La violencia en el sur de Chile escala con la muerte de un mapuche y el atentado a un tren de carga
El Gobierno de Piñera insiste en extender el estado de excepción en la llamada macrozona sur de Chile
En una semana especialmente violenta en la Araucanía chilena, en un conflicto por las tierras ancestrales del pueblo mapuche que solo se ha intensificado desde fines de los años noventa, el Ministerio Público confirmó este jueves la muerte de un comunero en la región del Biobío, donde otra persona quedó herida de gravedad. En una zona que se encuentra bajo control militar desde el 12 de octubre pasado, cuando el presidente Sebastián Piñera decretó un estado de excepción constitucional “por la grave alteración del orden público”, funcionarios de Carabineros y de la Armada habrían respondido a ataques de grupos armados, aunque tanto las circunstancias como el origen de las balas está siendo investigado por los fiscales.
El presidente Piñera respaldó a los uniformados desde el Palacio de La Moneda. “Quiero decirlo en forma muy fuerte y clara: en esta difícil y necesaria labor, Carabineros y la Policía de Investigaciones (PDI), con el apoyo de la Fuerzas Armadas, cuentan con todo el respaldo de este presidente, de nuestro Gobierno y estoy seguro que de la gran mayoría de chilenas y chilenos que queremos vivir con mayor paz, tranquilidad y seguridad”, sostuvo Piñera.
El mandatario aseguró que se incautaron armas de fuego, un fusil, municiones de guerra y un vehículo con encargo por robo. “Lamentamos profundamente todas las pérdidas de vidas y la existencia de heridos y víctimas de la violencia”, aseguró el presidente, arropado por el ministro de Defensa, Baldo Prokurica, y del ministro del Interior, Rodrigo Delgado, que anoche en una comparecencia desde el mismo palacio de Gobierno replicó lo dicho inicialmente por la Fiscalía de que había dos muertos, lo que el Ministerio Público corrigió con el paso de las horas.
El Gobierno ha pedido cautela y prudencia para esclarecer los hechos, porque uno de los principales conflictos que ha enfrentado en la Araucanía, a unos seiscientos kilómetros al sur de Santiago de Chile, se originó justamente por apoyar a las policías sin esperar la investigación de los acontecimientos. A fines de 2018, en el primer año de este segundo mandato de Piñera, La Moneda respaldó la versión de Carabineros, que luego se demostró que había asesinado con un tiro por la espalda a un joven mapuche de 24 años, Camilo Catrillanca. Fue una de las principales crisis iniciales del Ejecutivo, que por este caso perdió a uno de los principales colaboradores del presidente, Andrés Chadwick, que como ministro del Interior fue acusado constitucionalmente en el Parlamento y quedó inhabilitado para ejercer cargos públicos hasta 2024.
De acuerdo a la versión oficial, este miércoles hubo dos graves incidentes en la ruta que une a las localidades de Cañete y Tirúa, en la provincia de Arauco. Tanto Carabineros como la Armada habrían sido atacados por desconocidos con armas de guerra. Aunque por estos hechos hubo dos personas detenidas y otros dos heridos, no está claro si fue en este contexto en que se produjo la muerte del comunero mapuche identificado como Jordan Llempi Machacan, de 23 años. El herido de gravedad se trataría de Claudio Iván Porm, de 44 años, que permanece ingresado en un hospital. Luego de los incidentes del miércoles, grupos armados quemaron esta madrugada siete máquinas de una empresa constructora y amenazaron con “más acciones de sabotaje”. A través de un vídeo, una treintena de integrantes armados de la organización guerrillera mapuche Weichan Auka Mapu (WAM) asegura que la fuerza policial y militar debe abandonar el territorio, “porque serán derrotados por la fuerza del pueblo mapuche en armas”.
Han sido jornadas violentas lo que se conoce en Chile como la macrozona sur, donde está radicado el conflicto entre los mapuches y el Estado chileno, que ha derivado en otros fenómenos, como el robo de madera de las forestales o narcotráfico. El martes, desconocidos descarrilaron un tren de carga en la región de La Araucanía y luego lo quemaron. El ataque sucedió poco antes de que pasara un ferrocarril con pasajeros, con capacidad para unas 400 personas, por lo que las autoridades se refirieron a “un atentado contra la vida humana”. Dejaron un lienzo para exigir que los militares abandonen la zona, aunque no son los planes del Gobierno.
Luego del atentado del tren, Piñera anunció que pedirá al Congreso que se extienda el estado de excepción en el sur. En su comparecencia de este jueves, el mandatario chileno ha insistido en que los últimos hechos de violencia “ratifican” la necesidad de mantener esta zona militarizada, pese a que la medida ha sido criticada desde diferentes sectores. En paralelo, la Gobernación regional de La Araucanía y la agrupación de municipios de la zona han organizado una consulta ciudadana para este viernes, sábado y domingo sobre la presencia de los militares en la zona, para que el Parlamento tome una medida considerando la opinión de los habitantes.
Entre los críticos a la permanencia de los uniformados en la Araucanía están los 17 convencionales de pueblos originarios que redactan una nueva Constitución. “Como hemos denunciado en múltiples ocasiones, los hechos que lamentamos son consecuencia de la política estatal que mantiene en estado de emergencia gran parte del territorio histórico mapuche, que militariza y criminaliza la legítima demanda territorial de nuestra gente”, aseguraron en un comunicado. Mientras, el conflicto se toma la carrera presidencial, cuya elección se realizará el 21 de noviembre. El candidato de la derecha extrema, José Antonio Kast, aseguró que en Chile “no podemos seguir permitiendo la acción ilegítima de grupos de quieren secuestran la democracia”.
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