Argelia advierte a Francia de que no siga los pasos de España en favor de Marruecos en el Sáhara

Cuando el tablero del Magreb se sacude, algunas piezas corren peligro de caerse. En una inusual maniobra preventiva, el Gobierno de Argelia asegura haber sido informado por la diplomacia francesa de que se dispone a dar “apoyo explícito al plan de autonomía para el territorio del Sáhara Occidental dentro de la supuesta soberanía de Marruecos”. Una nota oficial del Ministerio de Exteriores argelino difundida en la tarde del jueves advierte a Francia de que “deberá afrontar las consecuencias de la decisión” y le atribuye “la responsabilidad total”.

El comunicado no ha tenido de momento respuesta por parte de las autoridades francesas ni de las marroquíes. París y Rabat guardan silencio ante un eventual giro francés, siguiendo los pasos dados por España hace dos años, en favor de las tesis del país magrebí. Francia apoya desde 2007 el plan de autonomía para el Sáhara, como “una solución [entre otras] al conflicto”, pero Marruecos le reclama desde hace tiempo que adopte la fórmula expresada en 2022 por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en una carta dirigida al rey Mohamed VI, al presentar de forma inequívoca la propuesta marroquí como “la base más seria, realista y creíble para resolver este contencioso”.

En un comunicado alejado de la práctica diplomática de reaccionar ante hechos consumados, Argel ha arremetido contra una “decisión inesperada” que aún no se ha anunciado públicamente. La tacha de propia de “potencias coloniales”, y de particularmente grave al afectar a un miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. El Gobierno argelino considera que Francia ha quedado invalidada para la mediación en el conflicto del Sáhara ante el vuelco diplomático que, según asegura, le ha comunicado.

A pesar del mutismo de Francia y Marruecos, Argelia ha seguido agitando el damero diplomático magrebí. En una intervención en televisión en la noche del viernes, el ministro de Comercio, Tayeb Zituni, anunció que su país está abierto a “avances” en la normalización de las relaciones comerciales con España, congeladas desde 2022 (salvo en la exportación de gas natural argelino), tras la suspensión del Tratado de Amistad con España en represalia por el giro dado en favor de Marruecos en la cuestión del Sáhara.

Argel, que rompió relaciones diplomáticas con Marruecos en 2021, respalda la postura del Frente Polisario, que defiende la celebración de un referéndum de autodeterminación para alcanzar la independencia. Desde 1975, cuando España abandonó su antigua colonia del Sáhara Occidental y cedió el control del territorio a las autoridades marroquíes, la dirección del movimiento independentista recibe asilo junto a decenas de miles de refugiados en Tinduf (suroeste de Argelia). El Polisario también ha condenado el cambio de postura “hostil” dado por Francia, y alerta de que puede conllevar “graves consecuencias para la paz, la seguridad y la estabilidad” en el Magreb.

El Ministerio de Comercio argelino anuncia ahora la próxima exportación a España de 150.000 toneladas de hierro a través de la empresa Tosyali, informa la agencia Efe. Este paso sigue al nombramiento de un nuevo embajador argelino en Madrid a finales de 2023, y a la reanudación de enlaces aéreos entre ambos países y de algunas exportaciones españolas de alimentos. También adelanta la colaboración de la Asociación Argelina de Bancos e Instituciones Financieras para facilitar el comercio bilateral, bloqueado de hecho al prohibirse las transferencias bancarias entre ambos países. El ministro Zituni alabó además en su intervención televisiva la “valiente” decisión de España de reconocer al Estado de Palestina.

La exportación de gas lleva décadas jugando un papel esencial en la relación bilateral con Argelia. Casi el 30% del gas consumido en 2023 procedió del país norteafricano, el único productor desde donde llega combustible por un gasoducto, conectado directamente con la costa española en Almería. En 2021, las autoridades argelinas cerraron el otro conducto que llevaba este combustible a la Península, el que atraviesa el Estrecho desde Marruecos.

Las exportaciones españolas a Argelia se desplomaron al inicio de la crisis diplomática. En 2023 rondaron los 300 millones de euros, frente a los 2.900 millones de 2019, antes de la pandemia. En contrapartida, las importaciones —basadas sobre todo en la venta de gas— se elevaron a unos 5.800 millones de euros, frente a los 3.800 millones de 2019, a causa de la invasión rusa de Ucrania.

A la espera del discurso de Mohamed VI

Mientras tanto, la prensa marroquí anticipaba el domingo que durante un discurso del rey Mohamed VI, anunciado este lunes con motivo del 25º aniversario de su llegada al trono, se desvelará el contenido de la nueva postura francesa sobre el Sáhara, previsiblemente mediante una carta del presidente francés en la que su país se declare dispuesto a alinearse con la postura adoptada por España en 2022.

Expertos diplomáticos franceses citados por el diario Le Monde estiman, sin embargo, que Macron difícilmente hará un anuncio diplomático de calado en plenos Juegos Olímpicos en París y con un Gobierno en funciones tras las recientes legislativas. También consideran que la ocasión más adecuada para oficializar un giro sobre el Sáhara debe coincidir con una visita oficial de Macron a Marruecos, con el fin de sellar la reconciliación tras cerca de dos años de desencuentros. En conclusión, se trata de uno más de los ciclos de altibajos que caracterizan las relaciones con Francia y España, las dos antiguas potencias coloniales del país magrebí y sus principales socios económicos. Las mismas fuentes consideran que París habría advertido a Argel con tiempo de sus intenciones para tratar de evitar las mismas consecuencias que España en 2022.

El deshielo entre Marruecos y Francia se inició con una visita de las tres hermanas del rey de Marruecos al Elíseo, donde fueron invitadas en febrero por la esposa del presidente, Brigitte Macron. Poco después, el ministro de Exteriores francés, Stéphane Séjourné, viajó a Rabat para reiterar el apoyo de su país al plan de autonomía para el Sáhara y “hacerlo avanzar, como un asunto de importancia existencial para Marruecos”. Además, dio luz verde a la presencia de empresas francesas en el territorio de la antigua colonia española, donde el Gobierno marroquí está concentrando grandes inversiones.

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