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Un agente de Florida, acusado de usar la base de datos de la policía durante años para conseguir citas

Los investigadores han contactado con cerca de 150 posibles afectadas

Antonia Laborde
Un agente de la policía en la calle rodeado de coches de patrulla.
Un agente de la policía en la calle rodeado de coches de patrulla. AP

En junio de 2018 el oficial de la policía de Bradenton (Florida) Leonel Marines realizó su jornada laboral de rutina: escogió a una mujer de la base de datos de su departamento, la identificó en la calle, y fue a por ella. Pero en vez de salirle bien la jugada —como era de costumbre desde 2012— fue el principio del fin de su práctica abusiva. Tras perseguir en coche a la mujer hasta su casa, tocó el timbre. Abrieron los padres, a quienes Marines intentó engañar para que lo dejaran hablar con su hija por “un incidente doméstico”. Desconfiados, le pidieron al agente que se identificara y que dijera el nombre de su supervisor. Marines abandonó el sitio sin responder. La pareja llamó a la policía y permitió que un equipo identificara el patrón de conducta de su compañero de 36 años. Ahora el FBI está revisando el caso en busca de posibles cargos criminales.

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El comandante del departamento de la policía interrogó a Marines sobre lo sucedido, según explicó la semana pasada la jefa de policía de Bradenton, Melanie Bevan. El oficial se defendió argumentando que había seguido a la mujer porque tenía un foco del coche averiado y le había parecido que no estaba en condiciones para conducir. "Las dos historias no coincidían, así que ordené una nueva investigación del incidente, lo que finalmente llevó a una auditoría", agregó Bevan.

A raíz de la queja presentada el verano pasado, le retiraron de la patrulla. Era miembro del Departamento de Policía de Bradenton desde hace 12 años. Y aunque renunció en octubre pasado, la investigación continuó su curso. Cinco detectives identificaron que las búsquedas de Marines en la base de datos eran principalmente a mujeres y en su mayoría extranjeras. Se reunieron con cerca de 150 posibles afectadas. Accedía a la base de datos para luego acechar a las mujeres por distintas vías: “A través de las redes sociales, llamadas telefónicas, visitas a sus casas con el pretexto de estar allí para asuntos de la policía, hacía lo que sea para intentar conseguir una cita con esas mujeres", detalló Bevan.

La conducta abusiva de Marines data desde al menos el 2012. Las autoridades revelaron que ese año una mujer se había presentado en el departamento de la policía para quejarse por el comportamiento del oficial. "Se presentaba en su casa y le hacía preguntas personales que no parecían relacionadas con ninguna investigación policial. Ella no lo conocía personalmente", narró la jefa de policía de Bradenton. Entonces, los investigadores identificaron que Marines había accedido a su información a través de la base de datos de vehículos. La defensa del policía fue que “tenían amigos en común” y lo hizo “por curiosidad”. El incidente acabó con tres días de suspensión.

La investigación de la policía de Bradenton ya ha finalizado. Se determinó que hubo violaciones de las normas por parte del exoficial "relacionadas con una falta grave de conducta". Además, Marines no cumplió con las reglas del departamento sobre la seguridad de los registros y mantuvo relaciones sexuales de guardia.

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Sobre la firma

Antonia Laborde
Periodista en Chile desde 2022, antes estuvo cuatro años como corresponsal en la oficina de Washington. Ha trabajado en Telemundo (España), en el periódico económico Pulso (Chile) y en el medio online El Definido (Chile). Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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