Macron y Xi Jinping piden una tregua olímpica para que este verano cesen las guerras en el mundo
Los recelos por el conflicto de Ucrania y las tensiones comerciales marcan la visita del líder chino a Francia antes de viajar a Serbia y Hungría, próximos a la órbita de Pekín
Emmanuel Macron y Xi Jinping se han unido este lunes para pedir que se aplique una “tregua olímpica” y cesen todas las guerras durante los Juegos de París este verano. El presidente francés y su homólogo chino, reunidos en la capital francesa, quisieron enviar un mensaje de concordia al inicio de una visita de dos días a Francia marcada por las diferencias sobre la guerra en Ucrania y las tensiones comerciales entre China y la Unión Europea.
“Una tregua olímpica para todos los teatros de guerra”, dijo Macron, “puede ser una ocasión para trabajar por una solución duradera en pleno respeto del derecho internacional”. Xi coincidió: “El mundo de hoy está lejos de estar tranquilo. En tanto que miembro del Consejo de Seguridad de la ONU y gran país responsable, China llama con Francia a una tregua en el mundo entero con ocasión de los Juegos Olímpicos de París.”
Los Juegos Olímpicos se celebrarán entre el 26 de julio y el 11 de agosto, y los Paralímpicos, también en París, entre el 28 de agosto y el 8 de septiembre. La Asamblea General de la ONU votó en septiembre en favor de la tregua con 118 votos a favor, ninguno en contra y dos abstenciones (Rusia y Siria). Entre otras guerras a las que podría aplicarse la tregua, figuran la de Ucrania, Gaza y Sudán.
El cara a cara con Macron era para Xi la primera oportunidad de trasladarle, desde suelo europeo, la visión sobre la agresión rusa a Ucrania. El asunto será clave, dada la cercanía entre el líder chino y su homólogo ruso, Vladímir Putin, que tiene previsto visitar Pekín en mayo.
Macron quería convencer a su invitado para que use su influencia en Moscú ante la guerra en Ucrania. Y se felicitó, en la comparecencia sin preguntas al final de las reuniones, por haber arrancado “el compromiso de las autoridades chinas de abstenerse de vender armas a Moscú y a controlar estrictamente la exportación de bienes de doble uso”. Se refería a material tecnológico que, aunque esté destinado a otros fines, puede usarse también en la industria militar.
Xi rechaza que se señale a su país como próximo a una parte en el conflicto. “Nos oponemos a que se utilice esta crisis para hacer recaer la responsabilidad en un país tercero, ensuciar su imagen e intentar iniciar una nueva Guerra Fría”, dijo en la misma comparecencia.
El líder chino busca cultivar sus relaciones con un dirigente europeo que promueve la llamada autonomía estratégica, concepto que Pekín interpreta como una voluntad de mantener una posición de equilibrio entre su país y la potencia rival, Estados Unidos. Además de Francia, el líder chino visitará Serbia y Hungría, los dos países de Europa más próximos a la órbita de Pekín.
El comercio ocupó buena parte de las conversaciones bilaterales de Macron y Xi por la tarde y de ambos con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, por la mañana. Los europeos presionan a la primera potencia comercial para que “juegue limpio” y evite que, con sus exportaciones masivas de vehículos eléctricos y otros productos, se acelere la “desindustrialización” de Europa.
“Una China que juegue limpio es buena para todos”, declaró Von der Leyen tras la reunión tripartita. “Al mismo tiempo, Europa no vacilará a la hora de adoptar decisiones duras para proteger su economía y su seguridad”.
Von der Leyen denunció que China “está inundando el mercado europeo” con “productos subsidiados” que no encuentran salida en su mercado interno. “He animado al Gobierno chino a que resuelva este exceso de capacidad”.
“El llamado problema del exceso de capacidad de China no existe ni desde la perspectiva de la ventaja comparativa ni a la luz de la demanda mundial”, ha negado Xi en el encuentro. “La cooperación China-UE es, en esencia, complementaria y mutuamente beneficiosa”.
El dirigente chino pretende convencer a la UE —con Francia a la cabeza— de que dé marcha atrás en su política de “reducción de riesgos”, que podrían limitar las exportaciones del gigante asiático al bloque comunitario, especialmente en los sectores vinculados a la transición verde, en los que China se ha convertido en líder mundial.
En la declaración con Xi, Macron celebró la disponibilidad del presidente chino para revisar las posibles sanciones al coñac francés en respuesta a la investigación europea a la industria china del coche eléctrico en busca de subsidios estatales que podrían distorsionar la competencia comunitaria. Entre los regalos que el francés entregó protocolariamente a su homólogo, figuran varias botellas de este aguardiente francés.
La primera jornada concluirá con una cena de Estado en el Elíseo, un espacio menos vistoso y significativo que el palacio de Versalles, que acogió en septiembre la cena de Estado en honor al rey Carlos III de Inglaterra. Macron y Xi se desplazarán el martes, acompañados de sus esposas, a los Pirineos y el puerto del Tourmalet, paisaje pintoresco y con resonancias ciclistas próximo al pueblo donde vivía la abuela del presidente francés y donde este pasaba temporadas de pequeño. Es un marco más íntimo, donde se puede fomentar un “diálogo franco y amistoso”, según una fuente del Elíseo.
La invitación cursada por el Elíseo se encuadra en las celebraciones del 60º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países, y responde a la visita de Estado de Macron a China hace un año. La presidenta de la Comisión Europea ya acompañó al francés en su visita a China en 2023. Macron ha querido siempre dar una dimensión europea a la relación con Pekín.
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