“La política de la UE es la causa de los naufragios de los refugiados”

Una respuesta de la Europa de las ciudades para el reto de la acogida de los cientos de miles de refugiados ante el fracaso de la política de la Europa de los Estados. Esta idea reunió ayer en Barcelona a la alcaldesa Ada Colau y a sus homólogos de las islas de Lampedusa, Giusepinna Nicolini, y de Mitilene-Lesbos, Spyros Galinos. Los tres firmaron un convenio para impulsar una red de municipios que ayuden técnicamente ante la emergencia.

Los tres alcaldes tienen en común su profundo descontento con la gestión que se está haciendo desde Bruselas. “La política de la UE es la causa de los naufragios de las embarcaciones que llegan con los refugiados a costas como la griega”, denuncia Galinos (Atenas, 1952). El municipio que preside recibió en 2015 más de 550.000 refugiados, con picos en los que la población flotante sobrepasó la autóctona.

“Los eurocomisarios en privado te reconocen que la mejor solución sería el registro de los refugiados en Turquía y desde allí habilitar los pasos seguros, pero después se opta por otras cosas. Dejamos a estas personas a la merced de los traficantes o de los grupos xenófobos que se puedan encontrar”, se queja el alcalde.

Impulso turístico

Galinos prefiere no revelar cuánto dinero ha destinado su Ayuntamiento en la atención a los refugiados, si bien algunas informaciones apuntan a casi un tercio de su presupuesto municipal (un total de 10 millones de euros). “Es más importante la energía con el que la gente se ha comprometido para ayudar ante esta crisis”, asegura.

De hecho, uno de los puntos en que Barcelona colaborará con Lesbos es en la promoción económica. La isla teme una avalancha de cancelaciones de visitas turísticas de cara al verano, su fuente de ingresos más importantes. “La forma como asumimos este reto humanitario también puede ser un reclamo turístico. Queremos potenciarlo”, explica.

Galinos considera que Europa aún no ve la guerra en países como Siria la causa última del desplazamiento de miles de personas. “Supongo que Turquía quiere cumplir con los acuerdos que tenía con la UE, pero no entiendo su papel en una política de devoluciones que es todo menos europea”, finaliza.