El largo historial de la diplomacia del deporte

Corea del Norte no es el único país que ha usado el deporte para restablecer el diálogo con otro país, en este caso su vecino del Sur. En 1971, un partido de ping-pong marcó el comienzo del deshielo de las relaciones entre Estados Unidos y China. El equipo nacional de tenis de mesa estadounidense se encontraba entonces en Japón para participar en el campeonato del mundo de ese deporte cuando recibió una invitación de Pekín para disputar unos partidos en el país asiático. Esta diplomacia del ping-pong preparó las condiciones para que el entonces Secretario de Estado de EE UU, Henry Kissinger, visitara China en 1972, en plena Guerra Fría. Desde entonces, varios países han tomado el ejemplo.

Corea del Norte y Corea del Sur, juntos en las Olimpiadas

En su discurso de Año Nuevo este lunes, el líder norcoreano, Kim Jong-un, propuso entablar conversaciones con Corea del Sur con el objetivo de que una delegación de Pyongyang pueda participar en los Juegos Olímpicos de Invierno organizados por Seúl. Ambos países desfilaron conjuntamente en los Juegos Olímpicos de Sidney en 2000 y en los Juegos de Invierno de Turín en 2006. Corea del Sur ha dado la bienvenida a la propuesta de Pyongyang, que quizás contribuya a recuperar las relaciones entre ambos países y ha propuesto una reunión de "alto nivel" con sus homólogos norteños el próximo martes 9 de enero.

India y Pakistán se ven en el críquet

Después de la independencia de Reino Unido en 1947, India y Pakistán han mantenido una disputa territorial por la región fronteriza de Cachemira. En medio de este difícil contexto geopolítico, el críquet ha sido el deporte que logró, en algunas ocasiones, restaurar el diálogo y rebajar la tensión.

Los primeros torneos entre ambos países se celebraron en 1954, pero entre 1961 y 1978 se rompieron las relaciones diplomáticas y por ende, los torneos de críquet. Ambos Gobiernos decidieron reanudar los certámenes en 1978, lo que ayudó a restablecer las relaciones. Esta diplomacia a través del críquet ha tenido sus altibajos. En 2005, después de ver juntos un partido, el primer ministro indio de entonces, Manmohan Singh, y el presidente pakistaní, Pervez Musharraf, habían declarado que el proceso de paz entre ambos países era irreversible. Pero las relaciones se complicaron después de los atentados de Bombay en 2008, en los que murieron más de cien personas. Singh culpó indirectamente a Pakistán del ataque. En 2011, el críquet permitió unir de nuevo a los líderes de ambos países, que asistieron juntos a la semifinal del campeonato mundial de críquet en India. 

Turquía y Armenia juegan al fútbol

En septiembre de 2008, el presidente armenio, Sergue Sarkisián, invitó a su homólogo turco para presenciar juntos el partido de fútbol entre las selecciones de ambos países para las eliminatorias de la Copa del Mundo de 2010. Abdulá Gül, el entonces presidente turco, aceptó la invitación y se convirtió así en el primer jefe de Estado del país en visitar Armenia. Ambos Estados carecen de relaciones diplomáticas, principalmente porque Ankara se niega a reconocer como genocidio las matanzas que costaron la vida a un millón y medio de armenios por parte de militares otomanos en 1915, según las autoridades armenias. En 1993, Turquía cerró la frontera con el país vecino por la ocupación del Alto Karabaj, un enclave que de iure pertenece a Azerbaiyán.