_
_
_
_

Tennessee ejecuta a un preso nueve años después de la última pena de muerte

El Estado sureño de EE UU ha aplicado una inyección letal a Billy Ray Irick, condenado por violar y asesinar a una niña de siete años en 1985

Billy Ray Irick en una imagen de archivo de 2010.Vídeo: MICHAEL PATRICK (AP)

El Estado de Tennessee, situado en el sur de Estados Unidos, ha ejecutado este viernes a un reo por primera vez desde 2009 al suministrar una inyección letal a Billy Ray Irick, que fue condenado a muerte por violar y asesinar a una niña de siete años en 1985. A Irick, de 59 años, lo declararon muerto a las 19.48 hora local (02.48 hora peninsular española) en la Institución de Máxima Seguridad Riverbend, en Nashville, según notificó el Departamento Correccional de Tennessee. Sus últimas palabras fueron: "Solo quiero decir que lo siento mucho. Eso es todo".

La de este viernes fue la primera ejecución en Tennessee desde que el 2 de diciembre de 2009, hace casi nueve años, Cecil C. Johnson Jr. recibiese una inyección letal por matar a tres personas durante un robo en 1980. Durante esta última década, el Estado ha lidiado con una escasez de fármacos para sus inyecciones y con litigios de los abogados de los presos condenados a muerte contra los nuevos componentes que se disponía a utilizar para ejecutarlos.

Más información
Texas ejecuta al sexto preso de este año y programa seis muertes más para 2018
Oklahoma decide gasear con nitrógeno a los presos condenados a muerte

Los tribunales han autorizado finalmente la muerte de Irick pese a que todavía hay recursos pendientes contra los fármacos utilizados por el Estado, concretamente el sedante midazolam, que ha causado problemas en el pasado. "Si la ley permite que esta ejecución suceda, pese a los minutos finales terribles que Irick puede experimentar, entonces hemos dejado de ser una nación civilizada y aceptamos la barbarie", dijo la juez del Tribunal Supremo Sonia Sotomayor, en desacuerdo con la decisión tomada por sus colegas.

A Irick lo condenaron a muerte en 1986 por asesinar un año antes a la pequeña Paula Kay Dyer. Amigo de los padres de Dyer, Irick estaba cuidando de ella y de cuatro de sus hermanos el 15 de abril de 1985, la noche del crimen. Cuando Kenny Jeffers -el padre- regresó a la vivienda después de la medianoche, encontró a la pequeña Paula inconsciente y bañada en sangre.

La autopsia determinó que murió de asfixia y que había sido brutalmente sodomizada. Irick había encerrado en una habitación al resto de niños, que escucharon la macabra muerte de su hermana. "Los chicos intentaron salir y ayudarla pero no pudieron porque la puerta tenía una barricada. Todavía tienen pesadillas", explicó la madre de Paula, Kathy Jeffers, en una entrevista reciente con la cadena de televisión WBIR-TV. Las autoridades detuvieron horas después a Irick, que confesó el crimen.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La de Irick ha sido la decimoquinta ejecución del año en EE UU y la número 1.480 desde que el Tribunal Supremo restituyó la pena de muerte hace cuatro décadas. En este tiempo, Tennessee ha ejecutado a siete de estos 1.480 reos y el Estado tiene ahora 59 presos en su corredor de la muerte, 14 de ellos con los procesos de apelaciones agotados, por lo que las autoridades luz verde para ejecutarlos.

De hecho, Tennessee ya tiene programadas otras dos ejecuciones: la de Edmund Zagorski el 11 de octubre por matar a dos hombres durante un robo en 1984 y la de David Earl Miller el 6 de diciembre por asesinar a una mujer con discapacidad mental en 1981.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_