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La OMS anuncia el uso de vacunas contra el ébola en República Democrática del Congo

Tras los errores cometidos durante la epidemia de 2014-2016, la agencia de la ONU no quiere sorpresas con este nuevo brote de riesgo que califica de “moderado”

José Naranjo
Un trabajador liberiano da sepultura a una persona fallecida por el ébola en 2014.
Un trabajador liberiano da sepultura a una persona fallecida por el ébola en 2014.AHMED JALLANZO (EFE)

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha viajado este sábado hasta la República Democrática del Congo (RDC) para “evaluar de primera mano las necesidades de la respuesta al ébola” después de que el pasado 8 de mayo este país declarara un brote de dicha enfermedad en la zona de Bikoro, cerca de la frontera con la República Democrática del Congo, que alcanza ya los 34 casos (dos confirmados por pruebas de laboratorio) y 17 muertos. La OMS y la RDC han acordado el envío de vacunas “lo más rápido posible”, según confirmó el propio Ghebreyesus en su cuenta de Twitter.

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Pese a que el sistema de Naciones Unidas se prepara para el “peor” escenario posible y a que los nueve países que comparten frontera con la RDC han sido alertados, lo cierto es que la propia OMS califica el riesgo de “moderado”. La rápida respuesta de la comunidad internacional, que apenas unas horas después de la declaración de la enfermedad ya enviaba equipos y material a la zona, contrasta con la lentitud y escasos recursos con que se reaccionó en marzo de 2014 a la declaración de la peor epidemia de ébola de la historia, que tuvo su primer foco en Guinea y que luego se extendió a Liberia, Sierra Leona, Malí y Nigeria y se cobró más de 11.000 vidas.

En esta ocasión, el segundo brote que vive la RDC en apenas un año y el noveno en su historia desde el descubrimiento del virus en 1976, se impone la prudencia para evitar un escenario como aquel. El director de emergencias de la OMS, Peter Salama, anunció desde Ginebra la puesta en marcha de una gran campaña de vacunación para cubrir sobre todo al personal sanitario. “El problema es que ya tenemos tres localidades que reportan casos que cubren hasta 60 kilómetros, quizás más”, aseguró a la agencia Associated Press. “Tenemos tres trabajadores de la salud infectados y uno fallecido, sabemos que ellos pueden ser un factor de amplificación y que el número de casos probables y confirmados es significativo. Estamos muy preocupados”.

Aunque las vacunas aún se encuentran en fase experimental y no existe un gran número de existencias, ya probaron su eficacia en Guinea durante la última fase de la epidemia de 2014-2016. La Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización (GAVI) ha prometido financiar esta campaña, para la que el ministro de Sanidad congolés, Oly Ilunga, ha dado confirmación telefónica al propio director general de la OMS. El brote ha tenido lugar en Bikoro, una zona relativamente aislada de la provincia de Equateur y con una deficiente infraestructura a unos 280 kilómetros de la capital del país, otro elemento que se considera positivo para su control.

La lejanía de grandes ciudades del foco principal, la existencia de vacunas, la rápida respuesta internacional a partir de la declaración y la experiencia de la RDC en esta enfermedad, elementos que diferencian por completo a este brote de la epidemia de 2014-2016, que puso en evidencia el débil sistema de respuesta ante emergencias de la OMS y sacudió los cimientos de este organismo internacional, no impiden que se mantenga una cautela extrema.

Si bien no se ha producido ningún cierre de fronteras como sí ocurrió en África occidental en 2014, lo cierto es que varios países han adoptado las primeras medidas para tratar de impedir una extensión del brote. Así, Kenia ha reforzado los controles en aeropuertos y otros puntos de entrada al país, según informa Efe, y Uganda ha anunciado controles sanitarios a los viajeros procedentes de la RDC que presenten síntomas de la enfermedad, sobre todo fiebre.

Es llamativo que este brote de ébola, un virus de elevada letalidad presente en varios países de África central y occidental, que se contagia de animales a seres humanos y luego entre estos por contacto con los fluidos corporales, pudo haber comenzado meses atrás. Esta semana, el portavoz de la OMS en Kinshasa, Eugene Kabambi, aseguró que comenzaron a detectarse casos sospechosos en esta misma zona en diciembre de 2017 y que las primeras muertes tuvieron lugar en enero pasado, “aunque aún no se ha establecido la relación entre los fallecimientos y la epidemia”.

El secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, Marck Lowcock, ha puesto el acento en la importancia de esta “respuesta temprana coordinada” y ha anunciado la donación de dos millones de dólares para sufragar las primeras necesidades humanitarias, informa Europa Press. El dinero irá a parar tanto a agencias de Naciones Unidas como a organizaciones no gubernamentales para la puesta en marcha de actividades urgentes como el tratamiento, la vigilancia de las comunidades afectadas, el entierro “seguro y digno” de los fallecidos y las tareas de sensibilización.

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Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).

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