Egipto detiene al fundador de la asociación de desaparecidos

En Egipto, nadie está a salvo de un zarpazo de las brutales fuerzas de seguridad, ni tan siquiera los familiares de las víctimas. Abdel Moneim Metawali Hegazi es un ejemplo de ello. Su hijo desapareció sin dejar rastro en 2013 en una manifestación celebrada poco después del golpe de Estado ejecutado por el actual presidente, Abdelfattá al Sisi. Hegazy, que fundó la Asociación de Familias de los Desparecidos, ha sido arrestado y se enfrenta a cinco años de cárcel por “dirigir un grupo ilegal” y “cooperar con organizaciones extranjeras”. Su detención podría vincularse a su condición de abogado de Giulio Regeni, el estudiante italiano supuestamente asesinado por la policía egipcia.

Hegazi pasó a disposición judicial el martes, tras haber desaparecido dos días antes en el aeropuerto de El Cairo mientras esperaba tomar un avión a Ginebra para participar en una sesión de un grupo de trabajo de la ONU sobre desapariciones forzadas. No es la primera vez que las autoridades actúan contra miembros de la asociación. En mayo, una de sus fundadoras, Hanan Bader Eddin, fue arrestada en una visita a un preso, y en 2016, Islam Salameh, un abogado especializado que trata con las víctimas, también fue detenido.

La práctica de las desapariciones forzadas se ha multiplicado los últimos dos años. Según los datos de la campaña Stop a las Desapariciones Forzadas, solo en el último ejercicio las víctimas de este tipo de abusos asciende a 378. El año anterior, el Consejo Nacional de los Derechos Humanos, una institución pública, documentó 266 casos. A menudo, las víctimas de una desaparición reaparecen meses después en alguna cárcel del país. Pero en otros casos pasan años sin noticias.

Paradójicamente, unas horas después de la desaparición de Hegazi, el Gobierno egipcio realizó una rueda de prensa para desacreditar un reciente informe de Human Rights Watch que denunciaba la violación sistemática de los derechos humanos en el país árabe. La versión oficial es que se trata de casos aislados. Pura desfachatez.