Un cocodrilo mata a un periodista que se lavaba las manos en una laguna

El periodista británico del Financial Times Paul McClean, de 24 años, ha muerto tras sufrir el ataque de un cocodrilo mientras se lavaba las manos en una laguna ubicada cerca de la localidad de Panama, al sureste de Sri Lanka, donde había viajado con sus amigos para practicar surf. Su cuerpo ha sido hallado por la policía este viernes.

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"Tenía seis o siete heridas en la pierna derecha. El cuerpo estaba en el lodo en la misma zona donde fue visto por última vez", afirmó un policía a la agencia AFP. Una autopsia establecerá este viernes formalmente las causas de su muerte.

De acuerdo con Fawas Lafeer, el dueño de la escuela Safa Surf School, alrededor de las 15 horas del jueves, McClen se alejó de sus amigos y se metió 800 metros en la selva para hacer sus necesidades. Se estaba lavando las manos en la laguna, ubicada cerca de la bahía de Arugam, cuando el cocodrilo le atacó. La laguna es conocida por su importante población de cocodrilos.

Un amigo de McClen, que estaba presente en la escena, narró que el joven periodista estaba “sacudiendo sus manos en el aire mientras el reptil lo atrapó entre sus mandíbulas y lo arrastró al agua".

Después del accidente, la marina y la armada se unieron a la policía para buscar al joven en la orilla del río y los alrededores. El joven llevaba pocos días en el país y se hospedaba en un hotel cercano con un grupo de amigos.

"Un joven talentoso"

El periodista creció en Surrey, al sur de Londres. Cubrió durante un tiempo el Brexit así como la Unión Europea para el Financial Times. Después de vivir unos meses en Bruselas, acababa de regresar a Londres.

Se graduó con honores en 2015 por la universidad de Oxford con un título en Francés. Cuando su hermano fue diagnosticado con leucemia, a los 22 años, empezó un blog en el que escribía sobre él. Acababa de publicar el martes un artículo sobre la industria del champán.

“Era un joven talentoso, enérgico y dedicado joven periodista” afirmó su redactor jefe, James Lamont. “Estamos totalmente sorprendidos. Era un gran chico, un fan de Everton, era muy brillante. Es una absoluta tragedia”, manifestó uno de sus colegas.