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Gabriel Boric y José Antonio Kast chocan con dos proyectos opuestos para Chile en un duro debate radial

A nueve días de la segunda vuelta, los candidatos envían señales a los sectores moderados que definirán la elección

Rocío Montes
Los candidatos presidenciales en Chile José Antonio Kast y Gabriel Boric
Los candidatos presidenciales en Chile José Antonio Kast y Gabriel Boric.MARTIN BERNETTI (AFP)

La carrera presidencial chilena se juega voto a voto y los candidatos a La Moneda lo han demostrado este viernes, en el primero de los dos debates que tendrán antes de la segunda vuelta del 19 de diciembre. A solo nueve días de las elecciones, Gabriel Boric, diputado del Frente Amplio en alianza con el Partido Comunista, y José Antonio Kast, de la derecha extrema y conservadora, han hecho chocar sus diferentes proyectos para Chile en un encuentro organizado por la asociación gremial de la Asociación de Radiodifusores de Chile (ARCHI), marcado por los enfrentamientos directos entre los postulantes.

En una elección que se definirá por la conquista de los sectores moderados y donde el abanderado de la izquierda se instala como favorito, de acuerdo a la tendencia de las últimas encuestas conocidas, tanto Boric como Kast se encargaron por dos horas y cuarenta minutos de aclarar ante la opinión pública los cambios que han efectuado a sus respectivos programas de Gobierno en materias sustantivas como la economía. En paralelo, defendieron las medidas que han mantenido con miras al balotaje, algunas bastante polémicas (como la creación de una zanja en la frontera norte de Chile para frenar la inmigración ilegal, que propone Kast).

Con un discurso basado en la familia, la patria, el orden y la libertad, el ultraconservador fue consultado por su propuesta de promover una reforma constitucional para un nuevo estado de excepción que entregue al presidente mayores facultades (un estado de emergencia calificado), en caso de alteración del orden público o daño a la seguridad de la nación. “¿Usted quiere que el presidente, sin invocar estados de excepción más restrictivos, pueda igualmente ordenar, interceptar, abrir o registrar documentos, toda clase de comunicaciones y arrestar a personas en sus casas y en lugares distintos a las cárceles?”, le preguntó uno de los periodistas. “Así es”, respondió Kast, que desde la primera vuelta ha logrado ordenar a la derecha oficialista de Sebastián Piñera tras su candidatura. “¿Le parece bien esto?”, le repreguntaron. “Sí”, aseguró Kast, que explicó que se trata de una propuesta que debería ser aprobada por el nuevo Congreso y que Chile necesita una respuesta más efectiva contra el terrorismo, la violencia extrema o destrucción de bienes públicos y privados que han afectado al país en los últimos años. El periodista le recordó que “arrestar en lugares distintos a las cárceles” era lo que hacía la policía secreta de Augusto Pinochet.

Fue un debate donde los postulantes tuvieron tiempo de interpelarse directamente. Kast consecutivamente le enrostró a Boric lo que considera que han sido bruscos cambios de opinión en asuntos relevantes como la seguridad pública y la negativa que, de acuerdo al líder del Partido Republicano, ha tenido su contrincante en participar en los debates organizados en la campaña de segunda vuelta. Los dardos de Boric apuntaron no solo a las propuestas que atentarían contra las libertades públicas, sino a la cercanía de Kast con la dictadura militar de 17 años, de la que no se ha despegado, o a propuestas polémicas, como aumentar las cotizaciones para las pensiones de un 10% a un 14%, con cargo al trabajador. En diversas ocasiones acusó a Kast de mentir, en un encuentro que ha sobresalido por los duros enfrentamientos entre ellos.

Boric, que el miércoles moderó su programa económico –buscará una recaudación de cinco puntos del PIB en los cuatro años de Gobierno–, este viernes mostró su giro a la moderación en distintos pasajes del debate, que fue transmitido por mil radios chilenas. Desautorizó al senador en ejercicio del Frente Amplio, Juan Ignacio Latorre, que aseguró hace algunas horas que “en temas de seguridad social no existe la propiedad privada como la entendemos hoy”, una frase que causó polémica por ser un asunto sensible para la opinión pública chilena, preocupada por destino de los fondos de pensiones. De acuerdo al programa de Boric, desaparecerán las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), la base del sistema de capitalización individual chileno, aunque sí estableció que el dinero podrá heredarse.

