El Congreso de Chile inicia la votación para despenalizar el aborto
La comisión de salud de la Cámara aprueba la tramitación del proyecto del Gobierno de Michelle Bachelet
Después de 26 años con una prohibición total del aborto y a seis meses de que el Gobierno de Michelle Bachelet presentara su proyecto legislativo, el Congreso chileno ha dado un primer y significativo paso hacia la despenalización de la interrupción del embarazo en tres supuestos: cuando peligra la vida de la madre, malformación fetal y violación. En una sesión donde se han escuchado la opinión de expertos y en la que han estado presentes cuatro ministros de Estado y una cincuentena de personas, entre detractores y partidarios de la iniciativa, la comisión de salud de la Cámara de Diputados ha aprobado esta noche la voluntad de legislar, con lo que el proyecto del Ejecutivo socialista arrancará su tramitación en el Parlamento.
Representa apenas el primer paso, pero se trata de un avance histórico. En Chile existía el derecho al aborto terapéutico desde 1931. Seis meses antes de que terminara la dictadura de Augusto Pinochet, en septiembre de 1989, sin embargo, el régimen dictaminó: “No podrá ejecutarse ninguna acción cuyo fin sea provocar un aborto”. Desde entonces, el aborto se prohíbe en todas sus causales, como ocurre en solo otros cuatro países de la región: Nicaragua, República Dominicana, Nicaragua y El Salvador. Los otros dos Estados en la misma condición son Malta y El Vaticano. Pero las leyes restrictivas, que en los 25 años de democracia no han logrado ser modificadas por los sectores progresistas, no impiden que las mujeres aborten y que lo tengan que hacer en condiciones inseguras. Pese a que resulta complejo llegar a cifras fidedignas, se estima que en Chile se producen al menos 70.000 abortos clandestinos anualmente, de acuerdo con el informe anual de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales 2012, la última investigación disponible sobre la materia.
Solo otros cuatro países de la región prohíben el aborto en todas sus causales: Nicaragua, República Dominicana, Nicaragua y El Salvador
El proyecto de ley estaba contemplado en el programa de Gobierno con que Bachelet fue electa a fines de 2013. En ese periodo, sin embargo, la socialista ha debido moderar su ambicioso paquete de reformas, tanto por la situación económica como por los problemas políticos que ha tenido que enfrentar este 2015, que la tienen con un 26% de popularidad, de acuerdo a la encuesta Adimark dada a conocer el pasado lunes. La despenalización del aborto, sin embargo, no está dentro de las iniciativas que el Gobierno pretende reformular. Aunque parece poco probable que Chile tenga una nueva Constitución y se alcancen las metas iniciales en gratuidad de la educación antes de que finalice la Administración en marzo de 2018, la ley de interrupción del embarazo sigue su curso original y el Ejecutivo ha dado muestras de que pretende llevarla adelante antes de que finalice el período. Pese a que cuenta con mayoría en el Congreso, no ha sido fácil: el camino de la reforma se ha visto dificultado por la oposición de la Iglesia, grupos de la derecha y la negativa de algunos miembros influyentes del partido oficialista Democracia Cristiana que se han movilizado para trastocar el proyecto que la propia Bachelet presentó en enero.
Luego de que esta noche la comisión de salud de la Cámara de Diputados aprobara la moción de legislar, el proyecto de ley de aborto pasará a la sala de la Cámara de Diputados, donde los congresistas harán indicaciones el proyecto del Ejecutivo para continuar con el trámite legislativo y su posterior discusión en el Senado. La derecha ha señalado que considera que el texto es contrario a la Constitución, porque no garantiza el derecho a la vida de las personas no nacidas. Resulta probable que, por lo tanto, el Tribunal Constitucional deba emitir un pronunciamiento a pedido de la oposición.
La situación política y económica ha ocasionado el desplome de la popularidad de Michelle Bachelet
El proyecto de ley del Gobierno tiene un amplio apoyo de la ciudadanía. La reciente encuesta de Plaza Pública–CADEM de julio de 2015 señala que un 74% apoya el aborto cuando peligra la vida de la madre, un 72% lo respalda cuando es producto de una violación y un 72% está de acuerdo cuando existe la alta o total probabilidad de que el feto no sobreviva.
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