Venezuela sentencia al opositor Juan Requesens a ocho años por el ataque con drones contra Maduro
Un tribunal con competencia en terrorismo condena también, entre otras personas, a un general de división y a un sargento retirado por el atentado de 2018
Un tribunal venezolano con competencia en materia de terrorismo ha sentenciado al dirigente opositor venezolano Juan Requesens, militante de la formación Primero Justicia, a ocho años de prisión por un delito de conspiración. El fallo del Tribunal Especial Primero de Juicio vincula al exdiputado al atentado con drones contra Nicolás Maduro durante una ceremonia militar en agosto de 2018. Junto a Requesens, fueron condenadas otras 16 personas, según se ha conocido este jueves. Entre ellas, recibieron la pena máxima prevista por el código penal del país, 30 años de cárcel, el general de división Alejandro Pérez Gámez, el sargento retirado Juan Carlos Monasterio y seis civiles.
Requesens, de 31 años, antiguo líder estudiantil y aguerrido opositor al chavismo, lleva ya cuatro años detenido, primero en la cárcel caraqueña de El Helicoide y desde 2020 se encuentra bajo arresto domiciliario en su residencia. Su hermana, Rafaela Requesens, también destacada dirigente universitaria opositora, fue apresada al mismo tiempo y liberada poco después sin cargos. La jueza pidió además una solicitud de extradición para Julio Borges, coordinador general de Primero Justicia y uno de los principales dirigentes de la oposición venezolana, por su presunta autoría intelectual de los hechos, y para el empresario Osman Delgado Tabosky. Una parte importante de la oposición venezolana considera estos hechos un montaje y no da crédito a la tesis del magnicidio del chavismo.
Desde 2019, Requesens enfrentaba acusaciones por traición a la patria, homicidio intencional, terrorismo, asociación para delinquir, instigación pública continuada y posesión ilícita de armas y municiones. Joel García, su abogado defensor, indicó a través de Twitter que “el Ministerio Público no pudo demostrar la responsabilidad de Juan Requesens en ninguno de los siete delitos por los que fue acusado”. “La juez no tiene como condenarlo y debe ser absuelto, pero nuestra justicia está secuestrada”, agregó.
El 4 de agosto de 2018, hace exactamente cuatro años, la plana mayor del Gobierno de Maduro celebraba una parada militar en la avenida Bolívar de Caracas conmemorando los 81 años de la creación de la Guardia Nacional de Venezuela, ahora llamada Guardia Nacional Bolivariana. Mientras Maduro ofrecía un discurso, retransmitido en directo por radio y televisión, acompañado de la cúpula militar del país y de su Gabinete, dos drones cargados de pólvora y explosivo plástico llegaron hasta la zona de la concentración: uno estalló frente al estrado presidencial, produciendo gran revuelo en los presentes, y otro se coló entre los soldados, generando la huida desordenada de los militares formados. El ataque dejó cinco heridos, según se informó ese día.
El entonces ministro de Relaciones Interior y Justicia, Néstor Reverol, aseguró que ambos artefactos, divisados a tiempo, fueron neutralizados y desviados por los servicios de inteligencia y la Guardia de Honor Presidencial para evitar muertes. El funcionario afirmó que el dron dirigido contra Maduro transportaba un kilogramo de explosivo plástico C-4.
En una rueda de prensa organizada esa misma noche, el presidente denunció el atentado en su contra y acusó al Gobierno colombiano de Juan Manuel Santos, que estaba a punto de dejar testigo a su sucesor, Iván Duque, y a “la ultraderecha venezolana” de estar detrás del complot. La Cancillería colombiana rechazó las acusaciones.
Poco después, Maduro y el miinistro de Comunicaciones, Jorge Rodríguez, acusaron directamente a Requesens y Borges. El Parlamento venezolano de entonces, controlado por la oposición, emitió una resolución respaldando a ambos y argumentando que se trataba de acusaciones politizadas. Requesens, que estaba en su residencia, fue detenido casi de inmediato. La oposición denunció que el acusado fue drogado para lograr una declaración, difundida a través de las redes sociales, en las que este asumía la responsabilidad por lo sucedido y declaraba haber sido contactado por Borges.
El líder opositor Juan Guaidó condenó la sentencia conocida ahora. “Juan Requesens es un luchador por la democracia, amigo, padre, hijo, un venezolano que jamás se va a rendir por sus convicciones. La dictadura lo secuestró y mantiene privado de su liberad como mecanismo de persecución a toda una sociedad que resiste”, declaró. El padre del dirigente de Primero Justicia, Juan Requesens Gruber, médico y activista, lanzó un mensaje de rechazo. “Repudio a tiranos y tiranía. Ahora y siempre, que así sea”, escribió en Twitter.
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