El huracán ‘Helene’ ya es el más mortal en Estados Unidos desde el ‘Katrina’ en 2005
La cifra de fallecidos por la tormenta que ha golpeado el sureste del país alcanza las 180 personas y se teme que siga aumentando
La lista de fallecidos por el huracán Helene no deja de aumentar. La tormenta descargó su furia de fuertes vientos y lluvias torrenciales sobre una franja de casi 1.000 kilómetros en el sureste de Estados Unidos, golpeando a seis Estados diferentes. Los últimos cómputos cifran las muertes provocadas por el desastre natural en 180. Con esa cifra, se convierte en el huracán más letal que ha golpeado los Estados Unidos continentales desde el Katrina, que dejó más de 1.800 muertos en 2005. Por encima de esa cifra se situó el huracán María, que dejó solo en Puerto Rico (Estado libre asociado de Estados Unidos) más de 4.600 fallecidos.
Un recuento realizado por el canal de noticias CNN distribuye las 180 víctimas mortales registradas de la siguiente manera: 91, en Carolina del Norte; 36, en Carolina del Sur; 25, en Georgia; 17, en Florida; 9, en Tennessee, y 2, en Virginia. Associated Press cifraba las muertes confirmadas en más de 160. Sigue habiendo desaparecidos, lo que hace temer que la cifra de fallecidos pueda aumentar. En cualquier caso, la cifra de muertes en Estados Unidos ha superado la del huracán Ian de hace dos años, que dejó 156 fallecidos en Estados Unidos y otros 12, en Cuba.
La catástrofe ha sido objeto de bronca política a poco más de un mes de las elecciones presidenciales. El candidato republicano, Donald Trump, acostumbrado a politizar las catástrofes cuando era presidente, mintió acerca de que su sucesor, Joe Biden, estaba durmiendo e ilocalizable mientras la tormenta arreciaba. También se inventó que las autoridades demócratas se habían confabulado para no dar ayuda a las zonas de mayoría republicana. No solo le desmintió el propio Biden, sino que los gobernadores y autoridades republicanas de las zonas afectadas le agradecieron la ayuda inmediata y la buena disposición para atender sus necesidades más urgentes.
Biden y la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, han visitado este miércoles por separado algunas de las zonas más afectadas. Biden ha volado hasta Greenville, en Carolina del Sur, y luego ha recorrido zonas de ese Estado y de Carolina del Norte. Este jueves se dirigirá a Florida y Georgia, según ha anunciado la Casa Blanca. Harris, por su parte, se ha trasladado inicialmente a Georgia.
“Antes de que llegara el huracán Helene, ordené a mi equipo que hiciera todo lo posible para ayudar a las comunidades en la trayectoria de la tormenta. Movilicé a todo el Gobierno federal para que aportara todos los recursos posibles a la lucha por salvar vidas y ayudar a quienes lo necesitaban urgentemente”, ha recordado Biden este miércoles.
El presidente ha anunciado el despliegue de hasta 1.000 soldados para reforzar la Guardia Nacional de Carolina del Norte y garantizar la entrega de suministros vitales de alimentos, agua y medicinas a las comunidades aisladas de Carolina del Norte. Se unirán a cientos de miembros de la Guardia Nacional de Carolina del Norte desplegados bajo las autoridades estatales en apoyo de la respuesta.
“El huracán Helene ha sido una tormenta de proporciones históricas. Mi corazón está con todos los que han sufrido pérdidas impensables. Estamos aquí para ayudarles y seguiremos aquí todo el tiempo que sea necesario”, ha insistido el presidente, que se ha calzado unas botas de agua en su visita. Ha sido recibido, entre otros, por Esther Manheimer, alcaldesa de Asheville, la localidad más golpeada. En la ciudad, en las montañas del Oeste de Carolina del Norte, los muertos se cuentan por decenas y el agua ha arrasado cuanto encontraba a su paso.
Biden ha sobrevolado en helicóptero las zonas afectadas, muchas de ellas aún anegadas. Las autoridades locales han descrito el paisaje que dejó el temporal como apocalíptico. Centenares de carreteras tuvieron que ser cortadas y las insistentes lluvias inundaron poblaciones enteras.
Muchos residentes de Carolina del Norte y Carolina del Sur siguen sin agua corriente, servicio de telefonía móvil y electricidad casi una semana después de que Helene tocase tierra en Florida el jueves en el noroeste de Florida como un huracán de categoría 4, con vientos sostenidos de hasta 225 kilómetros por hora. Su entrada en el continente se produjo por una zona relativamente poco poblada, el llamado Big Bend, y en la que se habían realizado evacuaciones masivas. La tormenta se adentró luego en Georgia y en las Carolinas y Tennessee, donde los preparativos habían sido menores y donde las incesantes lluvias torrenciales desbordaron arroyos y ríos.
Los huracanes siguen matando años después de golpear
Un nuevo estudio publicado este miércoles en la revista Nature revela que las tormentas y huracanes siguen matando mucho después de su paso por las zonas afectadas. Los investigadores analizaron más de 500 ciclones tropicales que afectaron al territorio continental de Estados Unidos entre 1930 y 2015, y compararon el número de muertes en un Estado después de su paso con la tasa de mortalidad de la zona en condiciones normales, antes de la tormenta.
Según el estudio, los ciclones tropicales causan en Estados Unidos entre 7.000 y 11.000 muertes más en el transcurso de 15 años de las que cabría esperar si no hubiera azotado la tormenta. El exceso de muertes no está ligado directamente al temporal, sino a complejos y variados factores indirectos como la pérdida de ingresos, la exposición a contaminantes y otros problemas de salud que surgen tras la tormenta.
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