoyo educativo así como el fracaso escolar y el abandono prematuro de la educación obligatoria.
Más adelante, y a consecuencia de todo lo anterior, se generan situaciones desfavorables con un menor nivel educativo y acceso a puestos laborales de menor cualificación que suelen afectar al desarrollo vital de las personas que lo sufren
La segunda área de influencia negativa del TDAH se centra en las relaciones sociales, algo que se extiende con sus peculiaridades, desde la infancia y a lo largo de toda la vida.
Aparecen problemas de integración, socialización y aceptación por parte de los iguales que se asocian con unas cifras elevadas de casos de acoso escolar y conductas disruptivas en la adolescencia, momento en el que además, el riesgo de consumo de sustancias se incrementa de forma significativa
El tercero de las áreas es el relacionado con la conducta y el comportamiento, íntimamente relacionado con la impulsividad. Te lo resumo con algunos datos: en España, el 40% de los presos cumple criterios de TDAH del adulto de tipo hiperactivo-impulsivo. El índice de accidentes de circulación y de embarazos no deseados, son más elevados en las personas que lo padecen.
Para terminar, no debemos olvidar un cuarto núcleo de repercusiones que se centran en los aspectos emocionales. Todo lo que he expuesto hasta el momento, creo que justifica una importante repercusión emocional que a veces, es tan o más negativa que los propios síntomas del TDAH.
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