Dos años de cárcel para un hombre que esclavizó a su mujer en Reino Unido
El británico golpeó a su esposa, la sometió a trabajos forzados durante horas y la "aisló del mundo"
Un tribunal de Reino Unido ha condenado este viernes a un ciudadano británico a dos años de prisión por esclavizar a su mujer pakistaní. "Se trata de un caso pionero, que demuestra lo lejos que hemos llegado en nuestro enfrentamiento contra la esclavitud moderna", ha subrayado en un comunicado el fiscal, Damaris Lakin, al referirse al caso como la primera sentencia de estas características que se dicta en las islas.
Safraz Ahmed, un londinense de 34 años de edad, sometió a su mujer, Sumara Iram, a "torturas físicas y mentales" después de que esta se trasladara a Reino Unido en 2012 tras un matrimonio concertado por ambas partes. "El acusado la trataba con completo desprecio, respondiendo a sus peticiones de afecto con ataques físicos y abusos verbales", ha explicado Lakin.
La víctima fue "aislada del mundo", solo podía mantener un contacto restringido con su familia y no se le permitía abandonar la casa sin compañía, según ha detallado su abogado. Iram, a menudo, tenía que trabajar desde las cinco de la madrugada hasta la medianoche, cocinar y limpiar para su marido, así como para los miembros de su familia.
Según testimonios recogidos por varios medios de comunicación, Ahmed tiraba latas de comida de gato a su mujer, le enviaba mensajes de texto hirientes e, incluso una vez, la instó a tirarse a un río o a la carretera, para que la arrollara un vehículo. En uno de los ataques, Ahmed le rompió la nariz a su mujer. Seis meses más tarde, Iram intentaría quitarse la vida.
El tribunal de Woolwich ha condenado a Ahmed a dos de prisión, después de que este admitiera el régimen de esclavitud en que mantenía a su mujer. A la sentencia se suma otra pena de ocho meses por abusos.
El año pasado, Reino Unido aprobó la Ley sobre la Esclavitud Moderna con el objetivo de tomar medidas contra los traficantes y proteger a las personas en riesgo de ser esclavizadas. El Ministerio del Interior británico estima que más de 13.000 personas son víctimas de la esclavitud en el país, siendo obligadas a trabajar en fábricas o explotaciones agrícolas, en burdeles o detrás de las puertas de sus hogares.
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