El Gobierno de Pedro Castillo dará un subsidio de 85 dólares a más de 13 millones de personas
El Ejecutivo destinará más de 1.200 millones de dólares a una ayuda de una sola entrega
El Gobierno de Pedro Castillo destinará más de 1.200 millones de dólares para entregar un subsidio a quienes reciban un ingreso familiar menor a 732 dólares mensuales en Perú, anunció este viernes la ministra de Inclusión y Desarrollo Social (Midis), Dina Boluarte, en un contexto de alza de precios del gas, la electricidad y de alimentos que dependen de insumos importados, como el pollo. Esta semana, el tipo de cambio llegó a 4,11 soles por dólar, el máximo histórico. A causa de la pandemia, en 2020 la economía peruana cayó un 11% y la pobreza se incrementó en 10 puntos porcentuales (tres millones de personas más), lo que que significa que un tercio de la población no puede cubrir sus necesidades básicas.
Boluarte anunció que el bono llamado Yanapay (solidaridad, en quechua) llegará a unos 13,5 millones de personas en 7,9 millones de hogares. Beneficiará a los receptores de los programas sociales, las personas en situación de pobreza y pobreza extrema, los hogares sin ingresos del mercado laboral, pensionistas o jóvenes que trabajan como practicantes o becarios. El bono, de una única entrega, será de 85 dólares por adulto. Por hijo a cargo se recibirá una cantidad similar.
El Ministerio de Inclusión y Desarrollo Social prevé que los pagos empiecen en septiembre para los destinatarios de los programas sociales Juntos –familias vulnerables con hijos recién nacidos o en edad escolar–, Pensión 65 –adultos mayores en pobreza extrema– y Contigo –ciudadanos con discapacidad severa que no pueden cubrir sus necesidades básicas–. Los siguientes pagos, en el mismo mes, serán para personas con billeteras digitales, o cuentahabientes, y para residentes en comunidades rurales donde no existe sistema financiero.
El grupo que recibirá el subsidio al final, a partir de diciembre, será el de las personas que no poseen una cuenta bancaria. En 2020, durante los gobiernos de los presidentes Martín Vizcarra y Francisco Sagasti, el pago de subsidios para paliar el impacto económico de la pandemia tuvo graves problemas de retraso, deficiencias en la elaboración del padrón de beneficiarios, contagios de covid-19 en las agencias bancarias por las aglomeraciones o de ciudadanos indígenas que tenían que viajar desde sus comunidades a zonas urbanas para cobrar.
El ministro de Economía, Pedro Francke, señaló que el Ejecutivo destinará 5.145 millones de soles para los subsidios, que serán de utilidad para las personas afectadas por el incremento “temporal” de los precios del gas, la electricidad y algunos alimentos. “Sirve para promover la demanda porque las familias van a poder ir a los mercados”, añadió.
Desconfianza en la distribución
La presidenta de la Red de Ollas Comunes de Lima Metropolitana, Fortunata Palomino, recibió con reserva el anuncio, debido a los problemas que hubo en la distribución de los bonos de la pandemia en 2020. “Cualquier dinerito que cae es bienvenido, pero los bonos deben estar bien focalizados: deberían sincerar a quienes reciben, algunos beneficiarios de los programas sociales de repente están muertos. Habiendo tanta hambre, tanta necesidad, hay casos importantes que debería evaluar el Gobierno. Hay familias que no tienen de dónde agarrar, que han perdido puestos de trabajo, abuelos que se han quedado con sus nietos porque el padre que hacía taxi falleció”, explica la dirigente.
Palomino reportó que el Gobierno aún no ha destinado un presupuesto para las 2.371 ollas comunes de las que se alimentan unas 250.000 familias en Lima Metropolitana. Las ollas son redes de solidaridad comunal, en las que las líderes buscan donaciones de alimentos o de dinero para comprar el combustible e insumos, y preparan raciones de desayuno y almuerzo que venden a un precio simbólico –alrededor de 40 centavos de dólar–. Sin embargo, cada vez consiguen menos donaciones y han tenido que reducir la cantidad de porciones que preparan.
El exministro de Economía Alonso Segura dijo en la emisora Radiprogramas que la entrega del bono es una “recomendación para los hogares que no han podido normalizar su situación”. “Ciertamente es un alivio temporal, las cifras de junio son muy negativas. El empleo adecuado ha caído más de dos millones de puestos, comparado con 2019, y los ingresos de los hogares por el trabajo están por debajo de 16% respecto de ese año. Es una situación del mercado laboral bastante dramática”, calificó el economista.
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