Macron reafirma ante el Parlamento de Rabat la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental
El presidente francés promete defender en la ONU el plan de autonomía marroquí. Las empresas galas cierran acuerdos por 10.000 millones durante la visita oficial
Solemne, el presidente Emmanuel Macron ha reafirmado este martes ante el Parlamento de Rabat que Francia contempla “el presente y el futuro del Sáhara en el marco de la soberanía de Marruecos”. Como ya anunció hace tres meses en una carta al rey Mohamed VI, Macron también se ha comprometido a defender en todas las instancias internacionales —como el Consejo de Seguridad de la ONU, del que su país es miembro permanente— el plan de autonomía marroquí propuesto en 2007 como única solución al conflicto de la antigua colonia española. Entre aplausos de los parlamentarios puestos en pie, el mandatario anunció además una nueva era de relación especial estratégica entre ambos países, en el punto culminante de una visita de Estado en la que las empresas francesas han cerrado acuerdos por 10.000 millones de euros.
Tras la cálida bienvenida del lunes en el aeropuerto de Rabat, seguida por el festivo recorrido junto con Mohamed VI por las calles de la capital y el boato del recibimiento en el palacio real, la pompa del discurso pronunciado ante las dos cámaras del legislativo llevó al mandatario francés a garantizar ante el resto del mundo, como han venido haciendo él y sus predecesores de hecho en los últimos 17 años, la propuesta de autonomía bajo soberanía marroquí.
“Está anclada en la historia y es respetuosa de la realidad y prometedora para el futuro”, enfatizó. “Esta postura no es hostil contra nadie”, advirtió, en alusión a Argelia, que respalda la demanda de autodeterminación e independencia del Frente Polisario, refugiado junto con miles de exiliados en Tinduf (oeste argelino). “Y permite abrir una nueva página para la cooperación con los países vecinos y la UE”, apostilló.
Naciones Unidas sigue considerando al Sáhara Occidental como “territorio no autónomo” o pendiente de descolonización después de que España lo abandonara hace cerca de medio siglo. En los últimos años, se ha producido un giro internacional en favor del plan de autonomía marroquí, como el dado por el Gobierno español en 2022 al considerarlo como “la base más seria, realista y creíble” para solucionar el conflicto, e incluso del reconocimiento de soberanía, más formal que efectivo, como el expresado por Estados Unidos en 2020.
El enviado y mediador de la ONU para el Sáhara, Staffan de Mistura, acaba de plantear incluso una partición del territorio como salida para el contencioso, propuesta que ha sido rechazada de plano por todas las partes en liza. Desde la tribuna del Parlamento, Macron confirmó también que Francia acompañará con sus empresas el desarrollo económico del Sáhara.
Mirar al futuro
Después de apelar a un pasado común y reconocer veladamente “la violencia de la historia colonial”, Macron se mostró más dispuesto a mirar al futuro de las relaciones con Marruecos, que permaneció bajo protectorado francés hasta 1956. “Vamos a escribir juntos un nuevo libro”, propuso “para hacer frente a los retos de este siglo”. El mandatario invitó a Mohamed VI a visitarlo en París el año que viene, en el 70º aniversario del primer acuerdo para la independencia del país magrebí, con el fin de oficializar una nueva relación especial estratégica con Marruecos sin parangón para Francia, según dijo, fuera de la Unión Europea.
El presidente francés apuntó a las transformaciones geopolíticas experimentadas en la escena internacional tras la pandemia y la guerra de Ucrania, puso de relieve la ventaja que representa la proximidad de Marruecos a Europa en la relocalización de las cadenas de valor y advirtió de la amenaza que supone el despliegue de otras potencias en África, y en particular el Sáhara y el Sahel.
“Hay que acabar con los corredores del tráfico [de seres humanos] y de la miseria (…) desde el golfo de Guinea hasta Libia”, en referencia a las redes de inmigración clandestina. Para ello planteó una asociación entre dos continentes con Francia y Marruecos como puentes “que abra otros caminos que no sean la fuga y el exilio”. “En el continente africano se jugará gran parte de nuestro futuro”, remachó.
La firma de una primera tanda de 22 acuerdos bilaterales a la llegada a Rabat de Macron, como el que adjudica a la empresa francesa Alstom el contrato de los nuevos trenes de alta velocidad marroquíes, ha estado seguida este martes de una nueva ronda de pactos comerciales en un foro económico celebrado en la capital de Marruecos. Fuentes oficiales francesas elevan hasta 10.000 millones de euros el monto de las transacciones suscritas durante la visita oficial, en sectores como las energías renovables, desalación de agua marina o agricultura.
El estreno del legado del monarca
Como colofón a la visita de Estado, que concluye el miércoles, este martes ha sido inaugurado el Gran Teatro de Rabat, un edificio singular diseñado por la arquitecta Zaha Hadid con un presupuesto de 200 millones de euros, terminado hace tres años y que permanecía cerrado al público. Antes de asistir a una cena de gala ofrecida en el palacio real, Brigitte Macron, esposa del presidente francés, y Lalla Hasna, hermana mayor del rey de Marruecos, acudirán al estreno de la nueva sala, varada como una ballena banca en el estuario del río Buregreb, en compañía de la directora de la Unesco, Audrey Azoulay, y de la ministra de Cultura francesa, Rachida Dati, ambas de origen marroquí.
A su lado, se están dando ya los últimos retoques al rascacielos más alto de África, la futurista Torre Mohamed VI, de 250 metros de altura, diseñada por el español Rafael de la Hoz, con un coste cercano a los 600 millones de euros. Ambos edificios, que simbolizan el nuevo perfil de Rabat, son vistos como iconos del legado del actual monarca de la dinastía alauí, de la misma forma que la gran Mezquita Hasán II dejó la impronta de su padre en Casablanca, antes de que muriera 25 años atrás.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.