Zelenski viaja a EE UU con una propuesta secreta para lograr “la victoria” de Ucrania en la guerra
El presidente ucranio presentará a Biden, Harris y Trump un plan que debe acordarse con sus aliados antes de que termine el año
Volodímir Zelenski inició el domingo el que él considera su viaje internacional más importante. El presidente ucranio aterrizó en Nueva York con su Plan para la victoria bajo el brazo, una lista de decisiones que deben tomarse con sus aliados antes de que finalice este año y que supondrán la derrota de Rusia, según Zelenski. “Este otoño se decidirá el futuro de la guerra”, afirmó el jefe de Estado ucranio en un mensaje grabado el domingo. “junto a nuestros socios podemos fortalecer nuestras posiciones lo suficiente para nuestra victoria, para una victoria conjunta”.
El Plan para la victoria es un documento con cuatro puntos clave que la oficina del presidente ha elaborado en secreto. Zelenski ha reiterado que esto ha sido así porque primero quiere debatir y reformular el contenido en los encuentros que tiene previsto mantener el 26 de septiembre con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, con su vicepresidenta y candidata demócrata en las elecciones presidenciales, Kamala Harris, y también con su rival republicano, Donald Trump. Zelenski afirmó que posteriormente se discutirá el plan con el resto de las potencias que le dan apoyo, sin precisar cuáles. Está previsto que Zelenski también participe este martes ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y el miércoles ante su Asamblea General.
Zelenski se entrevistó el 20 de septiembre con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sin que este documento para la victoria estuviera en la agenda de la reunión pese a que Von der Leyen anunció una medida extraordinaria de apoyo a Kiev: un préstamo de 35.000 millones de euros que se pagará con los activos congelados rusos, y que el Gobierno ucranio ya ha confirmado que, sobre todo, gastará en su presupuesto de defensa.
El presidente ucranio ha priorizado a EE UU porque el futuro apoyo de Washington puede cambiar si Trump gana las elecciones en noviembre. Trump y su equipo ponen en duda el suministro de armamento a Kiev e insisten en abrir ya negociaciones de paz con Rusia cediendo a Putin territorios conquistados.
Ingreso en la OTAN
Zelenski apelará al legado que dejará Biden al finalizar su mandato, garantizando el potencial defensivo de Ucrania en el largo plazo y poniendo los cimientos de la derrota de Rusia, según explicó el líder ucranio el 20 de septiembre en un encuentro con medios estadounidenses y británicos. El plan incluiría la autorización de Biden de usar misiles de largo alcance de la OTAN en territorio ruso, algo a lo que el presidente de los Estados Unidos se ha negado hasta el momento. Los medios ucranios dan por hecho que el Plan para la victoria también solicita el ingreso de Ucrania en la OTAN en cuestiones de meses, es decir, en 2025.
Potencias aliadas como EE UU, Francia, Turquía y Alemania se han mostrado reticentes a dar acceso ahora a Ucrania a la Alianza Atlántica porque podría implicar un enfrentamiento directo con Rusia. El diario británico The Times informó el domingo de que Kiev contempla, si no se le da acceso a la OTAN, que se elabore un acuerdo especial de defensa a largo plazo con la Alianza Atlántica que permita evitar perder apoyos en caso de victoria electoral de Trump.
La filosofía de este Plan para la victoria, según lo comentado por Zelenski en varias intervenciones públicas, coincidiría en parte con los acuerdos de asistencia militar para los próximos 10 años que Ucrania ha firmado con sus principales aliados norteamericanos y europeos, incluido España. Kiev busca con esta propuesta un apoyo internacional a largo plazo en lo militar, económico y diplomático para dejar claro a Putin que no solo no puede ganar la guerra, sino que no tiene otra alternativa que abandonar Ucrania porque, de lo contrario, la propia estabilidad de Rusia estará en juego, por su aislamiento internacional, pero también por las consecuencias de la ofensiva militar.
Tanto los ataques masivos con drones ucranios contra objetivos militares rusos, como la posibilidad de golpear desde Ucrania con misiles de largo alcance, y la ocupación de parte de la provincia rusa de Kursk, último golpe de efecto de Zelenski, son buena muestra ya de las amenazas que se ciernen sobre Moscú.
“Sería una idea horrible si Biden no apoya el plan”, dijo el mandatario ucranio el 22 de septiembre en una entrevista con The New Yorker. “[Eso] querría decir que Biden no quiere finalizar la guerra de ninguna manera que niegue a Rusia la victoria”.
El presidente ucranio insiste en que la derrota de Rusia significa el respeto al derecho internacional y a la soberanía ucrania, es decir, la retirada de las tropas invasoras de todo el territorio conquistado desde la anexión ilegal de Crimea en 2014. Pero Zelenski ya ha dejado entrever que esto no se podrá conseguir en el campo de batalla, sino en la mesa de negociaciones.
El Plan para la victoria corre en paralelo a la propuesta de paz que Ucrania está ultimando este año con más de 80 Estados para presentar conjuntamente a Putin. “El Plan para la victoria, este puente para fortalecer a Ucrania, puede contribuir a unos futuros encuentros diplomáticos con Rusia más productivos”, explicó Zelenski el pasado viernes. La llamada Fórmula de Paz ucrania contiene 10 puntos y el más sensible, el de la “integridad territorial”, lo está coordinando el Gobierno de Chile.
Kiev ha lamentado la falta de más apoyos en América Latina. Zelenski se ha prodigado este verano en críticas al Gobierno de Brasil por la iniciativa de diálogo entre Ucrania y Rusia que promueve junto a China. “¿Tenemos que renunciar a nuestra tierra, olvidar que están matando a nuestra gente? ¿Qué clase de compromiso es ese? Es destructivo, es solo una declaración política”, dijo Zelenski el 12 de septiembre al diario brasileño Métropoles. El Kremlin ha descartado la propuesta de paz ucrania que, además de la retirada de todo el territorio, propone la instauración de un tribunal de crímenes de guerra para el invasor.
También en Europa está aumentando la presión sobre los dos contendientes para que se abran a dialogar sobre el final de la guerra. El canciller alemán, Olaf Scholz, ha insistido este septiembre en la necesidad de afrontar cuanto antes una vía para la paz. El ministro de Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, provocó una polémica el 18 de septiembre al proponer en una conferencia en Kiev que la península de Crimea pase a ser un protectorado de la ONU durante 20 años y, tras este tiempo, se celebre un referéndum para que su población decida si quiere ser parte de Rusia o de Ucrania. El ministerio de Exteriores ucranio emitió un comunicado criticando a Sikorski y señalando que la soberanía de Crimea es de Ucrania.
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