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Marruecos decide en el último momento mantener el horario de verano

Los dispositivos inteligentes del país, ajenos a la decisión oficial, realizaron el cambio inicialmente previsto. Cuatro días después seguían con una hora incorrecta

Francisco Peregil

Marruecos ha decidido en el último minuto abolir el cambio de hora en invierno, algo que la Unión Europea contemplaba hacer en marzo de 2019 y ahora baraja retrasar hasta 2021. El problema es que esa decisión marroquí fue anunciada el pasado viernes y aprobada por decreto el sábado, sin debate ni explicaciones previas.

Los aparatos digitales como teléfonos, ordenadores y tabletas estaban programados para atrasar una hora en la madrugada del sábado al domingo, como ha ocurrido en España. Sin embargo, la decisión del Gobierno marroquí ha sorprendido a todas las multinacionales del sector informático. Cuatro días después del anuncio, los aparatos inteligentes seguían atrasados una hora. Pero ese problema parece ser el más pequeño de los que se avecinan.

Desde el próximo 7 de noviembre, los colegios públicos y privados abrirán sus puertas a las nueve de la mañana, en lugar de a las ocho. A la una de la tarde concluirán las clases de la mañana y recomenzarán una hora después, hasta las seis de la tarde. Con lo cual, los colegiales dispondrán solo de una hora para el almuerzo, en lugar de dos, como sucedía hasta ahora. El objetivo es que los niños puedan regresar a sus hogares con la luz del día.

Varias asociaciones de padres han mostrado ya sus críticas. Muchos progenitores alegan que así no habrá tiempo para que los niños puedan comer. "En Casablanca, por ejemplo, se necesita a veces una hora para desplazarse de un lugar a otro. Y así no habrá tiempo para que los alumnos almuercen en sus casas", declaraba en el HuffpostMaghreb el vicepresidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Alumnos, Ali Fannach.

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Respecto a la nueva hora de entrada en el colegio, las nueve en lugar de las ocho, Fannach señala: "La mayoría de los padres llevan a sus hijos a clase antes de ir al trabajo. Ahora, los padres deberán estar en la oficina antes de que sus hijos hayan entrado en el colegio. Eso no tiene sentido".

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El ministro encargado de la Administración y la Función Pública, Mohamed Ben Abdelkader, ha explicado al semanario Telquel las razones de la decisión: “Hemos hecho un estudio sobre cinco años de aplicación del horario de verano, con criterios que nunca se habían tomado, como el impacto sobre la salud, y también otros criterios económicos y sociales. Y el estudio concluye que el cambio de hora provoca perturbaciones en los ciudadanos. Hicimos un sondeo y el 65% se mostró descontento con los cambios horarios y dice que prefiere la estabilidad”.

Marruecos tenía dos opciones, según el ministro: adoptar el huso horario de Greenwich (GMT, por sus siglas en francés) o el de GMT+1, que es el que tienen España y Francia, principales socios comerciales de Marruecos. “Estudiamos los dos escenarios y hemos optado por el GMT+1 a la vista de las ventajas económicas”.

En las redes sociales un internauta replicaba: “Dentro de unos años el Gobierno adoptará el GMT+7 para alinearse con nuestros socios chinos, y entonces no vamos a entender nada”. Otros usuarios de Internet se quejan de que esta decisión, que afecta a los 35 millones de marroquíes, se haya tomado por decreto, igual que en agosto sucedió con la restauración del servicio militar obligatorio, prevista para el año próximo y anunciada también por sorpresa, sin debate previo, bajo las indicaciones del Palacio Real.

Varios medios locales lamentan que el ministro de la Administración no haya dado más detalles sobre el "estudio" en que basó la decisión. El diario L'Economiste recordaba que la Comisión Europea efectuó una consulta en Internet entre el 4 de julio y el 16 de agosto de este año, en la que se recabaron 4,6 millones de respuestas provenientes de 28 Estados. El 84% de los encuestados apostó por el fin del cambio horario cada semestre. En Marruecos ya lo han hecho (pero por decreto).

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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