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La UE y Canadá estrechan lazos ante la amenaza de Trump

Varios Estados miembros piden a Bruselas reinstaurar los aranceles a Washington congelados durante la era Biden en represalia a los gravámenes al aluminio y el acero

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, este miércoles en Bruselas.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, este miércoles en Bruselas.OLIVIER MATTHYS (EFE)

Dos de los aliados históricos de Estados Unidos más cuestionados ahora por la nueva Administración de Donald Trump, Canadá y la Unión Europea, han hecho este miércoles en Bruselas una demostración de cercanía ante las presiones comerciales y políticas que reciben de EE UU. Ambos bloques han recordado a Washington, de forma indirecta pero contundente, la importancia de poder contar con aliados “fiables” en un mundo “incierto” y las ventajas de negociar con estos amigos en vez de amenazarlos con aranceles. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, António Costa, han defendido en una reunión de alto nivel en Bruselas la firma de acuerdos comerciales frente a la imposición de aranceles. “Son francamente mejores”, ha lanzado Costa.

El momento es complejo y la UE sopesa cuál debe ser su respuesta a los aranceles de un 25% decretados por Trump al acero y el aluminio que llegan a Estados Unidos. Este miércoles, en una reunión de ministros de Comercio europeos por videoconferencia, varios Estados miembros han reclamado a la Comisión Europea —que tiene competencias exclusivas en la materia— que se prepare para reinstaurar los gravámenes a varios productos estadounidenses (el zumo de naranja, las motos Harley-Davidson y el bourbon) impuestos durante la primera guerra comercial con EE UU, cuando en 2018 el republicano impuso gravámenes también al aluminio y el acero, y congelados durante la era Biden, según explican fuentes comunitarias. Esa amnistía a los aranceles —que se mantiene vigente— expira el 31 de marzo y la opción es que decaiga (y active, por tanto, los aranceles europeos).

Los Estados miembros han reclamado al Ejecutivo comunitario, además, que estreche la colaboración con las capitales y que mantenga abiertos los canales de comunicación con Washington. Por ahora, la opción preferida de Bruselas es negociar con el equipo de Trump (Von der Leyen hizo un primer acercamiento el martes al vicepresidente J. D. Vance) para evitar que la escalada se convierta en una guerra.

En ese contexto, el de la amenaza de Trump, Canadá y la UE se acercan. La visita de Trudeau a Bruselas, que sigue a la de la ministra de Comercio canadiense, Mary Ng, la semana pasada, es extremadamente simbólica. El primer ministro del país norteamericano está de salida y en la etapa de final de Gobierno, con lo que no había acuerdos concretos sobre la mesa. Pero ambas partes buscan estrechar sus lazos comerciales en un escenario de guerra comercial desatada por Estados Unidos.

La cálida imagen de Trudeau, Von der Leyen y Costa es, sobre todo, una clara señal a Washington, la misma semana que ha decretado los aranceles del 25% al aluminio y al acero que llegan a EE UU —algo que tiene un gran impacto en Canadá— y, pocos días después de que dejara congelada durante un mes la medida de gravar con un 25% los productos provenientes tanto de su vecino del norte como de México. Al vecino del sur lo acusa de dejar pasar por sus fronteras el potente opiáceo fentanilo. Mientras, la UE aguarda para ver en qué se van a traducir los impuestos a ambos metales y si la constante amenaza de más aranceles que emite el republicano se va a concretar. Bruselas ha prometido una respuesta “firme y proporcionada”. Los tambores que anticipan una guerra comercial cada vez suenan más alto.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, este miércoles en Bruselas.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, este miércoles en Bruselas.Associated Press/LaPresse (Associated Press/LaPresse)

“La de la UE y Canadá es una historia de inversiones beneficiosas, es una historia de buenos aliados y es la historia de amigos fiables. La confianza es algo muy necesario en un mundo impredecible”, ha acotado Von der Leyen antes de su cita con Costa y Trudeau. El Acuerdo Económico y Comercial Global entre el club comunitario y Canadá (CETA, por sus siglas en inglés) ha supuesto más de un 60% de incremento del comercio desde su entrada en vigor provisional, en 2017, y “miles de empleos” nuevos, según han subrayado los tres dirigentes en Bruselas. Los dos bloques crearon, además, en 2021 una asociación en materias primas esenciales que ahora quieren profundizar.

“Somos amigos fiables y predecibles, somos aliados fuertes de la paz y la seguridad, apoyamos a Ucrania desde el primer día, somos estrechos aliados comerciales, promotores de la acción climática y aliados en innovación digital”, ha resumido Costa.

En la reunión conjunta han hablado de los aranceles, pero también del contexto geopolítico actual, con enormes desafíos. “Juntos, Canadá y la UE seguirán apoyando un sistema multilateral inclusivo y basado en normas, en los principios de la Carta de Naciones Unidas, y defenderán la soberanía, la integridad territorial y la inviolabilidad de las fronteras como principios fundamentales del derecho internacional”, dicen en un comunicado conjunto.

Mientras aguarda concreción ante la amenaza de Trump, la UE se está moviendo en paralelo para estrechar sus lazos comerciales con otros aliados y forjar nuevos pactos. En los últimos meses, ha firmado acuerdos con Mercosur (el bloque latinoamericano compuesto por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay tras casi 25 años de negociación), ha renovado el de México y lanzado uno con Malasia. Además, explora oportunidades en India, donde Von der Leyen y el colegio de comisarios viajarán a finales de mes. El club comunitario intenta presentarse como un bloque fiable para hacer negocios, con reglas claras y grandes oportunidades.

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