_
_
_
_

El Congreso de EE UU logra ‘in extremis’ un acuerdo para evitar el cierre del Gobierno

La Cámara de Representantes y el Senado aprueban un proyecto de ley que permite a Washington seguir funcionando hasta el 18 de febrero

Yolanda Monge
Cierre Capitolio de Estados Unidos en Washington
El Capitolio de Estados Unidos en Washington.JIM WATSON (AFP)

Se evitó “la irresponsabilidad” de la que hablaba la Casa Blanca. Se materializó la creencia del presidente Joe Biden de que no habría cierre del gobierno. Se logró que la Cámara de Representantes y el Senado aprobaran en la noche del jueves un proyecto de ley para financiar el gobierno federal. Se desarmó a una disidencia republicana en la Cámara Alta que durante todo el día tuvo secuestrado el acuerdo como moneda de cambio para chantajear al mandatario demócrata por su dura política de vacunas. El día fue largo e intenso. El nuevo acuerdo ya espera solo la firma de Biden. De no haberse pactado in extremis, el sábado por la mañana la maquinaria federal que hace funcionar a Washington se habría parado. Con este acuerdo se garantiza el rodaje de la Administración hasta el próximo 18 de febrero y se sortea el conocido como shutdown.

Tras salir de un discurso en el Instituto Nacional de la Salud (NIH, siglas en inglés, Bethesda, a las afueras de Washington), el presidente Joe Biden declaró que no creía que llegara a haber cierre del Gobierno. “No creo que eso suceda. Contamos con lo necesario para asegurarnos de que no haya un cierre”, explicó el mandatario. “Hablé con Mitch McConnell, hablé con [Chuck] Schumer, hay un plan en marcha, a menos que alguien decida ser un total irresponsable, y no creo que eso suceda, no creo que haya un cierre”, finalizó Biden al mencionar sus contactos con los líderes de la minoría republicana y mayoría demócrata del Senado.

Lo cierto es que no dependía del presidente evitar el cerrojazo. Y pese a la última buena nueva, el acuerdo en el Senado podría haber estado en peligro debido a la inquebrantable oposición que estuvo ejerciendo un grupo de senadores republicanos liderado por Mike Lee contra las normas del presidente Joe Biden para que las grandes empresas obliguen a sus trabajadores a inmunizarse contra la covid-19. La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, fue muy dura al criticar a esos legisladores republicanos, a los que acusó de incitar una crisis tanto económica como de salud pública.

“Una vez más se trata de una doble irresponsabilidad. Primero cierran el Gobierno y luego dan la espalda a la ciencia”. En rueda de prensa en el Capitolio, Pelosi fue categórica al rechazar cualquier responsabilidad demócrata en el estancamiento. “¿Cómo van a explicarle al público que están cerrando el Gobierno porque no quieren que la gente se vacune?”, se cuestionó la demócrata. “Esto es tan absurdo como que se vaya a cerrar el Gobierno por gente que no cree en la ciencia o son antivacunas”, expresó Pelosi, para a continuación responder a un reportero que le cuestionaba cuál el mensaje que quería mandar: “Respeto” por la ciencia y hacia la administración, dijo. Mientras tanto, el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, quien debía de sofocar la rebelión dentro de su caucus para mantener al Gobierno en funcionamiento, aseguraba que no habría un cierre.

El fantasma del último cierre de Gobierno todavía planea sobre el Congreso, cuando en las navidades de 2018, bajo la presidencia de Donald Trump, se vivió el más largo de la historia, que duró 35 días. Antes había sucedido en 1994, 1995, 2013 y con mucha más frecuencia en los años setenta y ochenta, con los presidentes Jimmy Carter y Ronald Reagan. Aunque se llama cierre de Gobierno no supone su paralización completa. Afecta a un 38% de empleados “no esenciales” y mantiene activos a aquellos destinados a tareas de seguridad, salud y defensa, así como la seguridad social. Pero el coste es inmenso. No solo en términos económicos. Muestra a unas élites políticas y en este caso a un presidente incapaces de llegar a un pacto para asegurar el pleno funcionamiento del Estado.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la región

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_