Keita y Cissé reeditan su duelo en Malí

Las elecciones presidenciales de Malí se resolverán el próximo 12 de agosto en una segunda vuelta entre el presidente saliente Ibrahim Boubacar Keita (IBK) y el jefe de la oposición, Soumaïla Cissé, según los resultados oficiales proclamados este jueves por la noche. IBK obtuvo un 41,4% de los votos frente a los 17,8% de su rival, mientras que el tercer y cuarto puesto fueron para un sorprendente Aliou Diallo (7,9%) y el ex primer ministro Cheikh Modibo Diarra (7,4%). Cissé ya ha dado marcha atrás en su intención de impugnar los comicios, lo que había anunciado 24 horas antes, y ha anunciado que concurrirá al segundo round.

La proclamación de resultados este jueves por la noche por parte del ministro de Administración Territorial, Mohamed Ag Erlaf, ante las cámaras de la televisión pública ORTM despeja de momento el riesgo de incidentes en Malí al posponer hasta el 12 de agosto la resolución de las elecciones. El duelo entre IBK y Cissé es una reedición del que mantuvieron hace cinco años, cuando el primero obtuvo el 39% de los votos y el segundo el 19% y también se enfrentaron en segunda vuelta, anotándose entonces la victoria IBK con un 77,6% de las papeletas.

En esta ocasión será clave saber los apoyos con que cuenta cada uno y que se empiezan a negociar desde este mismo viernes, con los citados Aliou Diallo y Cheikh Modibo Diarra como principales objetivos del cortejo de ambos candidatos. Aunque Cissé tendrá difícil dar un vuelco a la intención de voto, lo cierto es que no se descarta la creación de un amplio frente de oposición para intentar desalojar a IBK del poder. La posición que adopten el tercer y cuarto clasificado respecto a uno y otro será decisiva.

La participación ha rondado el 43%, sensiblemente inferior al 50% de las últimas elecciones presidenciales de 2013, lo que refleja no solo las dificultades a la hora de votar en el centro y norte del país, donde más de 700 colegios electorales ni siquiera pudieron abrir sus puertas debido a la violencia de grupos armados, sino también las irregularidades en el reparto de tarjetas electorales y el hastío de buena parte de la población que prefirió quedarse en su casa el domingo pasado.

Las primeras reacciones de los aspirantes no se han hecho esperar a través de las redes sociales. IBK ha dado las gracias a sus electores y asegura que su victoria es “una prueba evidente de la confianza que me habéis otorgado. Llegaremos más lejos, juntos”, mientras que Cissé ha querido destacar que “el sueño del KO en primera vuelta se ha desvanecido frente a la determinación del pueblo. IBK se enfrentará a una segunda vuelta pese al fraude”.

Esta declaración evidencia que el líder opositor no ha tardado ni 24 horas en dar marcha atrás en su pretensión, junto a otros 16 candidatos, de impugnar los resultados electorales debido a las numerosas irregularidades detectadas durante el proceso electoral. A partir de ahora se abre una etapa nueva, un partido diferente en el que los dos rivales competirán por asegurarse los apoyos de unos y otros.

A juicio del experto David Nievas, que se encuentra en Bamako como miembro del Observatorio Político y Electoral del Mundo Árabe y Musulmán, “los resultados provisionales muestran que los votantes malienses quieren una reedición del duelo de 2013 entre Keita y Cissé, que han conseguido prácticamente el mismo nivel de apoyos que entonces. En estos cinco años de presidencia, Keita parece haber afianzado sus alianzas y apoyos electorales a pesar de las numerosas acusaciones de corrupción y nepotismo durante su mandato”.