Estados Unidos rechaza permitir a Ucrania que utilice sus misiles de largo alcance para atacar a Rusia
Zelenski viaja a Alemania para pedir más celeridad en la entrega de los sistemas de defensa antiaérea prometidos por los aliados occidentales
El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, acudió este viernes por primera vez en persona a la reunión número 24 del llamado formato Ramstein, la reunión periódica del grupo de 50 países que facilitan ayuda militar a Kiev para defenderse de la agresión rusa. Llegó a la base estadounidense en el oeste de Alemania con dos peticiones —que los socios entreguen rápidamente el armamento y los sistemas de defensa antiaérea ya comprometidos y que le permitan atacar territorio ruso con los misiles de largo alcance— pero consiguió solo la promesa de más celeridad. La ansiada autorización para golpear los aeródromos desde los que Moscú lanza ataques a territorio ucranio no llegó.
El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, enfrió las aspiraciones ucranias al asegurar que “no hay capacidad que por sí sola pueda ser decisiva en esta campaña”. En su opinión, autorizar los ataques en territorio ruso no supondría una ventaja determinante. “Es una combinación de capacidades” la que puede ayudar a defender el territorio ucranio, aseguró tras la reunión del Grupo de contacto para la defensa de Ucrania en la base militar estadounidense de Ramstein.
Zelenski no consiguió el salto cualitativo que demandaba y que según Kiev podría decantar la balanza del lado ucranio, pero sí obtuvo nuevos compromisos de ayuda militar. Austin reiteró que Washington y sus aliados seguirán apoyando a Ucrania en su lucha contra el invasor ruso e informó de una nueva partida de armamento por valor de 250 millones de dólares (230 millones de euros). También Alemania anunció un paquete de ayuda valorada en 150 millones de euros y formada por 12 sistemas autopropulsados de lanzamiento de obuses Panzerhaubitze 2000, que deberían llegar a territorio ucranio entre final de este año y principios del próximo.
Austin señaló también que Rusia ha trasladado los aviones que lanzan las bombas fuera del alcance de los misiles ATACMS estadounidenses. El ministro canadiense de Defensa, Bill Blair, declaró que, aunque su país apoya la petición de Ucrania de atacar objetivos militares dentro de Rusia, el hecho de que Moscú haya tenido que retirar las capacidades fuera del rango de los ATACMS ya es una victoria en sí misma. “Al alejarlas, las ha hecho menos eficaces y ha disminuido la vulnerabilidad de las ciudades e infraestructuras críticas de Ucrania”, afirmó durante el encuentro en Ramstein.
Déficit “significativo” de ayuda vital
La visita de Zelenski, que había participado en otros encuentros, pero por videoconferencia, pretendía también instar a los aliados internacionales a acelerar las entregas de los sistemas de defensa antiaérea prometidos. Antes de que empezara la reunión con representantes de 50 países, advirtió de que hay un déficit “significativo” de ayuda vital para la defensa del país. “No voy a hablar abiertamente ahora sobre el número de sistemas de defensa aérea que hemos recibido —muchas gracias de nuevo—, pero el número que aún no han sido entregados es significativo”, subrayó: “Les insto a que sean más activos en su apoyo a nuestra defensa aérea”.
Zelenski aseguró que las tropas ucranias necesitan más armamento “para expulsar a las fuerzas rusas” del territorio, en especial de la región oriental de Donetsk, donde el Kremlin está centrando sus esfuerzos y ganando terreno. “El mundo tiene suficientes sistemas de defensa aérea para garantizar que el terror ruso no consiga resultados”, señaló. El presidente ucranio pidió incrementar la presión internacional sobre Rusia para forzar a Moscú a poner fin a la guerra. En unos días viajará a Washington para presentarle al presidente Joe Biden su propio plan de paz.
La reunión en Ramstein se produce en medio de una creciente presión por parte de Kiev para que se flexibilicen las restricciones al uso de armas de largo alcance dentro de Rusia. Hace una semana, el ministro de Defensa, Rustem Umerov, presentó una lista de objetivos en territorio ruso al Gobierno de Biden durante una visita a la capital estadounidense. Poco después, Rusia lanzó uno de los ataques más mortíferos desde el comienzo de la guerra, que entra en su tercer invierno, en el que mató a medio centenar de personas y dejó más de 200 heridos en una academia militar en Poltava, en el centro de Ucrania.
El presidente ucranio se reunió también con el canciller alemán, Olaf Scholz, en Fráncfort, en un encuentro con cierta carga simbólica. La foto de ambos mandatarios reafirma el mensaje de que Berlín sigue apoyando a Ucrania después de unas elecciones regionales en las que dos partidos prorrusos —o que como mínimo contemporizan con Rusia— han obtenido más del 40% de los votos. Una de estas formaciones, la de la antigua líder comunista Sahra Wagenknecht, que probablemente será imprescindible para formar gobiernos de coalición en Sajonia y Turingia, exige a sus potenciales socios que Alemania deje de apoyar militarmente a Ucrania.
“Mantuve una reunión con el canciller federal, Olaf Scholz, en Alemania. Gracias por brindar asistencia integral a Ucrania, principalmente militar, desde el inicio de la invasión rusa a gran escala. Esto es muy importante”, escribió Zelenski al final del encuentro con el líder alemán. “Esta es la base de nuestra exitosa lucha por la independencia de Ucrania. Gracias por su liderazgo en el fortalecimiento de nuestro sistema de defensa aérea, que salva las vidas de los ucranios”, añadió.
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