Orbán lamenta que en la UE “estén repartiendo críticas en lugar de salvar vidas”
El primer ministro de Hungría responde a los reproches de Bruselas por las medidas adoptades en la crisis sanitaria y asegura que “no ha visto ni una moneda” de ayuda del bloque comunitario
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha respondido este viernes a los reproches recibidos en los últimos días por los polémicos poderes que se ha otorgado durante la pandemia de coronavirus y ha lamentado que, “en Bruselas, están repartiendo críticas en lugar de salvar vidas”. El Parlamento húngaro aprobó esta semana una ley que permite al Ejecutivo mantener de forma indefinida el estado de emergencia, una medida teóricamente excepcional que permitirá a Orbán gobernar por decreto y restringir derechos y libertades.
La Comisión Europea y quince países de la UE, entre ellos España, respondieron con sendos comunicados en los que, sin aludir directamente a Hungría, advertían de la necesidad de que las medidas adoptadas para contener la expansión del coronavirus no vulneren el Estado de Derecho ni dañen la democracia. Además, partidos de la familia de los populares de trece países distintos han reclamado la expulsión de Orbán del Partido Popular Europeo (PPE) debido a su viraje autoritario. La petición se publicó este jueves con una carta conjunta, en la que se exigía echar del grupo político al Fidesz, el partido del primer ministro húngaro que lideró la nueva ley.
Los reproches de Orbán han llegado este viernes a través de una entrevista de la radio pública en la que ha negado que el bloque comunitario esté ayudando a Hungría a hacer frente al virus. Así, ha asegurado que no ha visto “ni una moneda” para hacer frente a la crisis. En cambio, ha destacado que tanto China como el Consejo de Cooperación de los Estados de Habla Túrquica, con el que Hungría se reunió recientemente, sí que han brindado su ayuda en estas últimas semanas, según recoge la agencia Bloomberg.
El viraje autoritario del Fidesz, que cumple diez años en el poder, ha sido duramente criticado por organizaciones defensoras de los derechos civiles y en especial de la libertad de prensa. Esta última medida incluye también la posibilidad de condenar hasta a cinco años de prisión a aquellos que distribuyan información falsa sobre la pandemia, una fórmula “desproporcionada”, según declaró el mes pasado el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, que podría “frenar las críticas” contra Orbán en Hungría y “llevar a la autocensura”.
Orbán tiene previsto anunciar el próximo martes un paquete de medidas para sostener la economía durante la emergencia sanitaria, aunque ya ha advertido de que el país no debería endeudarse en exceso para que su independencia no pueda verse comprometida. De momento, el mandatario ha anunciado una paga extra para los sanitarios con la intención de compensar la carga de trabajo. Las autoridades húngaras han confirmado este viernes cinco nuevos fallecidos por coronavirus, lo que eleva a 26 el balance provisional de víctimas. La cifra de contagios totales asciende ya a 623, según el portal Hungary Today.
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