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Hungría y Polonia piden contrapartidas al atribuirse la victoria de Von der Leyen

El Gobierno de Viktor Orbán recuerda a la próxima presidenta de la Comisión que su apoyo no es "incondicional"

Ursula von der Leyen, en el Parlamento Europeo, en Estrasburgo. En vídeo, resumen del discurso de investidura de Von der Leyen.Vídeo: FREDERICK FLORIN (AFP) / EBS-QUALITY
Lluís Pellicer

Hungría y Polonia lideraron la defenestración del socialista holandés Frans Timmermans como candidato a presidir la Comisión Europea. Y enseguida los Gobiernos ultraconservadores de esos dos países, en la lupa de Bruselas por su deriva autoritaria, reivindicaron como una victoria la elección de la conservadora alemana Ursula von der Leyen al considerar que los sufragios de sus eurodiputados fueron claves para que el Parlamento Europeo avalara su nombramiento. El Ejecutivo de Viktor Orbán avisó de que su apoyo no es “incondicional”.

“En democracia, la mayoría es la mayoría”. Así atajó el lunes Von der Leyen las preguntas acerca de si debía su presidencia a los votos de los ultraconservadores polacos de Jaroslaw Kaczynski tras alcanzar la mayoría absoluta necesaria en la Eurocámara por un estrecho margen, de solo nueve votos. La presidenta electa del Ejecutivo comunitario se escudó en que la votación fue secreta y con urna. Sin embargo, los diputados del partido polaco Ley y Justicia (PiS), los húngaros de Fidesz y los italianos del M5S no tardaron en atribuirse los méritos de su victoria.

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El discurso ecologista, feminista y europeísta de Von der Leyen no gustó a los diputados ultraconservadores del grupo ECR —donde se integra el PiS— ni a una parte del Partido Popular Europeo (PPE). Su apasionada intervención iba destinada sobre todo a tratar de convencer a liberales y socialdemócratas y a buscar complicidades en Los Verdes. Tras la exposición de su programa, el ECR —en el que también está Vox— anunció que rechazaría la candidatura de la exministra alemana.

Pero el PiS se hallaba en una situación distinta de la de sus socios de grupo. Polonia fue, junto al resto de los países de Visegrado (Hungría, República Checa y Eslovaquia) e Italia, responsable de la caída de Timmermans, que como comisario ha sido implacable en la defensa del Estado de derecho. Y Varsovia quiso mantener su posición del Consejo Europeo, donde respaldó a Von der Leyen.

El nombramiento de la exministra salió adelante con 383 votos a favor, nueve más de los 374 que necesitaba. El PiS cuenta con 26 escaños en la Cámara, con lo que sus diputados —que dijeron haber respaldado a Von der Leyen— se apuntaron el tanto.

“El presidente de la Comisión Europea ha pasado gracias a los votos del PiS”, dijo en Twitter el eurodiputado Ryszard Czarnecki. “La elección de Ursula von der Leyen al frente de la Comisión Europea no hubiera sido posible sin los votos del PiS”, abundó la también diputada Beata Mazurek. Su correligionario Tomasz Poreba iba más allá y pedía una nueva etapa sin interferencias ideológicas de Bruselas en la política polaca.

Pero también el Gobierno de Hungría, presidido por el nacionalista Orbán, quiso sacar pecho. En una nota difundida por su portavoz, consideró que “está claro que los 13 votos de Fidesz fueron vitales para su elección”. A pesar de que la formación de Orbán forma parte del Partido Popular Europeo (PPE), su apoyo también estaba en el aire después de que Fidesz quedara suspendido por sus ataques al actual presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker. Pero Orbán vio en la votación una oportunidad de vengarse del candidato popular en las elecciones, Manfred Weber. “A diferencia de Weber, Von der Leyen aceptó el apoyo de los húngaros y se alzó con la victoria”, sostuvo en el comunicado, en el que deja clara que esperan una contrapartida por ese respaldo.

“El apoyo de Hungría no es incondicional: tenemos expectativas definidas de la nueva presidenta de la Comisión y velaremos por los intereses del pueblo húngaro”, añadió tras recordar sus demandas a Bruselas: poner fin a la inmigración, respetar a los países de Europa Central y “abstenerse de violar” la soberanía de un Estado miembro.

Último aviso a Polonia

Von der Leyen tuvo que enfrentarse a pocas horas de su elección, pues, a uno de los principales motivos por los que un amplio sector de los socialdemócratas y Los Verdes se negaron a apoyarla. “No podemos olvidar que Timmermans fue vetado por algunos países por ser fuerte en esta materia [la defensa del Estado de derecho]”, le recordó el diputado de Los Verdes Ernest Urtasun.

Sobre Hungría pesa la recomendación del Parlamento Europeo de aplicarle el artículo 7 de los tratados, que incluiría como castigo la pérdida del derecho de voto en el Consejo. El expediente podría llegar en breve a la mesa de los ministros de la UE.

Además, este miércoles la Comisión dio el último aviso a Polonia por la ley que, según Bruselas, socava la independencia de los jueces y los desprotege del control político. El Ejecutivo comunitario remitió a Varsovia un dictamen motivado, es decir, un procedimiento de infracción previo a una denuncia ante el Tribunal de Justicia de la UE.

El PiS y Fidesz no fueron los únicos en atribuirse los méritos de la victoria. También lo hizo el M5S, aunque su reivindicación quedó eclipsada por la pelea en la que se enzarzó con la Liga, que votó en contra de Von der Leyen.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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