El candidato de la izquierda hizo nuevos guiños a los sectores moderados de la oposición, que alguna vez conformaron la Concertación de centroizquierda y que se han sumado a su campaña o mostrado apoyo a su candidatura, como el propio expresidente Ricardo Lagos o la fundación ligada a la expresidenta Michelle Bachelet. Aunque la irrupción de su generación política se basó en buena parte en el reemplazo generacional de la izquierda y en una profunda crítica a los sectores que lideraron la transición democrática, Boric reforzó los conceptos de gradualidad, diálogos y acuerdos, que marcaron los gobiernos de centroizquierda entre 1990 y 2010.

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“Tenemos el deber de llegar a grandes acuerdos en temas que le importan a los chilenos”, aseguró en referencia a la conformación del nuevo Parlamento, que desde marzo próximo estará prácticamente empatado entre la izquierda y la derecha. “Yo creo en la socialdemocracia y en la colaboración del sector público y privado y no me gustan las hegemonías de ningún sector, como hoy en Chile tenemos la hegemonía del mercado por sobre lo público”, aseguró Boric, apuntando a uno de los asuntos que han marcado su campaña: la influencia que tendrá el Partido Comunista en un eventual Gobierno que lidere, que no solo es la principal formación de su alianza, sino que se ha transformado en un vigilante de que se respete la hoja de ruta original con mira a los cambios que consideran necesarios para Chile.

Boric dio señales en torno a la seguridad pública –fue interpelado por un periodista de la zona de la Araucanía por sus medidas para combatir la violencia– y con respeto a los símbolos patrios, que en primera vuelta fueron usados principalmente por el candidato Kast. El postulante a La Moneda no solo aclaró que los mantendrá y que solo cambiaría el lema del escudo –en vez de por la razón o la fuerza, le gustaría por la fuerza de la razón–, sino que entregó señales al mundo rural sobre determinadas propuestas para eliminar el rodeo, una tradición ecuestre que su sector considera maltrato animal. “Las tradiciones hay que respetarlas”, aseguró Boric. “Hay que procurar que no exista maltrato animal, pero a la vez, mantener las tradiciones”, dijo sobre un tema que resulta especialmente sensible para la zona centrosur de Chile, donde Kast le llevó ventaja en primera vuelta.

Una zanja en la frontera

El republicano, en tanto, desestimó que vaya a derogar la ley de aborto en tres causales, como manifestaba en su programa de primera vuelta. Lo mismo que la fusión del Ministerio de la Mujer con otra cartera, una medida que también descartó. Pero mantiene su propuesta de tener solo relaciones consulares con Cuba y Venezuela, no embajadas, como también la necesidad de evaluar la permanencia de Chile en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

El candidato que moderó su rebaja de impuestos –en primera vuelta proponía bajarlos de un 27% a un 17%, pero ahora lo supeditó al crecimiento–, defendió su polémica propuesta de instalar una zanja en la frontera norte para aplacar la inmigración irregular. “La sola zanja –sin incluir las rejas que evitarían que caigan animales y personas a ellas– cuesta unos 10 millones de dólares y lo hemos calculado para una zanja de tres metros de profundidad por tres metros de ancho”, aseguró Kast.

Uno de los momentos de mayor tensión entre ambos se observó cuando Kast reflotó una antigua acusación de acoso contra Boric, que se remonta a supuestos hechos que habrían afectado a una mujer en 2012, cuando el actual diputado de 35 años lideraba la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. El asunto estuvo presente en la campaña de primera vuelta, el propio Boric aseguró que “jamás” había acosado a persona alguna y el asunto fue tratado por las portavoces de su campaña, como la diputada comunista Camila Vallejo. Este viernes, sin embargo, Kast interpeló a Boric con una pregunta: “¿Le pediste perdón a la mujer que te acusó de abuso”?, usando un concepto diferente al acoso. Boric se defendió diciendo que estaba totalmente disponible –porque no tiene nada que esconder– a cualquier investigación. Al finalizar el debate, el republicano se excusó por haber usado el término “abuso” cuando era “acoso”.

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Sobre la firma

Rocío Montes
Es jefa de información de EL PAÍS en Chile. Empezó a trabajar en 2011 como corresponsal en Santiago. Especializada en información política, es coautora del libro 'La historia oculta de la década socialista', sobre los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. La Academia Chilena de la Lengua la ha premiado por su buen uso del castellano.

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