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El asesino de Charleston, imputado por crímenes de odio

Dylann Roof afronta cargos federales por el asesinato de nueve negros en una iglesia

Silvia Ayuso
Dylann Roof, el acusado por la matanza racista de Charleston
Dylann Roof, el acusado por la matanza racista de Charleston RANDALL HILL (REUTERS)

El asesino de nueve feligreses negros en una iglesia de Charleston, Carolina del Sur, el supremacista blanco Dylann Roof, afrontará cargos federales por crímenes de odio y uso de armas de fuego por los que podría ser condenado a cadena perpetua o incluso a la pena capital. Según anunció este miércoles la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, un gran jurado federal ha decidido imputarle por un total de 33 cargos, incluidos los de crímenes de odio, por una matanza que las autoridades consideran llevaba tiempo planeando de forma meticulosa.

“Varios meses antes de los trágicos acontecimientos del 17 de junio, Roof concibió su objetivo de incrementar las tensiones raciales en todo el país y buscar venganza por los males que consideraba habían infligido los afroamericanos a los blancos”, dijo Lynch en rueda de prensa en Washington.

Según resaltó, Roof no solo decidió “buscar y asesinar” a ciudadanos negros “por su raza”. Además, escogió cuidadosamente el lugar de la matanza: un “elemento esencial” de los planes de Roof era “encontrar a sus víctimas dentro de una iglesia negra para asegurarse la mayor notoriedad y atención para sus acciones”. Fue por eso que el joven se dirigió a la iglesia Emanuel de Charleston, un templo históricamente ligado a la comunidad afroamericana de Carolina del Sur, recordó.

Los feligreses que la noche del 17 de junio estaban congregados en una sala de estudio de la histórica iglesia afroamericana Emanuel de Charleston recibieron a Roof “con biblias”. El asesino de 21 años y declarado racista “tenía su pistola Glock de calibre 45 y ocho cargadores llenos de balas de punta hueca”, subrayó Lynch.

Los cargos federales son tan graves que contemplan la posibilidad de una condena a muerte, pero Lynch dijo que la acusación no decidirá si la solicita hasta que estudie “exhaustivamente” todos los aspectos legales del caso y haya consultado también a los familiares de las víctimas. Varios de ellos dijeron “perdonar” al joven asesino durante la primera comparecencia de este ante un juez local.

Roof ya había sido imputado en un tribunal local por nueve cargos de asesinato que podrían condenarlo a muerte. Pero Carolina del Sur no contempla en su legislación los crímenes de odio. Fue por ello que el Gobierno federal decidió presentar la acusación bajo este precepto, con el fin de que no quede de lado el componente racial de esta masacre que sacudió a todo el país.

La matanza de Charleston ha tenido, en principio, el efecto contrario al deseado por Roof. La masacre provocó entre otros un intenso debate sobre la bandera confederada que seguía ondeando en terrenos oficiales de Carolina del Sur y que es ampliamente asociada con un pasado racista y de discriminación en el sur del país. El propio Roof se había tomado numerosas fotografías con este símbolo antes de perpetrar el crimen racista.

Veintitrés días después de la matanza, la bandera confederada que había seguido ondeando frente al Capitolio en Columbia, la capital de Carolina del Sur, fue arriada y trasladada a un museo. También Alabama retiró la bandera confederada que asimismo ha dejado de ser comercializada por grandes cadenas como Wal-Mart o Amazon.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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