China recrimina a EE UU “una mentalidad de Guerra Fría” por su política nuclear
Pekín considera que Washington debe liderar los esfuerzos para avanzar hacia la desnuclearización
China se sitúa de nuevo en la diana de la Administración de Donald Trump. Semanas después de que el informe de seguridad nacional estadounidense catalogara al país asiático y a Rusia de “poderes revisionistas”, Pekín ha sido señalado —junto a Moscú— como pretexto para modernizar la capacidad nuclear de Washington. Las autoridades chinas niegan el rearme, aseguran que EE UU “malinterpreta” el desarrollo militar de su país y lo atribuyen a “una mentalidad propia de la Guerra Fría” por parte de la Administración actual en la Casa Blanca.
El Ministerio de Defensa del país asiático ha rechazado este domingo de forma tajante las acusaciones lanzadas por Washington. “Esperamos que Estados Unidos abandone su mentalidad propia de la Guerra Fría (...) y vea de forma objetiva la defensa nacional china y su desarrollo militar”, afirmó el organismo en un comunicado, alegando que su arsenal atómico tiene un objetivo disuasorio y que su compromiso es no ser el primero en utilizar su arsenal en caso de conflicto.
China, a la par con su desarrollo económico, dedica cada vez más recursos a su Ejército (unos 140.000 millones de euros, según el último presupuesto), convirtiéndose en el segundo país del mundo con más gasto militar tras Estados Unidos. Las fuerzas armadas están inmersas en un proceso de modernización basado sobre todo en la mejora de su marina y fuerza aérea, además de poner especial énfasis en actualizar su capacidad cibernética y tecnología de misiles balísticos.
A raíz de la intención de la Administración Trump de revisar su política nuclear, esta semana el periódico oficial del Ejército Popular de Liberación hizo un llamamiento a seguir esta misma senda para que China no se quede rezagada ante los avances de Estados Unidos y Rusia. Por el momento ningún alto cargo político o militar ha confirmado planes en este sentido.
Si bien China ha aumentado su poder bélico de forma considerable, en número de armas atómicas sigue estando muy por detrás de Estados Unidos y Rusia. Según datos del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), el año pasado Pekín almacenaba 270 cabezas nucleares frente a las 7.000 y 6.800 de Moscú y Washington, respectivamente.
“La paz y el desarrollo son tendencias globales irreversibles. Estados Unidos debería tomar la iniciativa y seguir esta vía en lugar de ir en contra de ella”, señaló el Ministerio de Defensa chino, que ha asegurado mantener su arsenal nuclear “a la mínima expresión”. El informe del Pentágono presentado el viernes, sin embargo, explica que Pekín “está expandiendo suya considerable fuerza nuclear de forma poco transparente”. El texto, que aboga por crear cabezas nucleares menor rendimiento que las actuales -aunque igualmente devastadoras-, subraya la preocupación de Washington sobre Corea del Norte, China e Irán, pero el enfoque recae sobre todo en Rusia.
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